Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

sábado, 5 de diciembre de 2009

Premio Escritos de Oro (no, aquí no está escribiendo ningún cincuentón)



Cuando empezamos el Barrilete, nunca creímos que fuera a obtener más atención que algún que otro comentario…diantre, es que ni contábamos con que nadie fuera a leernos. Y mucho menos, con que nos otorgaran premios. Esta vez, Simone B. nos concede uno muy cuco en el que las reglas son las siguientes:

1. Nombrar a quien nos lo otorgó. Nombrada queda, Simone B., autora de un blog que me sorprendió desde el principio por su título y en el que puedo encontrar desde crítica social, literatura o historias diversas desde un punto de vista muy perspicaz.

2. Citar siete rarezas de uno.

3. Elegir a otras personas que merezcan el premio.

Vamos, que a buena puerta ha venido a tocar un premio que consiste en enumerar siete rarezas..¡Setenta necesitaríamos!

1. Tengo muy buena mem…¿qué estaba diciendo? Aunque parezca lo contrario, tengo una memoria a largo plazo bastante notable, al menos, para las tonterías que me interesan: soy capaz de nombrar un programa que emitían en la tele autonómica en el año 87, o incluso explicar cómo estaba distribuído un piso en el que estuve cuando tenía cuatro años (soy un valor seguro en veladas sociales y especiales de Cuarto Milenio, oiga). Por desgracia, esto se compensa con una memoria reciente que solo podría definirse como “despiste permanente”: me olvido el pendrive, me dejo la cacerola con agua al fuego hasta que esta se evapora y el metal se pone blanca…Es un milagro que haya alcanzado tan avanzada edad.

2. Frikerío, cutrerío…llámelo como quiera. Siempre me gustó el género fantástico en cualquiera de sus variantes, pero algo por lo que tuve debilidad desde el principio fue por las películas que después reivindicaría Tarantino en Grindhouse. Pero con un orden, oiga, que las mejores son las exploitation italianas, ya sean de postapocalipsis o de zombies. Es más, tuve una temporada en la que prácticamente me pasaba los fines de semana viendo cosas de este estilo: Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, Nueva York bajo el terror de los zombies (estas son de Fulci), El ataque de los muertos sin ojos, 1999 tras la caída de Nueva York, Año 225 después del holocausto…¿Por qué? Pues porque eran divertidísimas, así de claro.



Estas las tragaba a puñados...

3. Los cacharritos me pierden. Debe de ser algún recuerdo de la infancia, en la que la idea de una maquinita del tamaño de una mano que reprodujera imágenes en color era cosa de ciencia ficción, pero me quedo pasmada delante de los escaparates cuando veo algún reproductor de mp4 nuevo. Y cuantos más gigas tengan, mejor. Lo que tiene su gracia viniendo de alguien que escucha tres o cuatro veces el mismo disco.



Vale...¿y?

4. No me gustan los videojuegos. A la gente le suele chocar porque me encasillan en la categoría de freaky, pero no les veo ningún interés. En su día eché partidas a la game boy como todo hijo de vecino, pero después cualquier foco de atención que pudieran tener las máquinas dejó de atraerme. Da igual que me hablen de gráficos, de que puedo matar zombies o lo original que sea el Final Fantasy, porque prefiero estar leyendo o viendo una película.

5. El tarro de los libros. Todos los que nos gusta leer tenemos una pila con libros pendientes. Yo tengo un tarro de hojalata. Hace algunos años, trajeron a casa un panettone que venía en una caja de hojalata redonda, muy cuca, y que acabé utilizando para guardar los libros que tengo por leer (ventajas de comprar ediciones de bolsillo). Si son más grandes que la lata, los pongo arriba o abajo. Pero aseguro que esto de irse a una caja de hojalata a sacar la próxima lectura, en plan sírvase usted mismo, es bastante práctico.

6. Tengo bastantes manías, algunas que ya rayan lo supersticioso, como irme a los exámenes con una camiseta, bolígrafo o lo que sea que llevara habiendo aprobado el anterior. Es más, creo que mi camiseta de El ataque de la sardina de Cincuenta pies ha debido hacer ya suficientes exámenes como para obtener un doctorado.

7. Tengo bastante facilidad para ponerle motes a la gente, algo muy útil cuando se trata de quienes no se tiene mucho trato o no se quiere que se sepa de quien hablan. De esta forma, acabé estudiando con El hombre feliz, la Testosterona o el Lobishome, por citar algunos. Y que conste que a Hewl también le llega con esto de rebautizar al personal, que no soy yo sola, no..

3. Le toca airear sus rarezas a los siguientes afortunados:

AlX de Day Zero, una de las primeras personas que comenzó a visitar nuestro blog.
Crítico en serie de..su blog homónimo.
Van Hessa de Querido bloc Lo de los minutos musicales me pierde.
Jaina de Series a la parrilla.
Mlo de Yo no me aburro, gracias a quien pudimos confirmar que el cantante de Spandau Ballet se ha puesto feo, feo.
Alex de Basura and Tv, que está rastreando los orígenes más prehistóricos del doctor Who (un día tendremos que dejarle un laboratorio para que haga el carbono 14)

3 comentarios:

Diana Hernández dijo...

¡¡muchas felicidades!!
desde luego el premio merecídismo, ahora a seguir con el blog adelante porque aquí estaremos para acompañaros en el camino

Un saludo^^

Crítico en Serie dijo...

¡Pues gracias por elegirme para airear algunas curiosidades! Pero siento decirte que, a menos que sean muy seriéfilos, no cuelo ningún meme en mi blog... :S

Pero bueno, que aquí te dejo unas cuantas curiosidades:

1.- Con tus problemas con la memoria me has hecho pensar en mí: Yo, más que tener una buena memoria, la tengo muy selecta. O sea, trabajo actualmente en una web de política pero soy nulo para entenderme ningún nombre. Cuando me presentan a alguien, también necesito que me digan su nombre tres veces para 'quizás' acordarme. En cambio, cuando leo el nombre de un actor de Hollywood, lo archivo inmediatamente. Siempre he tenido facilidad para la materia desde que era pequeño y memorizaba el fotogramas e incluso la revista del Canal + (incluso llegué al extremo de saberme los minutos que duraba una película).

2.- Ahora soy un friki de la televisión, lo sé, e intento ver cualquier cosa que se me eche por delante. No obstante, siempre he tendido a las obsesiones y esta es la enésima. Todo empezó con la generación Jurassic Park y en su momento, cuando estudiaba 3º de primaria, me sabía todos los nombres, pesos, alturas y dietas de los dinosaurios. Luego los abandoné por la geografía y era capaz de estarme delante de una bola del mundo estudiándome los nombres. De aquí pasé al cine, como te he contado arriba. y del cine, a la tele. Espero, sin embargo, que esta ya sea mi última obsesión: con el tiempo quiero que también sea mi profesión.

3.- Los nervios son lo mío. O sea, soy tranquilo hasta decir basta y puedo pasarme todo el día tumbado en el sofá, pero mi cuerpo siempre me ha traicionado. Necesito morderme la piel de los dedos o sino mover la pierna, y cuando estoy solas puede que se me escape algún tic (esto ahora, porque cuando era pequeño era un manojo de nervios y tenía múltiples variantes de tics que mejor no saco a relucir).

4.- Mi vida gira alrededor de Las Horas: Leer la novela me cambió la vida y se convirtió en mi libro favorito. Luego la película, en lugar de decepcionarme, se alzó como mi película favorita. Y acabé interesándome en la vida de Virginia Woolf además de los guiños que se ocultan en relación al libro de Cunningham, la película de Stephen Daldry, la novela de la Sra Dalloway de Woolf y la biografía de esta autora. Creo que se podría decir que soy un experto. Y podría decirse que parte de mi teoría vital se basa en las tres opciones que ofrece la película. En su momento, llegué a ver Las Horas cuatro veces en cuatro días (y en este momento debo de haber superado las 30).

5.- Déjà Vu: Sé que esto es una tontería pero ya me lleva emparanoiando unos cuantos días: ¿Se puede saber porqué tengo tantos déjà vus? ¿Alguien me puede ofrecer una teoría? Porque no creo que sea normal tener déjà vus hasta 3 días seguidos. O mi vida es muy repetitiva, o aquí hay algo que no funciona.

6.- En el blog tengo la norma de no hablar de política, pero en la realidad siempre he sido un tipo muy político (aunque en cierto modo odie la política). Pero mi perfil de gay de centro liberal y por encima de todo independentista no es muy habitual. No me veía de President de la Generalitat, la verdad.

7.- Y finalmente, decir que también soy muy maniático: No soy el chico más ordenado de la historia ni tampoco el que más limpie, pero me gusta que todo tenga cierto sentido del orden y no soporto los ángulos mal alineados. O sea, si hay una revista encima de una mesa, mejor que esté en un ángulo de 90º al igual que la esquina, tampoco soporto ver las alfombras un poco torcidas, los cuadros, los muebles y demás. Y, como curiosidad máxima, mi manía con las puertas: deben estar abiertas hasta el tope, cerradas o sólo abiertas cuatro dedos. De no ser así, obligatoriamente tengo que levantarme y ponerla correctamente.

¿Ha sonado a desquiciado? :S

Mariló García dijo...

Gracias por el nombramiento!

Este es un blog cat-friendly

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