En los últimos meses se han estrenado bastantes películas de temática futurista. Sobre todo, de futuros lejanos. Pero una de ellas ha sido la que se ha encargado de cubrir uno de los subgéneros de la ciencia ficción, como es la distopía: situaciones imposibles que, situadas en un tiempo relativamente parecido al actual, quieren reflejar o criticar algo que está pasando o que podría pasar. Eso implica que ninguno de los escenarios va a ser el mejor posible, y The Purge no es una excepción. Además, con el título español de La noche de las bestias recupera una de las tradiciones que muchos conocimos en el cine doblado de antaño: la de olvidarse del título original y darle uno mucho más llamativo.
Dentro de diez años, Estados Unidos es un país modelo en cuanto a seguridad y desarrollo económico: la tasa de desempleo es nula y la de criminalidad, irrisoria. El truco consiste en las 12 horas, en las que el gobierno suspende toda fuerza del orden y servicio de emergencia para que la gente pueda cometer todo tipo de delitos. Durante la purga, los ciudadanos se dedican a robar, asesinar o bajarse películas de Internet sin que esto constituya delito. Según explican los medios de comunicación, esta costumbre se instauró tras unos disturbios en los que murió gran parte de los sectores más desfavorecidos y conflictivos de la sociedad. Naturalmente, hay críticas a este procedimiento en el que solo los que tienen dinero para pagar sistemas de seguridad están a salvo, pero visto que tanto la criminalidad como las pensiones no contributivas se han reducido, y que las empresas de vigilancia y seguridad se están forrando, la mayoría se limita a encerrarse en su casa durante doce horas o en el peor de los casos, a salir con una escopeta y canalizar la agresividad acumulada de todo un año. Una familia, bastante acomodada gracias a los beneficios de trabajar para una de esas empresas, se dispone a pasar la noche de la Purga como tantas otras, hasta que su hijo salva y acoge en casa a una de las víctimas. A partir de ese momento pasarán a ser el objetivo de todos los que han elegido la segunda opción en la noche de la Purga, y el moderno sistema de defensa instalado en la casa no resultará tan infalible como aparentaba.
Aún con una premisa cienciaficcionera, la película está pensada para ser un thriller con algo de acción que pueda ser disfrutada por un público más amplio, y seguramente por eso da la impresión de no terminar de cuajar: le falta algo de ritmo, y la primera parte, exceptuando toda la información que se proporciona sobre la Purga, es bastante tópica presentando a la familia modelo de barrio residencial, sus repunantes vecinos, y especialmente, las neuras de cada uno: Ethan Hawke como padre yuppie, Lena Headey como esposa amantísima (y de nuevo, con un estilismo que me hace pensar si se dedican a ponerle una peluca por cada papel que interpreta), hija adolescente bastante petarda e hijo friki necesario para poder plantear al espectador los problemas morales de la purga y que su imprudencia sirva de detonante de la película, con la entrada del joven al que salva de ser asesinado. La forma de desarrollar la amenaza que sufren los protagonistas es seguramente lo más flojo, porque se diluye bastante con situaciones que no aportan nada, como la aparición del novio de la chica, pegando tiros en casa, en un giro de guión bastante innecesario, y sobre todo, con el inexistente papel del superviviente que entra en casa. Más que un personaje, es un
Mcguffin, que apenas aparece en todo el metraje si no es escondiéndose, siendo atado con cinta americana, que entre él y el resto de víctimas, gastan bastante, o para salvar en el último minuto a los protagonistas, haciendo que los 85 minutos de la película se alarguen demasiado en persecuciones en una casa a oscuras, y sobre todo, hacer quedar en evidencia al principal fallo del guión, que sería el cacoso sistema de seguridad que el protagonista se dedica a vender y que es lo primero en fallar gracias a un recurso tan tonto como cortar la electricidad en la calle.
A su favor tiene una premisa que le puso los dientes largos a mucha gente, con ese futuro improbable en el que cualquier tipo de crimen está permitido, y sobre todo, al presentar a niños bien que no dudan en matar a sangre fría y parecen sacados de Funny Games, de Hanneke. Precisamente durante las secuencias que sirven para informar del transfondo es en lo que más insisten: los programas de televisión explican los beneficios para la comunidad de este proceso, frente a la conversación que los protagonistas tienen con su hijo, donde tras jurar y perjurar que ellos nunca han sentido la necesidad de dañar a nadie, lo despachan con el típico “cuando seas mayor lo entenderás”. Es interesante cómo introducen el tema de la violencia como parte del ser humano y la necesidad de controlarla, aunque lo hacen de una forma bastante somera, cosa que entiendo al tratarse de una película de entretenimiento. De nuevo, lo mejor son las secuencias en las que se presenta el sistema de la Purga y como se ha integrado en la sociedad que aparece en la película, mediante los extractos de medios de comunicación, y sobre todo, el aviso de comienzo de esta que la televisión emite, explicando el tipo de armas que están autorizadas, y sobre todo, que los políticos quedarían fuera de este sistema. Ya me parecía a mí que esa Purga tenía bastante truco…
Con un punto de partida y unas cuantas secuencias interesantes, el aburrido desarrollo hace que The Purge se quede en el medio: me ha entretenido, pero también me ha dejado una sensación bastante grande de que esta podría haber sido mejor o más efectiva. Quizá como una serie B de calidad como muchas de las que se filman hoy, y no como una película más ambiciosa.
5 comentarios:
La idea no me parecía mala pero las críticas no están siendo buenas, así que ni por Cerse... digo por Lena Headey la veo.
Pues sí, yo vi el anuncio y la idea me pareció interesante... pero ya las imágenes del trailer me inducían a pensar que la cosa no iba a ser mucho más que la americanada de turno...
Efectivamente, el resultado es demasiado de thriller para ser estrenado en cine, estilo que al argumento le va un poco ancho. Además, para los 85 minutos que dura, las persecuciones en la casa se hicieron un poco largas.
Cuando he leído sobre lo de la tasa de desempleo nula y la poca criminalidad, me ha sonado a música celestial. Pero he pensado que seguramente tendría truco. Gracias por tu crítica que nos hace ver tan bien sus pros y contras y luego allá cada uno.
Espero que Dalek tuviera un cumpleaños precioso. Me alegro mucho de que se lleve tan bien con su nueva compañera. Yo tengo a mi Garfield y a Noah, una perrita del mismo tamaño. Al principio mi gato se me subía para hacerme mimitos y estaba tan nervioso por la perra que bufaba, maullaba y ronroneaba de forma consecutiva. Poco a poco se le pasó y ahora se llevan muy bien.
Un besazo y te deseo un verano lleno de lecturas, series, películas... y todo lo que te haga disfrutar y desconectar.
En las distopías es cierto eso de que nadie regala nada, y hasta los escenarios más optimistas tienen un punto negativo. Lástima que la película quedara un poco sosa en conjunto.
Dalek no ha tenido mucha suerte y con la ola de calor, se ha pasado su cumpleaños todo lo estirada que podía en un pasillo, intentando absorber frío del suelo. Creo que no le ha dado resultado.
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