El gato no está leyendo. Solo está pasando vergüenza ajena tras ver los últimos librosComo Hewl está pensando en volver a escribir, y temo que la entrada sea profundamente sarcástica con mi persona (o hablará de series, que era como habíamos empezado), voy a empezar la semana con los últimos libros que han pasado por mis manos.
André Gide. Les faux monnayeurs. Aunque esta debería ir en el apartado de lecturas gabachas varias, como no me daba para la siguiente recopilación, va aquí suelta. Y aunque se trate de una de las novelas de entreguerras más importante (el ejemplar que me prestaron venía con anotaciones de algún sufrido estudiante), tampoco me ha gustado mucho..Y es que, entre el argumento, que es bastante enrevesado y tiene algunos puntos entre lo perverso (para la época) y lo absurdo, tiene una forma muy particular de escribir, que puede dar la impresión de ser un poco pagado de si mismo y no ser plato de todos los gustos, especialmente cuando incluye párrafos opinando sobre las decisiones que han tomado sus propios personajes, o el tema de “novela dentro de una novela” con el trabaja durante todo el libro.
Sarban. The sound of his horn. Con esta novela corta entramos de lleno en la ciencia ficción de entretenimiento, y en uno de los campos más explotados en los últimos cincuenta años: ¿Qué pasaría si los nazis hubieran ganado la guerra? De la respuesta no estoy muy segura, pero lo que sí es cierto es que muchos escritores se habrían quedado sin ideas manidas. En el caso de este libro, lejos de plantearse cómo sería el mundo tras cincuenta años de régimen nacionalsocialista, tira por otro de los clichés típicos del género pulp: la cacería de hombres. Porque el protagonista acaba en los dominios de un malvado alemán que en sus ratos libres se dedica a organizar partidas de caza ayudado por sus perros y una bandada de chicas-gato ligeras de ropa…sí, habéis leído bien. Está visto que uno de las imágenes más recurrentes para los otaku fue inventada hace cincuenta años. Por lo demás, hay que reconocerle que está bastante mejor que muchos pastiches del estilo escritos recientemente, y que, para que negarlo, es de esas novelitas cortas que se disfrutan cuando no se toman en serio para nada.
Martin H. Greenberg. If I were an Overlord. Todos los que hemos leído fantasía, ciencia ficción o cualquier género de evasión reconocemos al personaje de Malvado Señor del Mal, al que, por malo que sea en los correspondientes libros, ha sido explotado hasta la saciedad: desde Sauron hasta el Doctor No, pasando por el Doctor Infierno y la lista de “Cosas que no haría si fuera un Malvado señor del Mal”. Era de esperar que saliera una antología con relatos basados en este tipo de personajes. El conjunto es bastante irregular, porque entre algunos que buscan el chascarrillo (sin gracia. No todo el mundo puede ser Pratchett) hay algunos que sí mantienen bastante el tipo, e incluso alguno de los autores se atreve a escribir un relato más serio sobre el tema, aunque son los menos. Porque, a estas alturas, y con la cantidad de libros y películas, es bastante difícil que alguien se tome en serio a cualquier Señor del Mal. A menos que te llames Kim Jong Un y vivas en Corea del Norte, claro.
5 comentarios:
Es muy complicado ser Pratchett o parecerse a él.
Sólo Pratchett puede ser Pratchett! :)
Me ha dejado un poco ojiplática el argumento de la segunda lectura, hasta me planteo buscarlo y todo xD
Saludos!
satrian: hoy muchos escritores creen que haciendo cuatro chascarrillos pueden emularlo.
Akane: no hace falta que la busques, http://www.munseys.com/book/21900/Sound_of_His_Horn,_The
Actualmente es una descarga gratuíta, creo que también hay por ahí una versión en castellano titulada "el cuerno de caza".
Dile al gatito que no se avergüence que los humanos somos así, la mayoría tenemos una cuantas lecturas que nos encantan y que ponemos en el último rincón de nuestras estanterías confiando en que nadie las descubra. Pero eso sí, las disfrutamos muchísimo. Y en estas y otras muchas, qué sería sin el señor del Mal. Siempre denostado, pero tan fundamental para una buena lectura. La antología ya la tengo anotada en mi libreta desde luego. Sí, no me mires así. Se lo digo a mi gato que me mira desde el ULISES de Joyce, uno de sus preferidos, pues en él se prefiere a los gatos y además es bien gordito para reposar a gusto.
Besos!
Ana.
¡Es cierto! El señor del mal siempre se lleva la peor parte, cuando sin él, no habría ni la mitad de sagas de fantasía o ciencia ficción. El libro es un poquito flojo en conjunto porque la mayoría de relatos humorísticos no terminan de cuajar, pero está bien como lectura ligera.
Mi gata se nota que es de otra generación: ella duerme encima de la tele. Solo se baja a los libros cuando ve que les estoy haciendo más caso que a ella.
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