En un enorme edificio de apartamentos, se presenta durante la noche una visita inesperada en casa de Ellie y sus tres hijos: Beth, su hermana, que parece tener algo que decirle, aunque esta no haya prestado mucha atención a las noticias que le habían intentado hacer llegar. Su reciente separación y una mudanza obligatoria a causa de la demolición prevista del para el edificio en que viven ya unos pocos vecinos. Un violento terremoto interrumpe la reunión familiar, cuando este provoca una grieta en los sótanos abriendo el acceso a una cámara que lleva sellada desde hace un siglo. Entre archivos y distinta parafernalia religiosa que parece fuera del lugar, los hijos de Ellie, aún sorprendidos por el terremoto, descubren en su interior un libro y unas grabaciones de Danny, uno de los hermanos, decide reproducir en su equipo. En ellas, una voz describe el libro que tienen en sus manos y recita los párrafos que contiene. Mientras los hermanos las escuchan, una fuerza golpea brutalmente a Ellie, sin que quede claro lo que le ha sucedido. Poco después, esta regresa, comportándose de una manera errática ay falleciendo en el acto. A familia, aislada en el piso 13 a causa de los daños provocados por el terremoto, intenta conseguir ayuda cuándo Ellie parece despertar. Aunque su sonrisa distorsionada y la violencia de su comportamiento demuestra que sea lo que sea lo que está animando el cuerpo de la madre y hermana de los protagonistas, no es ella. Y ha vuelto para llevarse a sus hijos.
Esto hace que la película pueda verse de forma independiente al resto. Todos los elementos necesarios para ponerla en marcha están ahí: el escenario aislado, el descubrimiento del libro, la invocación accidental y las monstruosidades que desencadena, narrada de forma que estos configuran un guion por si solo pero en el que los que conocen la saga encontrarán muchos más guiños. Tienen su aparición varios de los elementos icónicos como la escopeta, y sobre todo, esa motosierra que se ha convertido en el arma oficial de la serie, además de muchas referencias visuales a las primera posesión infernal lo que entonces era una secuencia en un bosque, ahora tienen lugar con los cables de un ascensor, e incluso unas situación tan absurda y memorable como la de uno de los personajes atragantándose con un globo ocular que sale disparado, se reproduce en una versión mucho más siniestra.
El uso de referencia y elementos concretos no se queda a nivel de guiños. El guion funciona mucho a partir de la aparición previa de determinados objetos cotidianos: la máquina de cortar madera abandonada en el parking, las tijeras debajo de una mesa, o el objeto que uno de los niños fabrica tendrán una utilidad, y una muy violenta, en el momento adecuado. Parecen ser conscientes que el guion no va o a ofrecer nada novedoso, pero que sí se puede trabajar con lo conocido y desarrollar una historia adonde cada pieza vaya encajando.
Posesión infernal: el despertar, es una película con la que ha merecido la pena esperar. Oscura, capaz de tomarse muy en serio a sí misma, dotada de un humor negro muy leve, y sobre todo, tan sangrienta y desatada como sus predecesoras. Y en la que también hay un pequeño cameo de Bruce Campbell…aunque para encontrarlo, haya que recurrir a la versión original.