Para comunicarse, con mover los bigotes les llega. Pero para pedir comida, vaya si aprenden idiomas
Ultimamente no ha habido muchas entradas dedicadas a los libros de nuestros amigos los franceses, al no conseguir juntar las suficientes para organizarlas por tema. Si lo llego a saber, hubiera retrasado esperado hasta hoy para poder incluir las setenteras aventuras de SAS.
Theodore Sturgeon. Cristal qui songe. Hay una explicación muy buena para leerse en francés el libro de un escritor americano…y es que buscarlos en un mercadillo es un poco como intentar protestar a los padres por la cena: tú te comes lo que haya, y punto. Además, al no ser una gran lectora de ciencia ficción clásica, poco sabía de este tipo y sus novelas. En el caso de Los Cristales Soñadores, la estructura es un tanto peculiar, porque pese a estar encuadrada en un género tan concreto, con esa trama sobre la existencia de unos cristales capaces de crear nuevas formas de vida, esta es más cercana a la fantasía, e incluso tiene un punto de partida más típico de una novela para niños: el protagonista es un chaval que se escapa de unos padrastros bastante malas bestias y se une a un circo de fenómenos. Allí conocerá a sus amigos, enanitos en su mayoría, y al dueño del negocio apodado El caníbal. Un tipo que, con semejante apodo, no va a esconder nada bueno. Durante los años que el protagonista pasa en el circo, se irán descubriendo que este tiene un poder bastante particular, y la existencia de los susodichos cristales, con los que el dueño del circo está obsesionado.
El conjunto, sobre todo en cuanto a los personajes y la forma de resolver la historia principal, es un poco simplota: algunos malos tienden a ser malos porque sí, el transfondo del protagonista parece un poco improvisado, y aparece una dama en peligro que poco más hace que perder la memoria y desmayarse a ratos. En este sentido, falla un poco: ¿Es una novela de ciencia ficción al uso, con sus formas de vida cristal y la creación de nuevos seres? ¿Es una fábula, con su protagonista huyendo de casa y encontrándose un circo lleno de personajes extraños? Difícil de decir, aunque reconozco que el tema de la feria ambulante es algo que, desde Something Wicked This Way Comes me parece bastante interesante.
Jean Ray. Malpertuis. Este señor belga es uno de esos escritores de terror, o más bien, de fantastique, poco conocidos, al menos últimamente: se lo publicó bastante en España, pero a día de hoy no deben quedar muestras ni en las tiendas de segunda mano (entre otras cosas, porque es donde conseguí sus libros). Aunque escribió sobre todo relatos, por aquello de trabajar para revistas populares, Malpertuis es su novela más conocida, y probablemente, la más cuidada en cuanto a narración y desarrollo de personajes. Lo mejor que se puede decir de ella es que su argumento es muy especialito, y sobre todo, original: ¿de qué otra forma podría explicarse un libro en el que se mezclan ladrones, piratas, casas encantadas, mitología clásica, y hasta un hombre lobo, y que todo ello tenga sentido? Su único defecto no es precisamente parte de la novela, sino que hay en la trama un giro final del que no es conveniente hablar, en parte porque es un golpe de efecto, y por otro lado, porque hay mucho talibán del spoiler suelto. Lo que sigue sin convencerme porque leí el libro conociéndolo y eso no evitó que lo disfrutara, sino al contrario: fue mucho más divertido irme fijando en los detalles que aparecían y en los que yo reparaba más al conocer el truco de la historia.
De todas formas, como el secretillo me lo guardo, queda el argumento: un grupo de personas se trasladan a vivir en una casa tras la muerte de su propietario, un familiar lejano de estos, por la última voluntad del moribundo: sus herederos deben vivir allí si quieren tener derecho a los bienes, y los últimos supervivientes deben contraer matrimonio. Empiezan a producirse fenómenos extraños y asesinatos todavía más extraños, pero si esto puede parecer la típica historia de suspense o de casa encantada…no lo es. La gracia de Malpertuis no es solo su historia, sus sorpresas..sino todo: el ambiente opresivo con el que se describe la casa, la impresión de irrealidad de la historia, de cada lugar que se describe, la presencia de elementos como el destino, las creencias antiguas, la fé y la superstición como parte de la narración, y sobre todo, la posibilidad que abre el autor, un poco en broma, de que la presunta mansión esté por ahí en alguna parte. Y si esto último fuera cierto, yo me mudaba pero ya.
Además, la edición belga es una maravilla, y me ha recordado un poco a las sesudas obras clásicas que publica la editorial Cátedra: tiene un formato en bolsillo y un precio muy asequible, pero incluye un análisis del libro al final de este (que es cuando realmente tienes ganas de leer una interpretación, y no que te calcen cincuenta páginas al principio) que incluye también una referencia a la versión en cine que hicieron en los setenta. Pero lo más interesante es que este, además de ser un ensayo escrito en un estilo muy asequible y nada pedante, analiza muy minuciosamente las constantes en la obra de un señor que, presuntamente, por su profesión de escritor de entretenimiento, nadie esperaría que fueran tan complejas.
5 comentarios:
Hehe. El primero tiene un deje a lo Carnivàle. La verdad es que el autor me ha llamado bastante la atención. De todas formas he de reconocer que, informándome en la dichosa wikipedia un poco de la obra de este buen hombre, lo que más me ha impresionado ha sido la entrada referente a cierta deriva filosófica de este pieza. Requeteprofundo todo, me ha enamorado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Sturgeon
Me quedo con la segunda recomendación. Hay casa encantada y ya me lanzo a ella. Como la has descrito me parece muy interesante y llena de sorpresas y curiosidades. Y estoy totalmente de acuerdo en que el análisis cuando te apetece es al final. Yo de todos modos aunque me lo pongan al principio me lo dejó para cuando termine la historia y siempre los leo pues realmente me suelen interesar mucho. Una de las razones principales para que me guste leer el análisis al terminar el relatos es porque hay muchos que te estropean el final. Imperdonable!! Y también porque me gusta llegar a la historia con el menor número de ideas preconcebidas.
El gatico de hoy tan francés con su boina es que me lo comía a besos y achuchones.
Besos!
Ana.
Nof Low: lo de la Ley de Sturgeon había oído hablar, pero nunca llegué a enterarme de qué iba. Y es que en ciencia ficción, me paré en los años cincuenta. O más bien, en El día de los Trífidos.
La Minomalice: la segunda también es mi favorita. La leí hace siete años y esta es la primera vez que puedo leerla en el idioma original. Además, el análisis en el final está muy bien porque es cuando realmente se entiende lo que pasa en los capítulos o por qué el autor suele incluir determinado tipo de personaje. Es más, recuerdo que cuando leí Crimen y Castigo, que me había gustado mucho, pasé de dedicar las 75 primeras páginas que venían en el libro dedicadas a analizar la obra y sus consecuencias ¿Qué más me daba que me explicaran las burradas que hacía Svidrigailov, si hasta empezar el libro, no tenía ni idea de quien era ese tipo?
"...And I really got hot, when I saw Janet Scott.. fight a triffid that spits poison and kills...". <3
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