A los gatos también les gustan los estereotipos. Esta es la primera entrada sobre libros del año, y por aquello de tener un poco de orden, empiezo por las lecturas que tengan algo en común. Por ejemplo, haber sido escritas al otro lado de los Pirineos. Me temo que después vendrá otra relacionada con zombies y demás material poco presentable, porque ya han caído dos o tres, y aunque tengan la ventaja de leerse muy rápido, preferí empezar por los franceses. Más que nada, por si consigo mantener una apariencia algo más respetable.
Eugène Ionesco. La cantante calva y La Lección. Las primeras piezas de teatro que leo en mucho tiempo, y si es un poco difícil meterse dentro de este tipo de textos, lo es más cuando se trata del máximo exponente en Francia del teatro del Absurdo. Las obras de Ionesco no tienen más hilo conductor que una serie de diálogos con poco sentido, que llevan a un final, si es que lo hay. En La Lección, el asesinato de los alumnos de un profesor particular. En La cantante calva, todavía lo estoy buscando. Si no fuera porque la intención de este teatro sería reflejar el sinsentido de la vida, a través de escenas cómicas, sus piezas podrían pasar perfectamente por un sketch de Joaquin Reyes y compañía. A todo esto, Ionesco tiene de francés lo mismo que
Irène Némirovsky: residir en el país y utilizar el idioma para publicar.
Fred Vargas. El hombre del revés. Mi primera sorpresa cuando fui a buscar una foto de la portada para el blog, fue descubrir que Fred Vargas es una mujer, lo que puede dar una idea de mi completo desconocimiento de esta escritora (o de mi despiste habitual. Pero ese lo demuestro más a menudo). Además, es la creadora del comisario Adamsberg, que como era de esperar, protagoniza una serie de novelas policiacas de las que El hombre al revés es la segunda. En ella, un asesinato en el Mercantour despierta las sospechas de los paisanos, que no estando muy contentos con los lobos, empiezan a hablar de loup-garous (hombres lobo franceses. Me da miedo solo de pensarlo) y de las sospechas que recaen sobre uno de los aldeanos. El comisario empezará a investigar gracias a uno de los personajes de la zona, y como buen policiaco francés, hay mal rollo por todas partes, personajes muy cerrados, y una historia de fondo bastante más oscura de la que podríamos esperarnos en el género policiaco habitual. Aunque, como punto a favor, en la comisaría de Adamsberg hay un gato. Hasta las novelas de misterio mejoran con ellos.
Sébastien Japrisot. Trampa para Cenicienta. Aunque Verano Asesino no me había gustado mucho, Trampa para Cenicienta, además de ser más corto, prometía un argumento más interesante: la protagonista despierta con amnesia y graves quemaduras en un hospital, y la mujer que se hace cargo de ella va recordándole su pasado. Al menos, hasta que esta empieza a dudar de lo que le cuentan, planteándose la posibilidad de ser otra persona a la que intentan dar esa identidad, ya que, como era de esperar, hay una herencia de por medio. Según avanza la novela y la investigación que va llevando a cabo, la protagonista pregunta si está pasando de víctima a testigo y a asesina, además de descubrir que ninguno de los personajes es enteramente inocente, o por lo que pude comprobar, minimamente agradable. Algunos elementos, como esa protagonista de la que apenas se sabe nada, y sobre todo, las quemaduras y el transplante de piel, me recordó a Mygale, de Thierry Jonquet, y empecé a preguntarme si esto de la amnesia, las quemaduras y las caras, no serán algún tipo de tradición en la ficción gabacha…Que ahí tenemos también a Ojos sin Rostro, para demostrar que la cosa viene de antes.
2 comentarios:
Ay, si ya me encantan los mininos en general, si parecen parisinos es que me derrito. Pero qué adorable. Nada más propio de París que los gatos en los tejados y en las porterías tan emblemáticas también allí. Te recomiendo LA ELEGANCIA DEL ERIZO de Muriel Barbery con su gato y portera amante de los libros. Una delicia. Sin grandes pretensiones, pero encantadora.
De tus recomendaciones me voy a quedar, cómo no, con EL HOMBRE DEL REVÉS, pues parece muy interesante y no puedo perderme el gatito de la comisaría. Hay quien colecciona los más diversos cachivaches, pues nosotros momentos literarios con gaticos y tan felices!! El siguiente libro también me ha parecido interesante y tortuoso. Además el título me gusta mucho, TRAMPA PARA CENICIENTA.
Gracias por tus recomendaciones y por elegir tan bien las imágenes de los gaticos.
Besos y que tengas un buen fin de semana!!
Ana.
No leí el libro, pero sí ví la película de la Elegancia del Erizo, y aunque la protagonista defina a los gatos de su casa como "dos bichos gordos que sueltan pelos y comen croquetas"...¡Si eso no es malo, es la naturaleza de los gatos!
El hombre del revés, como novela policiaca, es mucho más clásica, en el sentido de contar con el protagonista detectivesco y el caso correspondiente. Tiene personajes muy curiosos, como un chaval que se ha aprendido el diccionario de cabo a rabo..Trampa para cenicienta, como bien dice el título, tiene trampa, pero me gustó más por ser una historia más psicológica y no de resolver un crimen.
Eso sí, como siga leyendo novelas francésas, más me vale ponerle una boina a mi gata, que me voy a quedar sin fotos...
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