La juventud, y la belleza eterna han sido uno de los mayores anhelos del ser humano. Unido también al rechazo al paso del tiempo como esa antesala de lo inevitable, el deseo de mantenerse, al menos en aspecto, joven, se convierte en uno de los vicios que han acompañado a industrias tan centradas en lo físico como son la moda y el cine. Una exigencia que ha sido criticada a menudo, parodiada, denostada y reflejada en muchas películas que mostraban los estragos, no de la edad sino de los criterios de una sociedad que quiere volver la espalda a la visión de la vejez, condenando al olvido a todos aquellos que han pasado esa edad óptima o exigiendo una estética alcanzable únicamente mediante la cirugía. La parte más sombría de ese mundo de luces ha sido mostrada a menudo a través del drama psicológico o bien del fantástico en su forma más oscura y visceral. Si El crepúsculo de los dioses y la más reciente THe Substance so un buen ejemplo, la comedia también se una forma de mostrar, con menos agresividad, la pero la misma mala idea, lo ridículo de intentar detener el tiempo. Aunque los protagonistas de la película de Robert Zemeckis, por un momento, lo consigan.
La muerte os sienta tan bien, además de ser una de esas traducciones creativas que acaban funcionando mejor que el título original (en este caso, Death Becomes Her) adelanta lo que sucederá a los protagonistas: Madison y Helen, actriz y escritora rivales desde hace años y con tendencia a robarse las parajes una a la otra. Esto también sucederá cuando conozca a Ernest, el prometido de Helen y que pasará a ser la última de las conquistas de esta. Pero también, la gota que colma el vaso: años después, Helen vive sumida en una depresión y obsesionada por vengarse. Pero la vida tampoco ha ido bien para la nueva pareja y el que fuera un prometedor cirujano plástico se gana la vida como maquillador de muertos, y Madison está más ocupada intentando aparentar menos años que en mantener una carrera artística en horas bajas. Cuando, tras reencontrar a Helen esta contempla atónita como parece haber rejuvenecido, decide probar una formula que le asegura la juventud para siempre… con una sola advertencia: esta se mantendrá pase lo que pase durante su vida. Incluso después de un accidente o de un intento de asesinato.
Zemeckis es responsable de producciones tan variadas como recordadas. Éxitos como Forrest Gump, Naufrago, pero también Regreso al futuro, quien engaño a Roger Rabbit y esta comedia fantástica que aunque no llegar a alcanzar el éxito de las anteriores, parece imposible que sea considerada una obra menor contando con Meryl Streep ,Goldie Hawn y Bruce Willis como trio protagonista, además de Isabella Rosselini en un papel secundario. Centrada únicamente en los tres personajes principales, la trama toma distintos tópicos del thriller, como ese triángulo amoroso y un asesinato que sale mal, para después dar un giro hacia el fantástico y convertir al personaje mas apocado en el centro de las obsesiones e intereses de sus dos protagonistas
No hay en este caso demasiada comedia gestual, y las secuencias de la pelea post mortem entre Goldie Hawn y Meryl Streep se salda rápidamente en un par d eescenas para dar paso a la segunda parte de la trama: el personaje de Bruce Willis, motivo dela enemistad entre a ambas, se convierte en el objetivo a proteger por un interés común, pero también a quien mangonear por partida doble, algo que se dejaba entrever mediante la actitud de ambas y la caída hacia la mediocridad de este. Además de la rareza que supone el ver a Willis en un papel cómico no relacionado con el cine de acción. Y con un matita de pelo casi testimonial.
Los efectos e especiales, centrados especialmente en las escenas posteriores a la resurrección de las protagonistas, son un tanto puntuales pero han aguantado muy bien el paso del tiempo, algo parecido a los utilizados en La familia Addams en cuanto a uso y buen envejecer, pero son algo muy secundario en comparación al tema principal y su giro de guion en la parte central. Este ocupado principalmente en el conflicto de las protagonistas, obvia elementos tan interesantes como el personaje de Isabella Rosselini como anfitriona de un Beverly HIlls por el que pasean muertos ilustres como Warhol, Marilyn, Jim Morrison o el mismo Elvis, a modo de miembros de ese culto a la fama y juventud y como guiño a esa cultura popular de estrellas que vivieron rápido, murieron jóvenes y dejaron, o queremos creer, un bonito cadáver… como James Dean, a quien también posible reconocer en ese momento.
Es el tono de comedia amable el que hace que, ,pese a contar con momentos con un potencial tan hiriente como estos personajes condenados a acabar embalsamados para siempre, se queda en una puya, opuesto al final feliz ganado por ese protagonista un poco victima de las circunstancias que alcanza la inmortalidad de forma metafórica, mediante una buena vida y en la memoria de sus seres queridos (y , de una forma un tanto conservadora, mencionando como este fue padre de familia numerosa) frente a la representación de la vanidad con sus contrapartidas convertidas en poco menos que momias repintadas una y otra vez.
Esta comedia menor de Zemeckis lo es solo en comparación a sus producciones más vistosas y recordadas. Pero también es una película que aún retratando un entorno tan superficial desde su nacimiento como es Hollywood, se adelanta varios años a su tiempo, recurriendo a la fantasía para hacer mofa de una industria donde lo único que cambia son las tendencias en la cirugía estética.
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