Anda que ahora vamos a rodar como si nos hubiera embestido el planeta Melancolía
Muchas veces películas o novelas que nada tienen que ver con el tema aprovechan un punto de partida cercano a la ciencia ficción para plantear cuestiones completamente distintas. La Carretera hablaba de la supervivencia y la preocupación por lo que queremos en un escenario catastrófico que nunca queda claro. Nunca me abandones, sobre la vida de unos clones a los que no les queda otra que servir de donantes de órganos. La historia que desarrollan poco tiene que ver al final con su premisa fantasiosa, más allá de servirle para tratar un tema que muchas veces sería imposible de escribir en una novela realista.
En Otra Tierra se descubre un planeta idéntico a este, y tras las primeras investigaciones se descubre que no solo es habitable y está poblado, sino que es un reflejo de la Tierra original (o de la segunda, según desde qué planeta se compare): cada persona tiene su versión exacta en el planeta que pueden ver enfrente, y por lo que se sabe, el desarrollo de los dos ha sido igualito, por lo que no queda en muy buen lugar la originalidad de la especie humana, pero esto es todo lo que podrá saberse de Tierra 2 (o 1).
Seguramente lo habréis adivinado, y si no...sí, es uno de los primeros tipos que salía en Perdidos
Lejos de contar preparativos sobre viajes al espacio o de cómo este descubrimiento afecta de forma global, la historia se centra en cómo esto afecta a dos personajes: la protagonista, que sale de la cárcel tras haber tenido un accidente de coche bastante desafortunado hace cuatro años, y el hombre que perdió a su familia en él. Sin muchas expectativas en la vida, la protagonista decide presentarse a un concurso en el que se gana un viaje a la otra Tierra, poco antes de encontrarse de nuevo con el hombre a quien arruinó la vida, que como era de esperar, tanto su vida como su casa están hechos una piltrafa.
El desarrollo de la película es bastante extraño: los dos personajes empiezan una relación de una forma bastante inusual, debido a que siendo menor, sus identidad se quedó en secreto tras el accidente, y que la intención inicial de la protagonista era pedir disculpas…Seguramente en una comedia romántica esto daría para divertidas situaciones y un final feliz, pero habiendo sido premiada en el festival de Sundance, y con todo el tema del planeta y el viaje al espacio, sabemos que no va a pasar nada de eso.
Lo absurdo de la situación sirve para tratar más o menos la moraleja o la filosofía de la película: la posibilidad de cambiar las cosas, corregir errores, o incluso, plantearse como podrían haber sido estas de no haber metido la pata estrepitosamente (como por ejemplo, conduciendo borracha y mirando el dichoso planetita), y la realización ayuda bastante: muchos silencios, secuencias con la protagonista desplazándose de tren en tren, limpiando la casa o simplemente, mirando al mar o a las noticias que van revelando más novedades sobre la otra tierra. También, muchos colores apagados y una fotografía algo opaca que, aunque según el director sirve para reflejar el estado de ánimo de los personajes, a mí me pareció un poco hipster: a veces parecía que en vez de cámara, habían filmado con Instagram…
A otra tierra hay que reconocerle también la eficacia con la que ha conseguido contar una historia: no es que pueda irse muy lejos con ella ni asquear al espectador con insufribles planos fijos, por lo que los usa lo justito y la trama se resuelve en noventa minutos, una minucia para lo que suele ser hoy en día. Además, el tema de los dobles, las vidas paralelas y las segundas oportunidades, me ha gustado bastante, aunque sea una versión mucho más seria en cuanto a la situación de los personajes, y sobre todo, alejada de explicaciones científicas, de la que podría darse en una película o novela de ciencia ficción más al uso.
2 comentarios:
Al principio la idea me parecía muy Fringe, pero se reduce todo a una historia de segundas oportunidades y redenciones, pero no pasa de entretenida.
Yo, emitiéndola en un ciclo del cineclub, y estando premiada en Sundance, sabía que de Fringe no iba a tener ni una letra.
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