Esta no es Renaissance escribiendo. Pero al paso que vamos, podría serlo
No era algo que me fuera a esperar, pero el mismo parón inesperado que ya sufrimos a finales de octubre se ha vuelto a repetir. Por suerte esta vez he llevado a cabo una planificación de tiempo y días más sesuda que me permite anunciar sin ningún problema: la semana que viene, no hay entrada, por falta de tiempo. Y más que nada, esta es para que no cunda el pánico. No vamos a estar por aquí, pero:
- Son solo unos días. - Ninguno ha sido estrellado en una isla desierta, cambiado de dimensión o convertido en hombre lobo, vampiro u otra criatura sobrenatural. - Volveremos en breve.
Hasta entonces, sean buenos, vean muchas series y hagan enfadar a Ramoncín todo lo que sea posible.
Como este fin de semana estuve bastante entretenida con los Trífidos no pude hacer una entrada sobre los episodios correspondientes. Tampoco es que tuviera intención de hacer un seguimiento semanal de lo que voy viendo, pero acabo de descubrir que es una forma bastante sencilla de actualizar y…bueno, quería escribir algo sobre The glass books of the dream eaters, la novela steampunk que estoy leyendo pero ¡no me da tiempo! Todavía no lo he terminado porque además de gordo, tiene la letra muy pequeña, pero prometo artículo en cuanto tenga ocasión.
¿Gay vampires y les parece gracioso? Ay, si las fans de Poppy Z. Brite los escuchan, hay escabechina.
Domingo, 17 de enero. Being Human. Segundo episodio de la segunda temporada: Nina parece resignada a asumir su condición de licántropo y Annie está feliz como camarera y lo que suponemos que será un nuevo novio, pero ya sabemos que nada va a terminar bien. Lo mejor del capítulo ha sido el desarrollar el tema de los fantasmas y la posibilidad de que Annie sea el personaje que corra más riesgo, ya que no cruzó al otro lado cuando le correspondía, y es probable que este la reclame tarde o temprano. Otro punto a favor es el que la novia de George abandone la casa de sus amigos rechazando toda ayuda. De todas formas, este personaje tiene bastantes papeletas de no pasar de la segunda temporada ¿Qué mejor que atormentar a un protagonista que matando a un secundario al que aprecia?
Lunes, 18 de enero. The Big Bang Theory. Los guionistas deberían plantearse en cambiarle el nombre a la serie por “Las paranoias de Sheldon Cooper y el tipo canijo con gafas que sale con una rubia”. O eso, o subirle el sueldo a Jim Parsons, ya que es el que está sacando adelante esta tercera temporada. En este caso, un robo doméstico da lugar a situaciones particularmente graciosas: Leonard y Sheldon enumeran durante un rato los videojuegos sustraídos. Howard instala un moderno sistema de alarmas con red incluida, “muy útil si entra a robar un banco de atunes”. Por otro lado, el capítulo dio lugar a más comportamientos infantiles por parte de Sheldon, en este caso, a causa del miedo a quedarse solo, que tan buen resultado han dado en otras ocasiones. Y es que no hay nada que mueva tanto a la risa o al desconcierto como un tipo completamente desconectado del mundo real comportándose como un niño de ocho años. Ehm..oh, dios mío. Creo que tendré que revisar esta frase.
El tensímetro de Saber Vivir patrocina este episodio.
Jueves, 21 de Enero. Fringe. Otro capítulo autoconclusivo cual moderno Expediente X en el que aparece algo tan típico de la serie como los virus raros. En este caso, uno que provoca una hemorragia modelo aspersor. La relación entre Astrid y Walter Bishop, bastante entrañable, se desarrolla un poco más y podemos verla llevando al doctor a una feria científica, con una secuencia en la que Walter ilustra a unos niños los peligros del conocimiento con la alegoría del monstruo bajo la cama. Los intentos de añadir tensión a la situación no van muy allá, porque aunque Peter se infecte del virus para alegría de muchos que no lo soportamos, sabemos que no le va a pasar nada. Y hay un pequeño, pero muy pequeño, avance en la trama principal debido a un desliz de Walter. Tampoco sé a quien quieren engañar, si ya sabemos que a Peter lo sacaron de otra dimensión…Ouch. Espero que esto último fuera obvio para todos.
Y hasta aquí, las series de la semana (pasada). Por mi parte, a seguir con el libro a ver si no llega al fin de semana.
Esto ya es una sinvergüencería en toda regla: Hewl ha vuelto a decidir que el balancín de su casa es más cómodo que estar delante de una pantalla escribiendo, así que me no me queda más remedio que ponerme a escribir igual que todas las veces que se ha producido esta contingencia. En fin, de poco sirve lamentarse, al tajo. Y tras pensar brevemente a ver qué subía, decidí hablar, aunque con dos semanas de retraso, de la miniserie de El día de los Trífidos.
Trailer de la primera película. Mundo viejuno..
A modo informativo, un Trífido (no confundir con los bichitos que se le meten a los yogures), es, igual que los Morlocks, algo típicamente británico: una palabreja para definir un bicho y que hace que te suene al oírla, pero que pocos han visto. Los trífidos fueron un invento de John Whydam allá por el 59: unas plantas presuntamente diseñadas por la Unión Soviética (Cuando los comunistas aún metían algo de miedo. Recuerden que era la guerra fría) con capacidad para moverse, atacar a la gente y comérsela, actividad que deciden llevar a gran escala después de que una lluvia de meteoritos verdes deje a la humanidad más ciega que Ray Charles. El resto de la historia viene a ser los distintos intentos de Bill Madsen, el protagonista, por escapar de los regímenes, entre absurdos, feudales y totalitarios, que intentan ascender en lo que queda de Inglaterra.
No estoy subiendo fotos viejas por vicio, es que no encuentro ninguna de la versión nueva que me guste
Por si alguien se lo pregunta, sí, me leí el libro. Tenía amenazas comunistas, el Fin del Mundo Tal y como lo Conocemos, megalómanos con intereses totalitarios y unas plantas que amenazan a lo que queda de la humanidad…¡la mejor novela de la historia!. Algo así como Ensayo sobre la ceguera, pero en freak.
Como puede verse, El día de los trífidos es la típica novela de tiempos de crisis: apocalíptica, crítica con la sociedad contemporánea…Así que no era raro que 50 años después, la BBC decidiera adaptarla una vez más. Y el resultado, sino redondo, ha sido bastante bueno.
Al no ambientarse en los años 60, era de esperar que se incluyeran algunos cambios: los malvados comunistas abandonan la botánica y la escena para dejar paso a unas plantas geneticamente modificadas en laboratorio para producir un sustituto del petróleo y de paso, frenar el calentamiento global. Pero es precisamente la mejora de la capa de ozono la que permite que se vea una tormenta solar que causa la ceguera de todo el mundo, algo bastante malo en pleno siglo XXI.
A partir de aquí, irán apareciendo los personajes: Bill Madsen, el científico que trabaja en la planta de tratamiento de trífidos, Jo Playton, que pasa de ser novelista a presentadora de tv, y Torrance, un misterioso sujeto que saldrá de la nada para intentar convertise en el amo y señor de lo que queda de Inglaterra. Un detalle bastante interesante ya que en cierta ocasión uno de los personajes menciona acerca de este que ha llegado a donde está gracias a la amenaza de los trífidos. Se trata, en conjunto, de una adapción literal, exceptuando los cambios de carácter temporal, con bastante ritmo, acción y un argumento que engancha. Si bien, hay algunas cosillas que no me han acabado de convencer:
- El tratamiento de los ciegos en la primera parte de la película: ¡se movían como zombies! Se ve que la sombra de 28 días después es alargada.
- Los trífidos. Tiene su gracia que en una miniserie llamada El día de los trífidos lo peor sean los monstruos en cuestión, pero es casi imposible hacer una adapción y conseguir que la plantita de marras resulte amenazadora, problema que ya hubo en la película de los 60 y la miniserie de los 80. En el caso de esta miniserie, hablando claro, parecían aloe veras hipertrofiadas. Y a mí me resulta bastante difícil sentirme amenazada por algo que se supone que es bueno para la piel.
Algo pasa con los británicos. Conducen al revés, han invadido el Levante español, medio mundo les detesta, incluídos los irlandeses y sin embargo, hacen unas series condenadamente buenas.
Descendientes de los fundadores de un imperio. Señor, baja y llévatelos...O con que pierda el Arsenal, es suficiente
Y no soy yo sola, sino que tengo a mi favor (no literalmente) a una recua de productores estadounidenses que dieron luz verde varios remakes de series británicas, con mayor o menor fortuna. Y es que esto de versionear no es cosa de los últimos años, si no que ya se estilaba antes de que se inventara bittorrent e incluso cuando muchos de nosotros creíamos que tener un walkman era el colmo de la tecnología portátil.
Por si todavía quedaban dudas, esta entrada es un repaso a las versiones americanas más inesperadas que se llegaron a rodar y emitir. Obviamente, referirme a las versiones IT Crowd, The Office, Life on Mars y las futuras Being Human y Torchwood hubiera sido demasiado fácil. Ja.
The Young Ones. Una comedia gamberra, punk y resultado de la época Tatcher que se emitió de 1982 a 1984 y contaba las (surrealistas) (des)aventuras de cuatro estudiantes en una casa ruinosa: un mod, un punk, un playboy y un hippie. Los gags eran puro anarquismo y consistían la mayoría de las veces en porrazos entre los protagonistas. La Fox, que vaya usted a saber lo que estaba pensando, decidió hacer un piloto de cara a la emisión de la versión estadounidense, que nunca llegó a hacerse. Y no he encontrado vídeo alguno acerca de dicho piloto. Supongo que la cinta original se encuentra en el mismo almacén en el que escondieron el Arca de la Alianza al final de la primera película de Indiana Jones.
Concurso: encuentre las diferencias y gane una tarde sentado en el balancín de Barrilete Cósmico
Enano Rojo. Es la Segunda Serie de Ciencia ficción Británica, ya que todos sabemos que la primera es el Doctor Who, y culpable de que Hewl vaya por ahí diciendo que soy una friki. En 1992, la NBC quiso hacer el piloto correspondiente, con cambios que no gustaban a todo el mundo: un reparto blanco frente a dos protagonistas de color, y un gato de género femenino frente al reparto masculino de la serie inicial. No tuvo éxito, llamaron a Grant y Naylor, guionistas de la versión original, cambiaron un par de actores e hicieron un apaño con metraje de capítulos anteriores. Tampoco tuvo éxito, por si quedaba alguna duda, hasta el extremo de que el piloto nunca se llegó a emitir. Pero Moloch cuida de sus hijos y para eso tenemos al Youtube:
David Delfín patrocina esta fotografía
Doctor Who. La vaca sagrada de la tele inglesa no iba a salvarse, y en 1996, ocho años después de que el Doctor hubiera sido cancelado, la Fox quiso hacer su telefilme para lanzar al personaje en Estados Unidos más allá de los cuatro frikitos que se compraban los vhs a Inglaterra. De nuevo, unos cuantos cambios: el doctor pasa de ser un gallifreyano de pura cepa a medio humano, incluyen algo de atracción entre este y su acompañante (eran los noventa) que Russel T. Davies se limitaría a insinuar en la serie de 2005, y en general, unas cuantas explosiones y presentaciones de personajes de cara a una serie. Ah, y Eric Roberts haciendo de The Master, su mejor papel hasta su aparición en Dead or Alive. El resultado fue el de siempre: pésima audiencia en Estados Unidos aunque en Inglaterra funcionó sorprendentemente bien, y si bien fue el Doctor con la aparición más corta en tv (exceptuando el especial en el que regeneraba en Rowan Atkinson), la falta de guiones para televisión le permitieron una vida bastante fructífera en cuanto a novelas y cómics. Después vino Russell T. Davies, Christopher Eccleston, David Tennant, Steve Moffat..y el resto ya es historia.
Como puede verse, el que hagan una versión igual de buena que su original británico es un extraño fenómeno que solo debió darse en The Office. Y por supuesto, este repaso nos enseña una valiosa lección: no deberíamos andarnos quejando de la falta de buenas series de los dos últimos años, porque, visto lo visto, antes estábamos mucho peor.
Después de las vacaciones, retomamos las series que también se habían ido de nochebuena y algún estreno. A mis habituales Fringe y The Big Bang Theory se une el regreso de Being Human, la sorpresa británica del año pasado.
Coming soon no, que ya la ví este lunes
Domingo, 10 de enero. Being Human. Con bastante éxito por su parte (entre otras cosas, una temporada que pasa de seis a trece capítulos y un remake estadounidense a la vista), vuelve la historia del vampiro, el hombre lobo y la fantasma más prosaicos de toda la televisión. Con las tramas de la temporada anterior ya cerradas y un cliffhanger, las novedades se presentan interesantes: una Annie que superado ya su estado de alma en pena, decide buscarse un trabajo en el pub de la esquina, la novia de George intentando lidiar con su primera transformación en licántropo y la aparición de una organización, de la que desconocemos si es un grupo gubernamental, o directamente, cuatro ociosos mirando internet, que busca investigar, y me temo, erradicar cualquier actividad sobrenatural. ¿Un episodio redondo? No del todo, al menos en mi opinión: como los vampiros no podian faltar, incluyen a una pareja (como una regadera ella, con pinta de mal rollo él) que recuerdan más a la locura de Drusilla y Spike que a la actitud de los vampiros que se había establecido en la anterior temporada.
No te esfuerces. Ya sabemos lo que va a pasar.
Lunes, 11 de enero. The Big Bang Theory. Con Penny y Leonard siendo una adorable pareja, no queda más que tirar del frikismo del resto de personajes para sacar adelante la serie. Aunque con un poco de suerte esto puede servir para capítulos realmente buenos (como el de Sheldon sufriendo las consecuencias de una discusión entre Leonard y Penny), el de esta semana ha sido muy flojo. Raj y Sheldon como pareja cómica está bastante poco explotada como para que resulte interesnante, si bien el resto del capítulo no ha tenido gran cosa que contar: Penny y Leonard riñen y se reconcilian, Raj tiene que emborracharse para hablar con las chicas y Sheldon sigue pasando de todo lo que tenga faldas. No voy a decir que me aburriera porque es una serie a la que le exijo muy poco, pero hay que tener unos mínimos, caray.
Mi abuelo tenía una boina igual, igual, igual..
Jueves, 14 de enero. Fringe. Un capitulillo muy Expediente X para Fringe, que, si bien no dice nada para la Gran Trama de la Guerra Dimensional, siempre es divertido. O más bien, divertido por las monerías varias de Walter Bishop, que en esta ocasión pasa un mal rato por haber visto demasiado cine clásico. Experimentos del gobierno, pueblo con secreto y Walter Conflictuado. Y para mi sorpresa, es de esas escasas veces en las que Astrid sale fuera del laboratorio. Por cierto, ¿soy la única a la que le parece que a Broyles solo le faltan las nike y un número pegado a la camiseta para salir esprintando? ¡Parece un atleta keniata!
Y eso es todo. Que no cunda el pánico, ahora no me dedico a ver series al ritmo de salida: el ver solo tres capítulos a ritmo de emisión me ha permitido terminar con la tercera temporada de Blackadder, fantástica serie que demuestra que los poetas románticos también pueden ser graciosos. Y que Hugh Laurie también puede ser gracioso poniendo cara de atontado.
NADIE escapa a las series británicas de los ochenta. Al menos, en mis entradas
Esta última semana he estado poniendome al día con Roma, pero eso no quiere decir que no haya consumido la dosis habitual de series. Que tampoco es que sea gran cosa, teniendo en cuenta que las series están volviendo con cuentagotas. A continuación, un breve vistazo a los capítulos de la semana.
Mujeres Desesperadas: El mejor capítulo de la temporada, sin duda. O al menos el que más me ha hecho reir. Esta serie es lo que tiene, cuanto más dramáticos se ponen, menos me gustan. Pero esta semana se han lucido. El momento de la hija de Gabrielle y su "somos mejicanos?" me llegó al alma. Y la trama de Susan tambien fue muy divertida. De hecho, a estas alturas Susan es la que más me gusta de las cuatro, más que nada porque bree y Linette son un coñaaaazo.
How I Met Your Mother:
Despues de ese anuncio del gran número musical, y de la importancia del capítulo número 100, y la aparición de la actriz de O.C. que no me acuerdo como se llama, el capítulo en si me supo a poco. La trama de Barney fué directamente ridícula, y todo lo relativo a la madre ya huele a chamusquina. Que la saquen ya y se dejen de darle tantas vueltas. De hecho, si siguen por el camino que llevan, a la serie le quedan dos telediarios. Floja, floja...
The Big Bang Theory: En su linea, un capítulo de los normalitos. Tuvo sus momentos graciosetes, casi todos protagonizados por Hollowitz y su novia (que cada vez me gusta más). Al menos intentaron hacer algo diferente, "emparejando" a Sheldon con Raj, en vez de con Leonard o Penny. Por cierto, estoy a la espera de ver un capítulo sobre la timidez crónica de Raj. Algún día tendrán que intentar solucionar el tema, digo yo.
Big Love: Me esperaba algo más para la vuelta, la verdad. No fue un mal capítulo, pero no hubo nada que me llamara especialmente la atención. Además, hubo un par de cosas que no me acabaron de convencer, a saber: - Los padres de Bill. Ya cansan. Siempre están igual. Que si ahora te intento matar, que si ahora te hago chantaje, que si montamos un chanchullo... No los aguanto. - El exmarido de Nicky. De repente es un padre amantísimo? Toda la pasada temporada diciendo que era un cabrón hijo de puta y de repente es majete. No me lo creo. - El fiambre en el congelador. Un poco absurdo, no? Me parecio un poco demasiado rebuscado. Eso sí, el cadáver muy logrado. Daba grimilla de verdad. - La nueva cabecera de la serie. Pensé que era imposibel hacer una cabecera más aburrida que la anterior, pero lo han conseguido. Me gustaba más la otra. No mucho más, pero algo más. Esta es la nueva:
Make It Or break It: Sí, la veo. Es basura, pero basura entretenida. Suelo verla a mediodia, despues de comer, mientras juego al comecocos de facebook, y oye, es un buen acompañamiento. Eso sí, no le pidas demasiado, proque no te lo va a dar.
Anatomía de Grey y Better Off Ted: Están pendientes. Sólo decir que tengo muchas ganas de ver como vuelve la primera, y que la segunda sigue siendo una de las mejores comedias que hay ahora mismo (aunque esta temporada es algo más floja que la primera).
Y vosotros? Que series vais siguiendo al día? Hay algo buenísimo que me esté perdiendo? (no cuentan Fringe o Dollhouse, que las he abandonado temporalmente, pero pienso recuperarlas en breve).
Como os habreis imaginado por el título, al fin me he decidido a ver ROMA (la serie, no la ciudad). No se por que he tardado tanto, la verdad. Suponía que me iba a gustar, pero no me decidí a ponerme con ella hasta el pasado fin de semana.
En conjunto, me está gustando bastante, tiene buen ritmo, buenos personajes, una ambientación muy lograda, y la trama es interesante.
Aunque lo de la trama tampoco es que tenga mucho mérito, me parece a mi. Si no consiguen hacer una trama interesante con todo lo que hay que contar en ese momento histórico, es para partirles la cara de una hostia.
Pero aunque es buena, tiene algunas cosas que no me acaban de convencer demasiado. En general los personajes reales (César, Cicerón, Marco Antonio,..), son interesantes y a la vez creibles, porque los guinistas no pueden sacar los pies del tiesto con ellos. Puede que sus personalidades tengan poco que ver con las originales, o que se hayan inventado la mitad de su vida privada, pero al menos se respeta lo básico de la historia.
El problema para mi llega con los personajes inventados, Pullo y Vorenus. De que son personajes interesantes y entretenidos no hay ninguna duda, pero a veces se pasan siete pueblos. Entiendo que para contar una historia, todos los personajes tienen que estar más o menos interrelacionados, pero ir metiendo a estos dos con calzador en cada una de las tramas llega a ser un poco absurdo. A estas alturas da la impresión de que estos dos son tan importantes como César en la historia de Roma.
Pero al final, por mucha trama y mucha historia que haya en la serie, lo importante son los personajes. Y los personajes son muy buenos. Excesivos y bipolares, sí, pero muy entretenidos todos.
De izquierda a derecha, y de arriba a abajo:
Atia, la perra del infierno. Es mala, viciosa, manipuladora, intrigante, envidiosa... Evidentemente, mi favorita. Suele dar las escenas más divertidas. Me encanta al relación de amor/odio que tiene con sus hijos, especialmente con Octavia.
Pullo, el legionario buscaproblemas. Aparte de ser majete, siempre acaba teniendo las historias más entretenidas.
Servilia: Amante de César, madre de Brutus y rival de Atia. Es mala tambien, pero mala aburrida, así que no interesa tanto como Atia.
Vorenus: El centurión. Tiene momentos en que es bueno y honrado, y otras veces se le va la pinza y se convierte en un asesino sin escrúpulos. Es un personaje interesante, pero no demasiado convincente.
Brutus: Es un personaje coñazo, está ahí porque tiene que estar, pero no es que aporte gran cosa a la serie. Tirando a soso.
Cleopatra: no acabo de entender muy bien porque sale en esa foto, porque la chica debe haber salido en dos capítulos. No la han aprovechado mucho, podía haber dado más de si. Además, no me convence la actriz que la interpreta, tiene demasiada cara de buena.
Marco Antonio: Sucesor de César y amante de Atia. Básicamente, es un cabrón hijodeputa. Y mola un montón. el mejor personaje de la serie (con Atia pisándole los talones).
Además de estos siete, hay otros personajes, con más o menos protagonismo en la historia: César (tirando a aburrido), Octavia (tirando a sosa/retrasada), Octavio (tirando a gilipollas insoportable), Cicerón (tirando a cobarde pretencioso) y alguno más que no se me acuerda.
En definitiva, una serie recomendable, que merece la pena ver. Además es relativamente corta, solo tiene 20 capítulos, así que no supone demasiado esfuerzo.
Y en el próximo, nos quitarán el pañal. Como a los mayores
Parece mentira, que ya hiciera 365 días desde un nueve de enero, en el que dos ociosos tras una conversación, decidiera entrar en esto de los blogs con más ganas que ideas y el nombre que probablemente sería el más estúpido de la década ¿estúpido? Quizá no tanto, cosas más raras se han visto, sino fuera por:
- No se habían consumido bebidas alcohólicas esa tarde. - A ninguno nos gusta el fútbol.
Desde ese 9 de enero, han pasado muchas horas de escritura ante la plantilla de Blogger, búsquedas de vídeos, de palabras para no repetirse, y sobre todo, el sorprendente trabajo de Hewl a la hora de darle publicidad al blog. Y es que yo me hubiera muerto de vergüenza antes que llegar a ningún sitio y dejar un comentario en plan “sí, tal cosa. Por cierto, visita mi blog”. Pero ya se sabe que el mundo es de los descarados…
Seguramente a estas alturas muchos se preguntarán “¿pero quienes son estos tíos?”. Así que nada mejor para celebrar el aniversario del blog que un post de presentación.
¡Mamá, en el ordenador hay un león de cera y me está hablando!
Hewl es el responsable del nacimiento de Barrilete Cósmico tal y como lo conocemos, del diseño que presenta en este momento, y especialmente, de la parte normal. Y es que en sus ratos libres se ve y se conoce una cantidad de series que a mí me pasma (o que directamente, no me dicen nada ¿cómo van a interesarme si no tienen zombies?). Cuando no está viendo los estrenos de la temporada y seleccionando aquellos con los que se quiere quedar, se dedica a leer cosas profundas, como Jane Austen o a Dostoievski, aunque a día de hoy ha sido vencido en combate singular por el Ulises de Joyce. Vamos, igual que el 99.99% de la población terrícola. Otra de sus aficiones es meterse con Renaissance, cosa que esta le permite por caridad cristiana y porque es incapaz de hacer daño a nadie más alto que ella.
Como ya explicamos en su día, su nombre viene del curioso incidente de la impresora (no necesariamente a medianoche), y es sorprendentemente barato de mantener: con unos turrones de marca blanca y unos mazapanes, es capaz de tirar un invierno entero.
Entre sus posesiones se cuentan un ordenador desde el que escribe, varios libros y un balancín donde duerme su gato, aunque desde que este fue elegido personaje de la semana el verano pasado, cualquiera que resulte elegido para el puesto puede echarse una siesta. Ah, y su foto es la del león de cera de Wonderfalls.
In Soviet Russia, Blogs entries post you!
Renaissance es la segunda en el blog, y se encarga de hacer entradas sobre los libros, series o películas más raros que va encontrando. En realidad no lo hace por vicio, sino porque no conoce otra cosa. Cuando no está viendo series inglesas, o buscando más series inglesas, a ser posible anteriores al año 91, está leyendo, seguramente cosas en inglés que tengan en la portada dibujos de zeppelines biomecánicos, dragones, zombies o cualquier otro indicativo de calidad. Este año se leyó Madame Bovary, pero más que nada para disimular. También tiene un ordenador, una colección de comics (aunque ahora se está quitando del vicio), un dado de veinte caras y un gato que le disputa la hegemonía del sofá. Y cuando no está leyendo o viendo series, suele ponerle motes a la gente y batir records en cuanto a hacer chistes sobre Amstetten. Su foto es una Camarada Trabajadora de la Gloriosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que encontró buscando en Internet y con cuya cara de mala leche encontró bastantes similitudes.
Como celebración del aniversario, es suficiente. Seguramente muchos estarán todavía llenos de dudas acerca de este particular sitio: ¿A quien es igual, igual, igual el Humpty Dumpty que lee el periódico? ¿Por qué debemos unirnos al Memento Contable del 2007? ¿Qué pasa con Armenia? ¿Y que es una evicción? Eso, como decía Pazuzu, a su debido tiempo.
No se si alguien se ha dado cuenta, pero mi compañera Renaissance tiene una extraña obsesión con los gatos (además de sus otras extrañas obsesiones con nazis, zombies y productos enxebres estampados en camisetas fricosas). Así que para ella va la viñeta de hoy, que es una absoluta chorrada, lo se, pero me estuve riendo como 5 minutos seguidos cuando la vi. El humor absurdo es lo que tiene...
Ya es oficial: a dia uno de enero del 2010, nos despedimos definitivamente del Doctor Who tal y como lo conocíamos...y después de cuatro temporadas, la despedida ha tenido que ser a lo grande. De hecho, creo que esta regeneración del doctor ha sido de las más emotivas que he visto nunca, y lo dice una persona que se ha visto las cuatro últimas, desde Peter Davidson hasta..bueno, David Tennant.
La segunda parte retoma el cliffhanger anterior con la aparición de los Señores del tiempo, que pese a la renovación que ha sufrido la serie, siguen siendo unos horteras de tomo y lomo.
Del Señor del tiempo de los 80 a Timothy Dalton, NO hay ninguna diferencia textilmente hablando.
Y es que, pese a lo que nos hubieran contado en las primeras temporadas, con todo eso de las guerras contra los Daleks, los Señores del Tiempo están vivos, bien y viviendo en una especie de burbuja temporal, hasta que sea el propio The Master quien los guie de nuevo a la tierra. Y es que ese célebre sonido de los tambores que habían causado su locura, no era sino una "ruta" que podrían utilizar para volver a la tierra.
Mira qué tres pies para un banco..
Tras una serie de huídas en naves espaciales, explosiones varias y más escenas de acción propias de una Gran Final como correspondería, nos acercamos al verdadero final de la serie: The Master, más en un acto de venganza que de sacrificio, se deshace de los Señores del Tiempo y el Doctor se enfrenta a los cuatro golpes que anuncian su muerte.
Es aquí cuando, al menos en mi opinión, empieza la verdadera Gran Final de la etapa Tennant: El doctor acepta su muerte, teniendo que salvar a Wilfred Mott de una descarga masiva de radiación, y dispone del tiempo suficiente para despedirse de todos los acompañantes aparecidos en las temporadas de Russel T. Davies: sucesivamente, se encuentra con Martha Jones y Mickey, con Sarah Jane, con el capitán Jack en un bar espacial más propio de Star Wars que otra serie (pero, eh ¡había un cameo de Russell Tovey, el hombre lobo de Being Human! ¡¡Y un Adiposito!! ¡¡He visto un adiposito!!) y finalmente, de Rose, la primera acompañante de la serie, gracias a la posibilidad de la Tardis de desplazarse en el tiempo. Para terminar, nos encontramos con la despedida de Donna y Wilfred, quizá la más triste de toda la serie ya que esta es la única persona que se ha visto obligada a olvidar todo lo vivido con el Doctor.
El resultado de este End of Time ha sido un poco irregular: hay una primera parte lenta, que parece limitarse a dejar bien claro que la amenaza de la temporada va a ser la reaparición de The Master, liquidar a cualquier personaje relacionado con este y presentar a otros tantos que parecen no servir de mucho. Hay una segunda que intenta resolver todos los cliffhangers y ofrecer un final que tiene toda la intención de que los fans lo recuerden durante años. Pero finalmente, lo mejor de este final ha sido la tragedia que ha acompañado al Doctor durante los últimos episodios. Su muerte se le ha anunciado, y a diferencia de otros casos, este tiene la oportunidad de despedirse de todos los que ha conocido, para que sus últimas palabras sean un dramático "I don´t wanna go"...y dejar paso al nuevo Doctor de Matt Smith.
Voy a poner verde todas las imágenes que salgan de la temporada con la firme esperanza de tener que tragarme mis palabras.
Estas cuatro temporadas han sido sin duda las más importantes del Doctor Who: ha pasado de ser una serie conocida por cuatro gatos y reducto de una televisión ochentera (ah, que tiempos cuando la veía yo solita en la BBC de la tv por satélite) a ser conocida por aficionados a las series y recibir al menos uno o dos premios por temporada. De momento, hasta la primavera de este año, tenemos un nuevo logo para el doctor, que a mi no me gusta nada de nada (¿una tardis hecha con iniciales? ¿Iniciales en mi serie favorita? ¿Qué demonios creen que es esto, una producción de J. J. Abrahams?), y especialmente, un episodio con Daleks en la Alemania Nazi escrito por Mark Gatiss, uno de los integrantes de The league of Gentlemen...cosa que tiene su encanto, ya que en lo que llevo de episodios no he visto ninguno ambientado en esa época. Y ya es raro, porque la segunda cosa que se me pasa por la cabeza al ver un Dalek, después de "¿quien le ha enchufado una batidora a esa aspiradora industrial?" es pensar "dios mío, un nazi del espacio exterior".