La pelea entre lo sutil y lo espectacular en el cine de terror viene de mucho antes de las discusiones sobre este, como mero entretenimiento, y el “elevated horror” que defienden muchos (las malas lenguas dirán que es porque les da vergüenza reconocer que se lo pasaron pipa con Insidious). Mucho antes, cuando Bela Lugosi ataviado con una capa de ópera declaraba que nunca bebía...vino, cuando la criatura de Frankenstein asesinaba, sin ser consciente, a una niña, el públio se asustaba y algún censor se ponía alerta. También entonces, otros directores apuntaba a un enfoque más sutil, casi minimista, en el que todo estaba sugerido pero también presente una importante carga psicológico. Fue ea principios de los cuarenta, con esos monstruos que hicieron famosos a la Universal en pleno declive, y en el tercer año de guerra, cuando la RKO produciría una pequeña película, casi parca en comparación a la sombra de esos monstruos pero que cuya trama y y contendido perduraría durante décadas, dando lugar a una secuela e incluso un remake cuarenta años después.
La mujer pantera del tirulo, Cat People en el original, es Irina Dubrovna, una joven diseñadora de origen servio que vive en Nueva York y comienza un rápido idilio y matrimonio con Oliver. Su nueva vida se ve afectada por la idea que atormenta a Irina cada vez más: la leyenda de su pueblo natal en el que ciertas personas pueden convertirse en seres felinos. Atormentada por la posibilidad de que cualquier acto que le haga perder el control de sus emociones pueda llevarla a convertirse en uno de esos seres y destrozar a aquellos que ama, busca ayuda en un psiquiatra aconsejada por su marido. Mientras, Oliver comparte sus preocupaciones con Alice, su amiga y confidente en lo que respecta a la relación con su esposa y preocupaciones sobre esta. Pero Irina, consciente de la complicidad entre ambos, comenzará a ser presa de los celos y no dudará en ceder a ese lado oscuro que la aterrorizaba para defender a quien considera suyo.
Con una duración que hoy se consideraría un final de temporada en cualesquier serie (unos 70 minutos) la película de Jacques Tourneur carece de espectacularidad, centrándose en entornos reales y familiares, y jugando con la iluminación, de forma que recuerda a los escenarios expresionistas de veinte años atrás. Dota de una mayor importancia a la psicología de los personajes, y en cierto modo, al simbolismo: la ilustración que Irina dibuja al comienzo del metraje anuncia el desenlace de esta. Y tanto su profesión, diseñadora, como la de Oliver, ingeniero naval, coinciden en en componente creativo y de intuición, quedando opuestos entre lo artístico de uno,y lo preciso y racional de otro.
Del mismo modo, los miedo sy la irracionalidad de Irina se enfrentan con la explicación lógica y las propuestas de tratamiento por parte de su esposo. Y la leyenda que da trasfondo a la trama, además de utilizar de forma inteligente aspectos de la narrativa tradicional, como la figura de la criatura cuya herida delata la naturaleza de cambiaformas del humano que muestra la misma lesión, refleja la diversidad de procedencias en la ciudad escenario de la historia. Pero también, de nuevo, la oposición entre las creencias antiguas de la vieja Europa con el utilitarismo del Nuevo Mundo.
Todo esto sirve de contexto a un desarrollo que perfectamente podría encuadrarse en el suspense: la protagonista reprime su relación a causa de su miedo, pasando a abrazar esa parte animal de la que intenta huir al sentir una emoción tan potente como son los celos. Y la fascinación que comienza a sentir hacia ese lado oscuro aparece simbolizada por la pantera encerrada en el zoo que ella misma se encarga de liberar. Su transformación se desarrolla paralelamente al deterioro de su relación de pareja, mientra que la complicidad entre Oliver y su amiga se vuelve más fuerte hasta convertirse en el interés romántico y detonante de la transformación de Irina. Aparece el contraste de nuevo, esta vez entre una relación breve e impulsiva, frente a otra que ha venido desarollándose y se consolida con el paso del tiempo.
El desenlace, que no podíaa ser de otro modo, sino es con el final de su protagonista, se inspira directamente en la tradición oral sobre aquellos que pueden transformarse en animales, y donde el lado oscuro de Irina solo puede llevarla a aceptar su propia naturaleza. Y con ella dándole paso a la nueva pareja que se establece en los últimos minutos, estableciendo con esta el triunfo de lo pragmático frente a la intuición y la impulsividad.
Sin una sola transformación, ni una muestra de violencia explicita, La mujer pantera transmite a la perfección la idea de lo cercano como fuente de lo inquietante, y la línea que separa lo racional del instinto.
3 comentarios:
Yo dentro de un par de décadas me convertiré en el señor mayor que le grita a una nube cosas como "el terror elevado no existe" y "en 'Hereditary' no hay subtexto" xD. Lo de ponerse excusas para ver una película de género nunca lo llegaré a entender del todo, como lo de los placeres culpables. Aunque casi igual de inexplicable es lo de ver/leer cosas que no te gustan para hablar mal de ellas.
La peli la vi hace un montón de tiempo, junto a "Yo anduve con un zombi", y de lo poco que recuerdo es que tenía una atmósfera como de cine negro. No sé si es un fallo de mi memoria o que en realidad los cuarenta es la década del cine bélico, el western y el cine negro de señores con gabardina, sombrero y cigarro colgado de los labios xD. Sea como sea, merece un revisionado.
De Jacques Tourneur vi este año "La noche del demonio", pero recuerdo otras pelis como "Berlín Exprés", una con Vincent Price que no recuerdo el título pero que adaptaba Annabel Lee de Poe y que era muy divertida, y Retorno al pasado, uno de los clásicos del cine negro de la época.
La película de Vincent Price a que te refieres debe ser "La comedia de los terrores", donde comparte cartel con otros mitos del terror (Boris Karloff y Peter Lorre). Es curioso que, siendo Tourneur uno de mis directores favoritos, nunca haya visto esta peli y que "La mujer pantera" haga décadas desde la última vez que la vi. Deberes que me pongo para Navidad...
Por cierto, el mismo productor Val Lewton puso en marcha una secuela, que creo que fue el debut de Robert Wise ("West Side Story") en el cine. Se titula "The Curse of the Cat People" (la editaron en dvd, pero no recuerdo la traducción del título, solo que no era la Maldición), y que me gustó mucho cuando la vi.
Anacrusa: menos mal que lo del terror elevado me pilló mayor o me pasaría mucho tiempo quejándome de esas películas pretenciosas (aunque no mucho porque pese a todo, Hereditary sí que me gustó un montón).
Yo anduve con un zombie la ví hace muchos años, creo que en el programa de cine de Garci, aunque para temática de muertos vivientes vudú, me gustó más White Zombie con Bela Lugosi. La noche del demonio de Tourneur también me había gustado, pese al muñecote ese que se marcan al final para que haya monstruo...por algún motivo me recuerda a un peluche friki (como les de por sacar reproducciones a la venta, me compro uno).
José Miguel García: yo también creo que es La comedia de los terrores, la recuerdo como una película con mucho humor negro aunque comparada con la otra en la que Vincent Price comparte pantalla con Lorre y Karloff, El cuervo sigue siendo mi favorita.
También he visto la secuela de La mujer pantera...bueno, la semana pasada acabé haciendo ciclo de cine felino, y me sorprendió el cambio de tono. Si era una continuación, lo era por seguir con la historia de los personajes de la anterior, pero también me gustó mucho por ser un cambio completo de registro. De esta, y del remake del 82, quería escribir estas semanas.
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