La semana pasada con el fallecimiento de Donald Sutherland, los medios ilustraban la noticia para disgusto de muchos, con un papel tan reciente y poco representativo de su carrera como el de Coriolanus Snow en Los juegos del hambre. Un ejemplo que hace muy poca justicia al villano de Novecento, al padre atormentado de Dont´ Look Now, a uno de los últimos supervivientes de la invasión de los ultracuerpos…pero también al doctor Hawkeye en MASH, Vernon en Doce del Patíbulo…una carrera tan amplia en el tiempo como en variedad. Y aunque sus papeles en el cine fantástico fueran suficientes como para recuperar alguna de sus películas a modo de homenaje, decidí elegir algo distinto y quedarme con una bélica que si bien ese sale un poco del tono épico o dramático habitual en estas producciones, su planteamiento y reparto son suficientes como para quedarse con esta entre todas.
Los Aliados han desembarcado en Normandía, y la guerra parece a punto de terminar. Aunque la victoria no interese a los hombres del teniente Kelly, que solo quieren llegar a cualquier ciudad donde poder disfrutar de un baño, una comida caliente, y algo de diversión. Cuando tras capturar a un coronel alemán, y comprobar el poder del alcohol a la hora de extraer información del enemigo, este les revela la existencia de más de quince mil lingotes de oro almacenados en un banco de Clermont, tras las líneas enemigas, Kelly, tan cansado de la guerra como el sargento Big Joe y los solados de su pelotón, planean aprovechar los recursos de esta para llegar hasta la ciudad y hacerse con el oro. Aunque para llevarlo a cabo sea necesario contar con la ayuda, además de repartir el botín, de Crapgame, el sargento de aprovisionamiento, y Oddball, el excéntrico comándate de un tanque Sherman que dará el apoyo necesario para atravesar la barrera alemana. Aunque el enemigo no es el único problema que los hombres de Kelly deberán evitar: los altos mandos estadounidenses, creyendo que la maniobra se trata de un valeroso avance de sus tropas, organizan también su llegada a la misma ciudad.
La película desarrolla de forma simultánea una trama bélica bastante simple (como todas las guerras, vaya. Que por mucha estrategia que planeen los generales, todo se reduce a “si el enemigo se mueve, le disparas”), y una sobre “heist” que gira en torno al planteamiento y ejecución del golpe. Apara ello, cualquier pretensión épica se ve anulada, haciendo que sus protagonistas sean un grupo de soldados y oficiales de rango medio, cansados de la guerra e indiferentes a esta. De ahí el irónico “héroes” de Kelly en el título original, frente a un grupo de generales más preocupados por las entradas triunfales y la simulación de liberar un país que por el bienestar de sus solados o por la propia naturaleza del conflicto. De esta forma, con la que consiguen suavizar también un tema controvertido como los expolios de guerra, hacen que el grupo protagonista genere una mayor simpatía, planteando cierta oposición entre esos altos mandos, que no pisarían jamás una zona de guerra hasta que esta haya sido debidamente desmilitarizada, y los solados de a pie, con preocupaciones mucho más cotidianas a quien les es más sencillo llegar a un acuerdo con otro soldado enemigo que con un capitán de su propio ejército.
Junto a varios de los temas comunes del cine bélico, esta sigue la estructura habitual en el cine sobre robos, donde cualquier obstáculo en la ejecución del plan se verá superado para finalmente, llevarlo a cabo con éxito. En este caso, los problemas que encontrarán los protagonista serán el ser confundidos con una unidad enemiga y atacados, cruzar un campo de minas o tener que ser más rápidos en llegar que sus propios generales.
El éxito, no solo de este atraco sui generis, sino de sus protagonistas, se debe también al reparto elegido. El trío protagonista, interpretado por Clint Eastwood, Telly Savalas y Donald Sutherland, se complementa con caras igualmente conocidas como Harry Dean Stanton o para los que vimos mucha tele en los noventa, Len Lasser (el tío de Jerry Seinfeld, para ser más exactos). Si los dos primeros interpretan a sus personajes con cierto estoicismo, entre el pragmatismo y el desengaño, el Oddball de Sutherland y su equipo es un contrapunto, más que cómico, estrafalario, donde la personalidad de este, un tanto lunática pero no carente de astucia y sus hombres, asentados en un improvisado campamento, recuerda más a la de una comuna hippy que a la de un batallón de soldados veteranos, y contrasta con la actitud más cercana al cine bélico clásico de la pareja formada por Eastwood y Savalas.
El tono aportado por Sutherland sirve también para mantener el estilo ligeramente cómico de la cinta, donde determinados momentos el retrato que hace de los solados es más una reinterpretación de la época en la que se filmó que un reflejo pretendidamente histórico: la película se estrenó en pleno conflicto con Vietnam, y aunque este evite posicionarse sobre la guerra, , transmite esa sensación de absurdo y adaptación a un medio hostil. Pero manteniendo siempre una atmósfera ligera y consciente de no ser una producción dramática. En la que incluso hay espacio para las referencias cinematográficas, como la negociación entre el trío protagonista y el soldado enemigo, que no duda en homenajear directamente al spaguetti western en el que Eastwood había actuado previamente.
Con un grupo de protagonista entre los pragmático, lo buscavidas y lo estrafalario, es inevitable, no pensar, salvando las distancia de estilo e incluso de ejército protagonista, en el batallón penitenciario sobre el que Sven hassel había escrito más de una docena de libros. Aunque Porta, Hermanito y el Legionario también fueran adaptados al cine durante los ochenta, es posible ver a estos héroes de Kelly como una versión, del otro lado, de esas batallón que también recorrió Europa en las líneas enemigas. Y que, pese a todo, también inspiraría de forma bastante evidente la última novela del escritor danés: en El comisario, los personajes abandonan toda pretensión de narrativa bélica para lanzarse, esta vez en el frente oriental, a una trama muy similar sobre un cargamento de oro almacenado en una cámara acorazada.
Cuántas vidas ha vivido Donald Sutherland. A mí siempre se me vienen a la cabeza dos personajes, el de los 12 del patíbulo y el de Italian Job, esa peli dosmilera de tarrina de CD. Luego ya me vienen los ultracuerpos y la Venecia oscura de Amenaza en la sombra.
Me apunto la peli, que no la he visto. Ahora estoy revisitando algunos "clasicos" de los 60/70 como La gran evasión y Los siete magníficos, así que esta me encaja para tarde de sábado.
Reconozco que cuando lo único que empezaron a mencionar de Sutherland fue su papel en Los juegos del hambre, me salió un poco la vena quejica..¡si este hombre ha hecho de to! Y menuda magdalena de proust me ha dado con la tarrina de CDs de películas grabadas. Yo no echo de menos esos dosmil de chavales sin la eso ganando 2500 en una obra mientras suena Sonia y Selena, yo echo de menos bajarme del emule todas las películas de Lucio Fulci, y poder empezar a hacer filmoteca de rarezas a base del primer bitorrent!
De momento tengo pendiente recuperar La gran evasión, aunque también la había visto hace bastantes años, y Amenaza en la sombra. Que aunque me haya hecho un spoiler de lo que pasa, solo por la estética y el grano setentero, me vale.
2 comentarios:
Cuántas vidas ha vivido Donald Sutherland. A mí siempre se me vienen a la cabeza dos personajes, el de los 12 del patíbulo y el de Italian Job, esa peli dosmilera de tarrina de CD. Luego ya me vienen los ultracuerpos y la Venecia oscura de Amenaza en la sombra.
Me apunto la peli, que no la he visto. Ahora estoy revisitando algunos "clasicos" de los 60/70 como La gran evasión y Los siete magníficos, así que esta me encaja para tarde de sábado.
Reconozco que cuando lo único que empezaron a mencionar de Sutherland fue su papel en Los juegos del hambre, me salió un poco la vena quejica..¡si este hombre ha hecho de to! Y menuda magdalena de proust me ha dado con la tarrina de CDs de películas grabadas. Yo no echo de menos esos dosmil de chavales sin la eso ganando 2500 en una obra mientras suena Sonia y Selena, yo echo de menos bajarme del emule todas las películas de Lucio Fulci, y poder empezar a hacer filmoteca de rarezas a base del primer bitorrent!
De momento tengo pendiente recuperar La gran evasión, aunque también la había visto hace bastantes años, y Amenaza en la sombra. Que aunque me haya hecho un spoiler de lo que pasa, solo por la estética y el grano setentero, me vale.
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