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lunes, 16 de febrero de 2015

Xenozoic Tales. Cadillacs, dinosaurios y narración pulp


Hay títulos que se venden solos. Este fue el caso de una serie de dibujos llamada Cadillacs y Dinosaurios, cuyo título no engañaba: salían coches, y dinosaurios, todos los que quisieras y hasta un futuro postapocalíptico. Juntando todo esto a una animación de lo mejor que podía verse en el 93, era imposible no quedarse delante de la pantalla. En cambio, esta no llegó a ser de mis preferidas, por parecerme demasiado episódica, y a ratos, muy para todos los públicos. Pero su contenido sí era lo bastante llamativo como para tomar nota de los comics en los que se basaba y echarles un vistazo en cuanto me los encontré en la biblioteca.

 



Xenozoic Tales es el título original de los comics (y que a día de hoy me gusta más que el de los dibujos) en el que los protagonistas viven en un mundo posterior a un desastre ecológico. Pero mientras estos se pasaron varios siglos bajo tierra, la Evolución decidió dar al botón de reset y probar suerte de nuevo con los dinosarurios. Que si no son los originales, son muy parecidos. Ahora los humanos sobreviven en medio de selvas gigantescas, desiertos y enormes reptiles, conservando escasos conocimientos mecánicos y algunas máquinas que han podido conservarse. La llegada a una de las tribus de la embajadora Hannah Dundee sirve para dar comienzo a su historia y a la de Jack Tenrec, un mecánico que ha conservado parte de estos conocimientos pero que está convencido de que cualquier intento de alterar el equilibrio de la tierra será un fracaso para animales y  humanos. Y, aunque sus primeras aventuras consistan solo en anécdotas aisladas, un cambio en la política de las tribus provocará la huída de ambos y la participación, para disgusto de Jack, en un conflicto entre poderes políticos.

 


La influencia más clara del comic es el de la novela pulp y el género de aventuras. Viendo los paisajes, las criaturas y a muchos de los personajes, es imposible que no vengan a la cabeza Doc Savage o Edgar Burroughs. De hecho, pese al arco más complejo que empieza a desarrollarse en las últimas historietas, los principales componentes de estas son la acción, algo de intriga e incluso una vía más cercana a la fantasía, con la aparición de una civilización de hombres reptil que parece sacada de los años veinte. El mismo protagonista es un claro ejemplo: en él se reúnen los arquetipos de tipo duro, de gran cazador pero también el de héroe. Al igual que Hanna, el personaje femenino principal, que en realidad es también uno de los más fuertes de todo el cómic y al que su autor en ningún momento rebaja al papel de dama en peligro.

 


El pulp es un elemento constante en toda la historia, pero esta no se queda solo como un homenaje a esta forma de narrar. Las historietas van pasando de ser autoconclusivas a formar parte de un argumento más extenso, en el que el mundo y la cultura de Xenozoic Tales va explicándose de forma progresiva, formando una mezcla muy particular entre política, mecánica y conocimientos muy unidos a la superstición y al chamanismo, especialmente en el caso de su protagonista.

 


Este es uno de esos comics en los que el dibujo es tan necesario como el guión. Mark Schultz no solo se encarga de crear una historia pulp sino un escenario y unos personajes que estén a la altura, donde en cada viñeta se crea un paisaje lleno de detalles. Si en otros comics, como Walking Dead, los dibujos acaban sirviendo para enterarse un poco de lo que hacen los personajes y no pararse mucho, en este es imposible no dedicarle el tiempo que cada página merece: un Cádillac recorriendo un páramo, un pantano lleno de bichos repulsivos, cada ciudad y sus habitantes, y especialmente, cada personaje. Todos ellos, únicos y reconocibles. Aunque la maña de su autor a la hora de dibujar no impide que el diseño de algunos evolucione, como si el carácter que van  desarrollando pidiera una caracterización distinta a la original.

El material original de Xenozoic Tales no es demasiado extenso. Schultz se encargó de 14 números que gustaron lo bastante como para dar lugar a una adapción a videojuego además de la serie de televisión. Serie gracias a la cual pude conocer este cómic…y de paso comprobar que, por suerte, los animales favoritos de este blog también tienen su hueco en la era xenozoica:

 

  

2 comentarios:

satrian dijo...

Tiene narices que la única conexión que tengo con el comic es la máquina recreativa que sacaron del mismo :P

Renaissance dijo...

Yo por la serie de dibujos de la TVG (que hoy con la intro noventera no queda muy bien). Pero vi la portada en la biblioteca y se vendía solo.

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