A menudo un salto teconlógico trae
consigo nuevos miedos. A lo desconocido, a los peligros que puede
conllevar, o simplemente, una desconfianza irracional. Bueno, En
realidad esto se aplica más a las innovaciones recientes, porque no
es que haya por ahí ninguna ficción sobre lavadoras diabólicas ni
microondas sentientes (aunque sí una película bastante divertida
sobre cortinas de ducha). Las últimas han sido las redes sociales,
que, con más de diez años de presencia, comienzan a acumular sus
propias ficciones y leyendas. Los creepypastas, o incluso el hecho de
que muchas cuentas de facebook inactivas pertenezcan a gente
fallecida hacen que estas también tengan su hueco en lo
sobrenatural. Solo hace falta echarle un poco de imaginación al
asunto para que hasta una aplicación de móvil sirva también como
punto de partida para un guión de terror. O que al menos, lo
intente.
Bedeviled comienza con un grupo de
amigos reunidos tras el funeral de uno de ellos. Una chica joven,
sana, que inesperadamente ha fallecido de un infarto. Poco después
comienzan a recibir notificaciones desde su movil para instalar una
nueva aplicación, que movidos por la nostalgia, o quizá por una
curiosidad malsana, descargan. Esta no parece ser otra cosa que un
sistema similar a Siri, capaz de efectuar llamadas, encender
electrodomésticos e incluso darles un rato de conversación...hasta
que esta va tomando un cariz siniestro: Mr. Bedevil, poco más que
una voz en sus teléfonos, parece conocer todo sobre ellos,
especialmente, sus mayores fobias, ser capaz de convertirlos en algo
real y quizá al igual que su amiga, matarlos de miedo.
Salvo por el recurso de emplear una
tecnología tan cotidiana como un teléfono y una aplicación, el
desarrollo no resulta demasiado original. Es más, la película es
tremendamente predecible y el tema de la aplicación malvada es solo
un macguffin. Uno que podría haber sido sustituído por cualquier
otro acto anodino, como ver un determinado canal o asistir a un sitio
concreto. Y que se desarrolla de forma igualmente tópica: un grupo
con las características típicas de toda cinta de terror (el
deportista, el empollón, la guapa y la protagonista), una progresión
de sustos donde se alternan la aparición de monstruos de verdad y
los sobresaltos falsos, y una revelación sobre la naturaleza de lo
que los persigue. Que también es bastante general, mezclando un poco
de galimatías científico sobre las comunicaciones digitales, un
demonio sacado de la manga, o de otra dimensión, y unas apariciones
que hacen sospechar que la idea es convertir al tal Mr Bedevil en el
protagonista de alguna franquicia, como su carácter indestructible y
un poco cojonero, y un rasgo distinttivo, que sería una pajarita
roja. Que no le llega ni a la suela del zapato al jersey a rayas de
Freddy Krueger, vamos. Espero que solo fuera una coincidencia,
porque el bicho no termina de funcionar: si el tema de su aparición
está llevado de una forma bastante torpe, el aspecto de este
tampoco. Los otros monstruos que aparecen en pantalla acaban teniendo
mejor potencial que él, pero no es dificil: un fantoche que parece
un cruce entre el Joker clásico y el malo de Quien engañó a Roger
Rabbit queda bastante lejos de las creaciones más interesantes de
los últimos años.
¿Por qué tendría que dar miedo Linda Blair bailando breakdance?
Además del exceso de tópicos, el
guión cae a menudo en situaciones ridículas. Que la supuesta
aplicación empiece haciendo funcionar electrodomésticos y hablando
con los protagonistas como si nada (y lo que es peor, que estos le
den palique aún cuando todavía creen que es un programa
informático), que los temores que toman forma física vayan de lo
interesante a lo torpe, como la figura de un familiar muerto, o un
oso de peluche feo, y sobre todo, que estos se limiten a tratarse de
una manera muy básica, como una forma de sacar unos cuantos
maquillajes y asegurar el mínimo de sustos en hora y media. O que la
forma de mostrar que el monstruo es indestructible es haciendo que
este repare magicamente una pantalla de móvil ¿Eso da miedo? ¡Pero
si es fantástico! ¡Es el mejor invento desde los protectores de
cristal templado!. No hay al final ningún matiz a nivel narrativo en
el concepto de miedo, salvo esa aproximación infantil que hace que
la película acabe siendo un recuento de escenas de terror típicas.
Listos, listos, no son. Pero sí una monada
Al menos, hay una cosa a favor: los
protagonistas, pese a lo tópico, no molestan. Se intentó en la
medida de lo posible que estos parecieran, dentro de los clichés,
estudiantes normales, que no cayeran en el ridículo ni con rasgos
irritantes que hicieran esperar el próximo asesinato. Poco más hay,
porque los encargados de interpretarlos, además de pasarse al menos
siete años de la edad de unos personajes que van al instituto, son
de lo más soso y desganado que puede verse. Tampoco es que el nivel
de la producción necesitara un registro amplio, pero estos resultan
bastante desganados y poco más hacen que ponerle una cara bonita a
los protagonistas.
Lo mejor que se puede decir de
Bedeviled es que sirve para pasar el rato. Y que se salva mucho por
no caer en el cliché de hacer protagonistas desagradables, aunque
esto sería ya el último tópico que les faltaría por hacer
aparecer. Lo peor, es que he tenido que darme un poco de prisa a la
hora de escribir sobre ella, porque esta es poco más que un
pasarratos, algo para ver una tarde donde el calor aprieta y da
pereza hasta coger el mando a distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario