El cine de animación, al menos los estrenos más populares,
han dado con un filón muy concreto: explotar al máximo el humor y la monería de
los personajes. Los pingüinos de Madagascar fueron uno de los primeros
ejemplos, que se confirmó cuando los Minions también llegaron a ser lo más
popular de Mi villano favorito. Por lo que no es raro que otros estrenos,
especialmente cuando se trata de un estudio como Dreamworks, opte por
aprovechar todos estos elementos.
En el caso de Home, el planeta Tierra ha sido invadido por
una terrible raza de alienígenas que…No. En realidad los boov son los mayores cobardicas
del universo y , y especialistas en buscar los mejores planetas para poder
esconderse de los Gorg, una raza mucho más peligrosa. Aunque ello suponga
buscarle a los habitantes de este un lugar donde también puedan vivir
tranquilos. Oh es uno de los boov recién llegados, deseoso de instalarse y
hacer amigos. Pero también es bastante torpe y por culpa suya vuelven a correr
el peligro de ser encontrados por los Gorg. Intentando escapar, conoce a Tip,
una niña que intenta encontrar a su madre y que, pese a la cobardía de Oh y de
los boov en general, puede evitar que estos sean descubiertos por sus enemigos.
La estética de la película explota al máximo el aspecto más
divertido, mono y especialmente inofensivo de la situación. De entrada, la
caracterización de los boov se basa principalmente en un aspecto blandito, muy
similar al de un muñeco, y a una actitud un poco boba: corren de un lado a
otro, e incluso tienen una forma de hablar con errores gramaticales que
recuerda mucho a los chistes de los lolcats. Incluso su líder recuerda bastante
al Rey Julien de Madagascar, al plantearlo como un personaje mandón y tonto,
pero en el fondo inofensivo. Lo cierto es que esta estética está bastante más
cuidada de lo que parece en un principio: a los alienígenas les han añadido el
detalle de cambiar de color según su estado de ánimo. Lo que además de ser un
rasgo específico, hace que, bueno, todo sea todavía más mono y más colorido.
Pero lo más interesante es el presentar toda su tecnología basada en formas
esférica, en contraposición a la de los alienígenas enemigos formada por
aristas y tonos oscuros. Aunque, teniendo en cuenta el trasfondo de la
película, esto también sirve a modo de giro final.
El tono del guión es muy amable en todo momento. Pero más
que sensiblero, es por tratarse de una comedia: las secuencias de la invasión
alienígena son practicamente una parodia en la que es fácil reconocer su
versión realista. En lugar de explosiones y campos de prisioneros, hay naves
que parecen de juguete, burbujas y gente viviendo en barrios residenciales
(aunque un poco cabreada por la situación, si cabe). Y la trama en realidad es
tan simple que recuerda un poco a los libros para niños muy pequeños: los
personajes principales son alienígena que no tiene amigos, una niña que busca a
su madre y su gata, que viven una aventura, y tras solucionar los conflictos al
descubrir que las cosas no son lo que parecen, todos viven felices.
Precisamente la trama se apoya mucho en la última parte, porque es de esas
películas que aprovecha la simpleza para incluir una moraleja. En este caso,
además de todo lo relativo a la amistad, sería el caracterizar a los alienígenas
como unos cobardes absolutos o el miedo a todo lo desconocido.
En principio, la mezcla de humor, argumento simple, y algo
de trasfondo podría funcionar, pero en lo último intentan pasarse un poco de
ambiciosos al querer caracterizar a sus personajes con más rasgos metafóricos.
En varias ocasiones intentan meter en el guión detalles sobre el conformismo y
la uniformidad, pero que en realidad se quedan en un par de diálogos que no
aportan nada. Deberían haberse dado cuenta que se trata de una película para
todos los públicos, y de las menos complicadas, no una de animación del Estudio
Laika. Y sobre todo, que cuando los personajes son unos aliens blanditos de
colorines, que hablan de forma tonta y se asustan de cualquier cosa, quizá un
intento de trama sobre pensamiento único e individualismo no vaya a funcionar
bien.
Entre los actores de doblaje, el más notable es Jim Parsons,
que después de ocho temporadas en Big Bang Theory interpretando a Sheldon
Cooper es imposible no reconocerlo. Especialmente cuando su papel el alienígena
protagonista y en muchos casos parece que ha tomado como referencia para
interpretarlo a su personaje más famoso. Rihanna, como Tip, parece que tiene
algo más suerte en este papel que cuando apareció en Battleship. Al lado de
voces como Parsons, o Steve Martin, resulta bastante neutra, aunque su
presencia acaba implicando que en la segunda mitad suenen clips de varias
canciones suyas. Si a alguien no le gusta esta cantante, quizá no se la
película de animación más adecuada.
Home no es una película redonda, aunque va funcionando. Hay
que tener en cuenta en todo momento que se han planteado más como una comedia,
y una tirando a sensible, por lo que el tono es mucho más amable incluso que en
otras producciones de animación. Esto a veces funciona, y otras veces,
especialmente en las secuencias donde se pasan con el colorido y cuando quieren
demostrar que los boov son achuchables y tontorrones, cansa un poco. Pero
funciona cuando se quiere ver una película sin complicaciones y humor sin mala
leche. Además, uno de los secundarios es nada menos que un gato. Que como buen
felino, es capaz de captar la atención sin hacer ninguna cosa importante.
Aunque sea imposible no fijarse en detalles tan suyos como jugar con un
plástico o ponerse a amasar un sitio cuando está cómodo.
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