Junji Ito es uno de eso autores a los que no es raro verlos en las estanterías, al menos recientemente. Con una trayectoria de casi 40 años, creador de dos de las mejores series terroríficas y una gran cantidad de historietas breves, es ahora cuando estas últimas están siendo editadas en España A partir de la colección original, contenidas en unos doce tomos, ECC ha optado por una edición donde varios de estos se recogen según su temática: lo insólito (lo que viene a ser el noventa y nueve por cien de lo que ha dibujado este hombre, vaya), la naturaleza, los fantasmas o los lugares encantados.
En el caso de este último, estas ciudades y mansiones por las que se mueven sus protagonistas distan mucho de ser casas embrujadas o templos donde se oculte algún espíritu. Lo extraño puede manifestarse en un lugar de forma inesperada, ser parte de este desde hace tanto tiempo que sus habitantes convivan con el y lo consideren algo cotidiano o incluso estar ligado a una persona. Tampoco van a ser comunes las explicaciones sobrenaturales "coherentes". Los fantasmas son casi un elemento minoritario, una maldición a veces será la única explicación posible a lo anómalo, y los elementos tradicionales reconocibles para el lector occidental han sido retorcidos y modificados de formas extrañas, volviéndolos algo desconocido.
Las quince historias incluida en el volumen son independientes entre sí, recorren múltiples lugares y temas. Desde el relato de fantasmas clásico, como podrá ser ese desertor que se esconde en el ático de la casa familiar, las voces del os niños que cada noche, se escuchan en un callejón tapiado o esa casa, aba nonada hace mucho, que hace años albergó una reyerta entre estudiantes. Los lugares encantados de Ito siguen, la mayor parte de las veces, la tradición fantástica japonesa, marcada por lo inevitable: todo aquel que se encuentra con lo sobrenatural está condenado, estos están ligados por siempre al lugar de su tragedia sin posibilidad de redención o descanso.
Entre ellos se mezclan las situaciones extrañas: el volumen comienza con La mansión del dolor fantasma, donde el protagonista acaba atrapado en una casa que encierra el dolor que sufre uno de sus habitantes, y que se extiende por cada rincón. Un concepto cuyo desenlace recuerda mucho a los primeros relatos de Barker, aunque este no sea de los más gráficos en cuanto al horror corporal que Ito alcanza a a veces en sus historietas. Otro de estos lugares extraños con capacidad de afectar al plano físico será la ciudad en la que todos los que fallecen sufren una transformación: sus cuerpos se convierte en su propia estela funeraria, marcando el lugar donde han perdido la vida. Situaciones que, pese a lo extraño, parecen seguir sus propias reglas y que los personajes no deberían haber roto...ni siquiera llegado a esos lugares.
Si bien muchas de las historias recopiladas se mueven por estos escenarios donde se prescinde de la lógica, hay alguna donde esta es inexistente: la ciudad sin calles comienza con un incidente nocturno que lleva a su protagonista a una ciudad transformada, de la noche a la mañana, e una maraña de casas que sus habitantes atraviesan, y cuyo desarrollo da la impresión de que su autor no tiene muy claro que quiere hacer, más allá de juntar cosas raras, y a ver que pasa. Un visitante nocturno, una ciudad alterada, y un asesino en serie, porque de alguna forma tenía que terminar esa locura. Otras, sin embargo, mantienen ese equilibrio entre lo insólito y lo cotidiano, transmitiendo bien esa sensación en la que lo normal puede alterarse con girar en cualquier callejón, o con residir en la casa equivocada.
La colección no sigue un orden cronológico, y aunque el nivel de dibujo es ya el que Junji Ito tiene acostumbrado a sus lectores, se encuentra alguno de sus primeros trabajos, como Bio House, una rareza tanto en lo argumental como en lo gráfico al ser un manga del 88 cuyo dibujo todavía queda muy lejos de lo que podría verse en Uzumaki. No es la única rareza (aunque tenga gracia hablar de rarezas respecto de este señor) que puede aparecer a nivel de guion: el pueblo de las sirenas es una curiosidad en la que utiliza abiertamente tópicos del terror occidental, desde la religión cristiana a la magia negra y el ocultismo que, quizá por lo ajenos que le resultan, da la impresión de estar leyendo una historia de serie b como la que podría haberse encontrado en un videoclub, aunque algunos de los elementos que aparecen, como el ruido ensordecedor de las sirenas, sería utilizado después con mayor fortuna.
Las ciudades y mansiones encantadas de Junji Ito es un título que se queda corto para todo lo que puede encontrarse en esos quince relatos, donde predomina lo extraño, y como suele pasar en sus historias, cualquier posibilidad de finales felices para sus protagonistas, queda muy lejos.