Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

miércoles, 18 de marzo de 2009

En la noche de los tiempos (de la tele) II. Antena Tres

Si en la entrada anterior nos habíamos dedicado en exclusiva a las series de los canales estatales, continuamos el estudio arqueológico con “las privadas” aquellas cadenas que nacieron a principios de los noventa y que los espectadores (seguramente azuzados por el contubernio televisivo-estatal) acusaban de abusar de la publicidad, de tener pésimos contenidos y nosecuantas calamidades más…Claro, eso era antes de que pudiéramos disfrutar de glorias del género chico como Hostal Royal Manzanares, Ana y los 7 o Noche de fiesta.


Por parte de los que escarban en este blog, esta es quizá la tarea más complicada: si bien “las privadas” nacieron sobre el 89 en algunos casos, no pudimos disfrutar de ellas hasta el 92, por lo que la existencia de estas cadenas, de las que nos hablaban principalmente de Twin Peaks, las tetas de Telecinco o Nieves Herrero, fueron algo así como el Santo Grial de la tele: todo el mundo hablaba de ellas, pero nosotros no las habíamos visto nunca. Tan solo eran una sucesión de programas impresos en el suplemento televisivo de La voz de Galicia. De hecho, de la mítica telecinco de Lazarov pillamos los últimos coletazos, o más bien tetazos y golpetazos de los chinos, y en general, no tantas series como podríamos haber reseñado en las anteriores cadenas.

Una vez explicado, la cadena que nos toca hoy es Antena Tres, que para quien no recuerde, presentaba este logo en una época en la que el término “imagen corporativa” importaba más bien poca cosa:

Era la época entonces de La merienda, el programa infantil presentado por Raquel y Ana (y un perro orejudo llamado Guay), de Farmacia de Guardia y de…

Salvados por la campana. Serie de institutos que nos hacía alucinar en colores (o sufrir convulsiones a causa de lo chillones que eran estos) al ver institutos con taquillas, adolescentes que a nosotros nos parecían mayorcísimos y que actuaban con un desparpajo que nos hubiera valido una expulsión asegurada a cualquiera.

El grupo de amigos, típico a más no poder: el pícaro atractivo, la novia, el cachas, el friki perdido, la negra (por el componente étnico. Hoy sería latina), la novia del cachas..Y unos argumentos que giraban en torno a bailes de fin de curso, anuarios, partidos, obras de teatro, exámenes…todo muy ligero y de vez en cuando, con alguna tramilla de tipo social que tampoco resaltaba mucho.


Salvado por la campana intro
Cargado por Mocosillo


Los héroes de Hogan. Si Antena Tres hubiera seguido por el camino de recuperar series clásicas en vez de evolucionar hacia canis gritones y elegantes gurús para amas de casa (cof, cof, Ana Rosa, cof, cof), seguramente competiría con Telecinco en cuanto a recuerdos de emisiones absurdas. Y es que Los heroes de Hogan era algo así como La isla de Gilligan con nazis, y todo el mundo sabe que si en una serie se incluyen nazis (o piratas. O zombies), es la clave del éxito. Como buena producción cómica de los sesenta, los personajes son estereotipados a más no poder: el pícaro y atractivo Hogan, el sargento bonachón, el histérico de Klink y la guapa Frau secretaria, las tramas amables y habitualmente giran entorno a intentos de fuga, planes para chinchar al coronel y los inevitables especiales navideños. En realidad era bastante divertida, quizá en parte por lo infantil de las producciones de los sesenta, lo que la convertía en una comedia bastante válida.


Punky Brewster. Las huerfanitas entrañables y las mascotas venden mucho. Los viejecitos gruñones pero entrañables, también. Así que si juntamos todo esto e intentamos no hacer ningún chiste acerca de localidades austriacas, tenemos un éxito asegurado…pero los tiempos cambian, y Punky no es Little Orphan Annie: es una huerfanita moderna y estrafalaria, que vive en un barrio étnico pero a la vez lo suficientemente acogedor como para que sea una comedia familiar con toques dramáticos. Aunque historias amables y para todos los públicos, en ocasiones se intentaba meter en temas un poco más sociales, si bien con el toque aleccionador que no podía faltar: familias separadas, adopciones, los peligros de jugar en patios abandonados…Resultaba divertida, aunque melosa un rato largo, también.


Punky Brewster
Cargado por donbanania


Rex, un policía diferente. En vez de “policía diferente”, deberían haberla titulado “El mensajero del miedo”, “el cancerbero de las tinieblas..” y es que este cánido austriaco llegó a nuestras pantallas para quedarse. Su consolidación en esta cadena ha hecho que, aunque sea una serie mucho más reciente que las anteriores, tuviera que mencionarla, porque este perro policía ha disfrutado de tantas reposiciones y en tantos canales que gana a los Simpson por goleada: pionero en la emisión de dobles capítulos, saltó a telecinco para sustituir al pesado de Walter (quizá el único que pudo acabar con Chuck Norris), ahora hace las delicias de los jubilados en la televisión autonómica de Galicia.

Pese a lo cansino de la serie, reconozco que la primera temporada era bastante buena. Sí, vale, el protagonista era un perro, pero al menos el protagonista y el resto del reparto tenían suficiente carisma. Posteriormente empezó a caer en picado: el astuto perro entrenado se convirtió en una especie de policía al que solo le faltaba hablar y conducir, y los empleados de la comisaría, unos comparsas intercambiables, dueño del perro incluído. Lo cierto es que Rex abrió la puerta a todo un subgénero televisivo: las series alemanas/austriacas. Ay, las entradas que darían Alerta Cobra, El payaso y los telefilmes teutones que parecen realizados por Uwe Boll…


Al igual que en la anterior, cito unas cuantas que se han quedado fuera:


Los hombres de Harrelson. Aunque también es un clásico emitido por la misma fecha que Los héroes de Hogan, no llegué a ver lo suficiente como para recordarlo.


Con ocho basta, Pippi Calzaslargas y El equipo A. Fueron emitidas en un principio por Televisión española y recuperadas a mediados de los noventa por Antena Tres, con unas cuantas reposiciones en los dos primeros casos, y con una permanencia de años equiparable a un tumor maligno en el caso de la última.


El príncipe de Bel Air y Cosas de Casa. No pienso escribir ni una palabra debido a los ríos de tinta (o de píxeles) que se han vertido ya sobre ellos…y por motivos de salud. La machacona insistencia con la que repitieron ambas, hace que tenga sudores fríos cada vez que recuerde el estilo rapero de Will Smith, el baile a lo Tom Jones de Carlton, las patochadas de Steve Urkel y la progresiva surrealización de la familia Winslow. Los Simpson, e incluso Padre de Familia, en la sexta, van por el mismo camino, pero al menos ahora tenemos el beneficio de más canales, y especialmente, de San Torrent.

Hasta aquí nuestro repaso a las series emitidas por Antena Tres. Sigan buceando en su subconsciente a la búsqueda de recuerdos perdidos…pero deténganse en cuanto se vean como princesas egipcias y guerreros mongoles.

2 comentarios:

Hewl dijo...

Mis favoritas: Punky Brewster, Salvados por la campana, el principe de BelAir y cosas de casa.
Cuantisimas veces habré visto estas series...

Renaissance dijo...

Y las que te quedan...
¡Viva la multiplicación de canales vía tdt y las pocas ganas de incluir novedades en parrilla!

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