Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

jueves, 17 de noviembre de 2022

Mundo desconocido. Fantasmas, monstruos, ovnis y donde encontrarlos


 Cuando se trata de libros infantiles, además de los primeros que vienen a  a la cabeza, por  mantener su fama o por  nostalgia, hay otros que se han ido  quedando lejos. Celia y Guillermo son vintage, ¡Abajo el colejio!  Es más una curiosidad lectora para adultos que  algo publicable hoy para niños y muchos otros, aún recientes, se han quedado más en la cabeza de sus primeros lectores que len los estantes de las librerías.  Los tiempos cambian, y muchos de estos libros tienen una segunda vida como  compra de quienes los disfrutaron por primera vez hace décadas.  ES el caso de una de las colecciones d ella editorial Usborne, que en los años setenta publico una serie de libros que, bajo el título de Mundo  de lo desconocido, hablaban en poca página y con formato de album ilustrado, de temas como los espectros, la parapsicología, los monstruos y las criaturas mitológicas, las naves espaciales y los seres de otros mundos. Hace unos años, la editorial  decidió publicar de nuevo su colección, pero ya consciente de su valor nostálgico y acompañada en su edición, de un prólogo de Reece Shearsmith (el guapete de The League of Gentlemen). Estos libros, que en su día salieron en España con la editorial SM, volvían a verse en las librerías gracias a Diabolo, que hasta la fecha ha sacado los dos primeros volúmenes. 



Estos, dedicados a los fantasmas y monstruos respectivamente, abarcan el tema con una curiosa mezcla  entre leyendas populares, eventos históricos, explicaciones naturales  e incluso algunas nociones de ciencia o parapsicología muy someras. Estas, acompañadas  de una gran cantidad de ilustraciones muy vistosas, distribuidas de forma que existe muy poco espacio en blanco, son ante todo unos libros muy visuales. Que pese a tratar unos temas potencialmente inquietantes, no contaban con ninguna estampa especialmente aterradora ao impactante, sino que respondían más a un estilo de “definición gráfica”. Muy marcado por el uso de los colores  y lo vistoso, que actualmente, debido a los cambios en la calidad de las impresiones, se nota más debido al exceso de saturación cromática de las primeras ilustraciones, haciendo que estas tengan una coloración que resulta menos detallada pero muy fiel a lo que fue originalmente. 

De los tres libros, el más memorable sería el de Fantasmas. O al menos para mí, que era el que tenía y lo releí hasta aprenderlo de memoria. El primero y en el que en sus páginas se pretendía dar una visión general de lo sobrenatural, entre lo fantástico y lo científico: estos hablan de fantasmas a través de la historia, desde las tablillas de Gilgamesh hasta los espectros en la antigua Grecia o los campos de batalla históricos. Pero también de los aparecidos alrededor del mundo, con especial hincapié en las islas británicas y en un pueblecito que tiene el dudoso honor de contar con una docena de fantasmas. Y un repaso, quizá lo más curioso, a los fraudes espiritistas y fotográficos practicados a lo largo de la historia, junto con las reproducciones de algunas fotos que, si bien ene l momento de la primera impresión del libro existían dudas sobre su veracidad, hoy quedan descartadas con un solo vistazo. Pero que,e n retrospectiva, eran parte del encanto que conserva este libro para muchos niños: esa mezcla entre los relatos tradicionales y lo racional, las reproducciones de las fotografías plagadas de grano setentero, y ese tono en general de “yo no digo que existan los fantasmas pero haberlos haylos” que lo convertía en una especie de manual con todo lo que un chaval necesitaría saber sobre fantasmas en una primera aproximación.  





La distribución del segundo tomo, dedicado a los monstruos, es similar: na aproximación a los de la mitología clásica, una posible explicación racional, en este caso, recurriendo a los fósiles de dinosaurios, monstruos cinematográficos y criaturas inexplicables de la actualidad, hoy un poco lejana, donde se habla del abominable hombre de las nieves o el monstruo del lago Ness.



De los tres, quizá el dedicado a los ovnis es el que han tenido que tirar mas´de la imaginación (aun no se ha reimpreso en España y he tirado de una copia en inglés para echar un vistazo rápido). Aunque la primera parte es un resumen de los avistamientos más famosos de los setenta y sesenta, las teorías sobre las pirámides o los visitantes alienígenas a lo largo de la historia, dando paso a la parte “racional” con descripciones de prototipos de aviones o fenómenos meteorológicos, incluye también hipótesis sobre como sería la vida en otros planetas y que especies los poblarían. Estos son tan improbables como cualquier otra toería desarrollada a posteriori, pero sí resultan tremendamente coloridos, setenteros, y con el estilo de ilustración tan propio de la colección.

Los tres libros incluyen, además, un glosario de referencia, una serie de consejos prácticos sobre como empezar una investigación sobre fenómenos paranormales o críptidos, y una bibliografía, al menos, en las ediciones nuevas. Como todos esos libros que se leen de nuevo tras haber sido repasado hasta la extenuación en la niñez, es un poco difícil hablar de ellos sin recordar lo que supusieron entonces . Y que su desaparición de las librerías era algo normal con el cambio de intereses de cada generación. Quizá dentro de cuarenta años los adultos de entonces se emocionen ante un video de Five Nights at Freddy´s o un post sobre Slenderman del mismo modo en que muchos no pudimos contenernos, y llevarnos a casa, ahora desde la sección de libros “nostálgicos”, los ejemplares que nos faltaban o que se habían quedado demasiado matrechos con el paso del tiempo.


jueves, 10 de noviembre de 2022

13 exorcismos (2022).. Simpatía por el diablo

 


El diablo, o más concretamente, la idea de una posesión, es uno de esos temas a los que no he puesto demasiada atención dentro del fantástico. El exorcista, por su condición de clásico, o alguna aproximación en formatos como el metraje encontrado en The taking of Deborah Logan, o por mencionar algo más reciente, la versión cinematográfica de la novela de Grady Hendrix El exorcismo de mi mejor amiga, , son algunas de las pocas que podría incluir en esta lista de un género donde es habitual desde hace tiempo plantearse cierta ambigüedad en cuanto a la idea de una entidad demoniaca controlando un cuerpo ajeno: después de todo, incluso la iglesia reconoce que gran parte de estos casos tienen un a explicación racional. Esta situación se plantea también en la cinta de Jacobo Martinez, donde partiendo de un caso donde lo religioso parecía superar a la lógica por un momento, realiza su aportación al tema.  



13 exorcismos es, según explicará más adelante el sacerdote responsable, el número máximo de rituales que puede soportar un cuerpo poseído por el demonio antes de desfallecer y perder su alma. También serán a los que se verá sometida Laura, una joven que tras celebrar con sus amigos un absurdo ritual espiritista en un caserón abandonado de la ciudad, comienza a sufrir visiones y ataques físicos. Una sombra parece perseguirla en todo momento acusándola de impura, agrediéndola hasta que acaba hospitalizada y ante lo que sus padres desesperados, acceden a que el sacerdote de la parroquia lleve a cabo el exorcismo que, según este, es lo único que puede salvar el alma de su hija. O al menos, esta es solo na de las versiones: la psicóloga del colegio de Laura conoce su historial psiquiátrico, así como el fanatismo religioso que impregna su entorno familiar y teme que si esa chica necesita ayuda, la que le proporcionará su familia solo servirá para dañarla.

  



Basada en el último exorcismo documentado en España, esta se inspira de forma muy libre en lo sucedido, de forma similar a a como el caso Vallecas sirvió de origen a Verónica. Hay varias similitudes con la película de Paco Plaza, algo inevitable teniendo en cuenta el estilo, muy marcado y también exitoso, de esta, y que también es el adecuado para el guión de 13 exorcismos: un entorno en el que la protagonista se encuentra aislada de la gente de su edad, un importante alejamiento de las figuras paternas, escenarios claustrofóbicos en los que la vivienda se convierte en un escenario de pasillos interminables, la aparición de lo sobrenatural irrumpiendo de forma inesperada ,pero por acción de su protagonista, y la tendencia a describir un entorno un tanto intemporal, casi buscando que ese 2014 donde transcurre la película parezca al menos de la década anterior, traicionado esto unicamente por la necesaria presencia de los smartphones.  







Con semejante familia y viviendo en Orense estar poseída por el demonio es la opción menos mala


El guion  cuenta con dos partes diferenciadas, donde la primera recuerda a ese estilo y va estableciendo la presencia de lo sobrenatural, y una segunda, que se inspira directamente en el cine de exorcismos más clásico  pero también quiere plantear la duda acerca del origen de lo que  se muestra. Es a partir de  entonces donde  se combinan situaciones muy reconocibles del género, como la lucha de voluntades entre el sacerdote interpretado por José Sacristán y la joven, a la que Maria Romanilos dota de una actitud entre perdida y aterrorizada muy acertada y también los lugares comunes más vistosos:  una vez  iniciado el ritual, la protagonista victima de la posesión descoyunta sus miembros, trepa por una pared,  pone voces y lleva a cabo situaciones que si bien podrían esperarse en una  película de esta temática, chocan con la trama  que  quieren desarrollar en esta:  jugar con la posibilidad que esto no sea un caso de posesión sino uno de histeria colectiva que la psicóloga del centro educativo intenta detener a toda cosa.  Esto, a raiz de lo excesivamente espectacular  que se vuelve el exorcismo, se descarta rapidamente. Pero también aporta  un matiz más interesante:  la ambigüedad moral  que supone que los personajes que están haciendo “lo correcto” sean los más negativos. Una madre  marcada por la religión y la muerte de uno de sus hijos, un padre superado por la situación que solo  puede dejarse llevar y la profesora interpretada por Cristina Castaño, que, aunque más conocida por sus papeles cómicos, la actitud de su personaje resulta bastante perturbador. 



Este planteamiento final es la mejor aportación de una película efectiva,  pero que se mueve mucho por lugares conocidos  del cine de terror español reciente, y  al que se le escapan ciertos detalles del guión (como la brutal agresión a un compañero que la protagonista, ya poseida, lleva a cabo sin que nadie  hable del tema posteriormente), dando la impresión de querer apresurarse  para  llegar cuanto antes al tema central. 

Una producción que no supone una novedad, pero sí una buena cinta de terror sin depender del factor susto, donde el suspense va ganando terreno al fantástico y juega   con la dicotomía entre los actos de sus personajes y su ética (ademas de tener su gracia el que la mitad de los exteriores se grabaran en el barrio donde crecí..aunque eso le quite factor siniestro). 

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