Hoy hace un año que Sabela llegó a casa. Llegó de golpe, sin
darme tiempo a pensar “decidido, este hogar necesita otro gato y mañana mismo
voy a buscarlo”. Pero en cuanto entró, se sentó en mi regazo y empezó a
ronronear hasta quedarse dormida, decidí que este también iba a ser el suyo. La
única que no parecía muy contenta era Dalek, que durante cinco o seis días no
paró de bufarle a aquella intrusa que también decía “miau” y con la que mantuvo
las distancias durante quince días más.
En este año les ha dado tiempo de replanterse la situación:
los bufidos y la indiferencia dieron paso a compartir sofá, empezar a jugar
juntas, probablemente repartirse los dominios gatunos e incluso limpiarse las
orejas mutuamente. Aunque he podido comprobar que en un 99% de las veces, el
baño termina en sesión de manotazos y en tragedia. Para Sabela, evidentemente,
que a día de hoy todavía no ha sido capaz de ganar una batalla.
"No nos estábamos peleando...lo juro."
También ha sido el tiempo suficiente para descubrir que
tiene un carácter completamente opuesto a su
hermana adoptiva: es maulladora, cariñosa, no para de jugar con
cualquier cosa que encuentre y…lamentablemente, el título de Sabela Tyrell no
ha sido muy adecuado porque la pobre ha demostrado no ser especialmente
brillante. Practicamente es una copia en negativo de Dalek, muy tranquila,
elegante, más astuta y que observa a todos con una indiferencia muy felina. Sabela,
en cambio, es la primera gata que se ha tomado las confianzas como para
frotarme la nariz con el hocico…y es que a veces parece que, donde Dalek ve a un esclavo que le abre los
paquetes de comida, Sabela cree que hay un gato gigante sin pelo capaz de usar herramientas.
Feliz cumpleaños, Sabela. Espero que este año de maullidos,
carreras nocturas, manotazos y esa mirada tan especial suya, como de no estarse
enterando de nada y a la vez de comprenderlo todo, sea el primero de muchos.
3 comentarios:
Pero qué guapas son, pijo! :)
Felicidades a Sabela!! Me alegro de que se haya ganado un hueco en el hogar y haya terminado llevándose más o menos bien con Dalek.
Un abrazo
Felicidades, preciosa Sabela!! Qué bonitas las fotografías de las dos gatas y qué bien que Dalek poco a poco fuera tolerando a la última en llegar. Aunque, claro, siendo ella más mayor la pequeña es normal que la exaspere de vez en cuando. Me ha gustado mucho cómo las describes y cómo señalas sus diferencias. Lo que es seguro es que ambas están encantadas contigo y se sienten como todo gato desea, las reinas de la casa.
Un abrazo.
Liliana Fuchs: parece que lleva una eternidad en casa, ya. Y eso que todavía no tengo muy controlada la sociedad gatuna: a ratos se acicalan, y a ratos hay combate a muerte. Parecen hermanas de verdad.
La Minomalice: Ji, si es que cuando no estoy intentando que me hagan hueco en el sofá, me dedico a hacerles fotos. Son como el día y la noche, pero ya no me imagino estar en casa sin ellas.
Publicar un comentario