Pandilleros gatunos, defendiendo su territorio. Y sus croquetasHacer una película de entretenimiento, sin complicarse mucho la vida ni el argumento, no es muy difícil: basta con plantear una invasión alienígena en cualquier sitio reconocible, unos protagonistas que caigan simpáticos, y una forma inesperada de acabar con los bichos. En los ochenta tuvimos a los Critters, y, con menos secuelas, a los
">Killer Clowns.
Proximamente, el remake español: Aída contra los marcianosIgual es por la moda esta de los ochenta, pero este tipo de cine también a vuelto. O al menos, una película del estilo: un grupo de alienígenas empieza a atacar una barriada inglesa, hasta que los chavales protagonistas les hacen frente a base de bicis y bates ¡Esto es revival, y lo demás son cuentos!
Nick Frost. A poco que se descuide, se le pone pinta de desastradoCon un argumento tan esquemático, no queda otra que intentar buscarle la originalidad por otro lado: en este caso, en cuanto a los motivos de la aparición de los bichos, y en el tipo de personajes, que no pretenden mostrarlos cercanos ni simpáticos al espectador, al menos al principio. La primera aparición de los protagonistas es intimidando y robando a uno de los personajes, para después, acabar a garrotazos con el primer monstruo que se les presenta. No hay mucha intención en dar una imagen amable de los chavales, y la primera aparición de Nick Frost, es como camello al que acuden a pillar marihuana. No tienen más interés que en cuidar de sí mismos y de su banda, aunque según avanza la película, su actitud se va volviendo un poco más ética, al no asaltar a gente de su propio barrio, y alguna crítica hacia el voluntariado en países exóticos, o la aparición de un pijillo que, tras acudir al camello de la zona, se ve atrapado en medio del ataque (de hecho, este se pasa toda la película colocado).
Los alienígenas también tienen su punto de serie B, no sé si por tratarse de otro guiño a los ochenta, o por cuestiones de presupuesto: basicamente son peludos, más negros que Legrá, y con la dentadura luminosa. Que no se yo para que les sirve si resulta que son ciegos, pero los guionistas sabrán. Durante toda la película se mueven y atacan muy rápido, lo que hace que los personajes se pasen toda la primera parte corriendo de un lado a otro...y de paso, provocan el principal defecto de Attack the Block: entre el montaje un poco caótico, y los bichos atacando, los primeros cuarenta minutos consisten en un montón de gente llamándose unos a otros, corriendo, dando palos de ciego, hasta que de repente se paran en un sitio, y empiezan a hablar, a explicarse tal o cual cosa (especialmente, el por qué del robo al principio), exponer una teoría sobre los alienígenas, y hasta para hacerse el héroe de golpe y porrazo, y así cerrar la historia. También está por ahí el personaje más negativo de toda la película, un narco y matón de poca monta, que exceptuando el amenazar al resto de personajes, y ser un aperitivo para los alienígenas, poco aporta. Incluso la aparición de Nick Frost no pasa de un cameo, lo que es una lástima. Y, pese a haber despertado cierta expectación, no se puede decir que haya sido de las películas más entretenidas que haya visto.
2 comentarios:
"Los pandilleros gatunos" me encantan!! El cabecilla va con una determinación... Pero el que más gracia me hace es el que se queda sentado tranquilamente, como diciendo "si ya van los demás para qué molestarme".
La película creo que me la voy a perder sin verter muchas lágrimas. A pesar de que con el actor Nick Frost ya me voy familiarizando!! Tengo curiosidad por ver la reseña que harías de "Jane Eyre", la última que han estrenado. Yo no lo he visto y tengo ganas, aunque no creo que ninguna supere la de Orson Welles y Joan Fontaine. Pero, claro, igual me dices que la de "Jane Eyre" te la vas a perder sin verter muchas lágrimas.
Un saludo!
Ana.
Esta tampoco ha sido de las películas que más me ha gustado, claro que Shaun of the Dead y Hot Fuzz habían dejado el listón muy alto..
De Jane Eyre tardaría en haber reseña porque prefiero leer el libro primero, y con las Bronte me he quedado en Cumbres Borrascosas. Eso sí, la mejor versión posible/homenaje/parodia cariñosa que hicieron del personaje fue en El Caso Jane Eyre, de Jasper Fforde.
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