Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

martes, 26 de octubre de 2010

Propuestas de terror para el 31de octubre (II)







Sigh, pensó el gato


Seguimos con las propuestas para el 31 de octubre y como debe ser, con la lista correspondiente. Especialmente, porque he decidido esperar al estreno para ver The Walking dead, y eso hace un poco más difícil que hable de novedades. Por tanto, a tirar de archivo se ha dicho.



Thomas Ligotti. La fábrica de pesadillas.
Tengo bastante mal recuerdo de la literatura de terror en los noventa. En España no se editaba más que a Stephen King (que empezaba a ser un plasta), Dean Koontz, que era bastante malo, y Anne Rice y su plaga de vampiros repunantes pre-Crepúsculo. Había por ahí otras cosas, pero eran directamente malas: las novelas de Richard Laymon y su casquería, Shaun Hutson y Clive Barker se había vendido bastante. Un panorama que daba asco, vamos. Lo que no sabía entonces es que había un señor, bastante rarito él, llamado Thomas Ligotti que había empezado a escribir los relatos más inquietantes que se habían visto en veinte años: su principal ventaja era huir por completo de la casquería típica, y en muchas ocasiones, de cualquier tipo de narrativa lineal: la mayor parte de su obra son relatos, y todos ellos marcados por una ambientación bastante surrealista, más propia de una pesadilla que de algo que pudiera escribir Stephen King y un poco más cercana al estilo de H. P. Lovecraft (si este hubiera vivido en los noventa, claro). Ninguno de sus relatos se apoya en monstruos clásicos: no hay hombres lobo, ni vampiros (bueno, sí, hay unos), ni fantasmas, ni demonios, sino que la historia tiende a girar en torno a algo que no tiene ningún sentido, y que precisamente por eso resulta inquietante. Como siempre, en España no se editó hasta diez años después como mínimo, lo que considero que ha sido una pérdida.



Demons y Demons 2 (1985-1987). Tengo especial querencia por las películas italianas, y las de Demons son mis favoritas. Resumiendo el argumento, en la proyección de una película de terror, una chica se hace un corte con una máscara de atrezzo. Se empieza a convertir en demonio y a sembrar el pánico, y a partir de ahí, los supervivientes intentan hacerles frente y salir del cine, que por algún motivo, está cerrado a cal y canto. No tiene mucho sentido ni lo necesita, porque la gracia de la película está en la cantidad de sustos y absurdo que va acumulando por minuto. Todo, al ritmo de las mejores bandas de rock ochentero. Por si alguien tiene curiosidad por verla, el vídeo recoge una de las mejores escenas de la peícula:







La tumba de Drácula (Marvel Comics). Los superhéroes nunca me hicieron mucha gracia, por lo que de Marvel siempre pasé bastante…Hasta que encontré la serie de Drácula de los años setenta. Durante una temporada la editorial sacaba bastantes comics de vampiros, y este en cuestión tuvo su propia serie, en la que los descendientes de Van Helsing, Harker y del propio Drácula, las pasaban negras para acabar con el vampiro. En conjunto está bastante bien y la edición española incluyó también historietas cortas de otras series. Pero el principal defecto es el de la mayoría de cosas de superhéroes: la manía de hacer crossovers con Spiderman, la patrulla X, el Doctor Extraño o lo que fuera. Y yo puedo tener cierta capacidad para suspender la realidad, pero ver al Conde Drácula convirtiendo en vampiro a Tormenta, es una de esas situaciones que entran dentro de lo ridículo. Además, no sé si serán cosas mías, pero este Drácula siempre se me pareció un montón a Clark Gable, con el bigote y los soplillos.


















En la tele, lo seguimos teniendo crudo. Para no irme demasiado hacia atrás en el tiempo, con alguna serie que no conozca nadie (eso se queda para la sección Descubriendo Series con Renaissance) o lo que es peor, resulte demasiado cutre para los estándares actuales, me quedo con Dead Set, una miniserie británica en la que se cuenta el estallido de una epidemia zombie. No tendría nada de original de no ser porque los protagonistas son los concursantes del Gran Hermano británico, que al estar encerrados en la casa, tardan mucho en darse cuenta de lo que está sucediendo fuera. La principal gracia de esta serie, además de los cameos de la presentadora del programa, es ver cómo se enfrentan a la situación unos personajes tan específicos como el concursante típico de gran hermano, que van desde la atontada, hasta el más inteligente, pasando por el odioso de turno. En este caso, el problema de los zombies es que son de la modalidad corredora. Y he visto bastantes películas como para comprobar que estos son bastante más rápidos que el resto.

sábado, 23 de octubre de 2010

Propuestas de terror para el 31 de octubre


Los felinos soportan las humillaciones humanas. Ya se vengarán con la porcelana.

Hay un problema gordo con el 31 de octubre. Hace unos pocos años era el día en el que se compraban entradas para ir a ver al Tenorio, y unas bandejas de huesos de santo para el uno de noviembre, que era el día de Difuntos de toda la vida. Unos años después se fue importando el Halloween, y ahora es bastante habitual encontrar carteles de salas de fiestas anunciando el evento y bastante gente disfrazada por la calle. Debería quejarme por una celebración traída únicamente para cubrir el nicho de mercado entre Navidad y Carnavales, pero es muy difícil cuando la fiesta de marras reúne dos de las cosas que considero más importantes: el género de terror y el consumo habitual de caramelos varios. O cualquier cosa con una importante carga de azúcar y carbohidratos.



Gloria bendita, oiga

Además esto me da una excusa para hacer otra entrada con listas de libros, peliculas o comics (y subir fotos chorras de gaticos), de terror en este caso, por lo que puedo escribir lo primero que me venga a la cabeza.



Francesco Dimitri. Guía de casas encantadas del mundo y otros lugares donde (no) te gustaría pasar la noche. Es un poco raro elegir un libro reciente, y que ni siquiera es una novela, para empezar la lista. Además de guía de sitios presuntamente embrujados, incluye algo de historia parapsicológica y consejos para posibles cazafantasmas, por lo que puede espantar un poco a quien reniegue de estas teorías. Peeero...lo que salva al libro es el humor con el que está escrito: todos los capítulos, desde los que describen estudios de investigación hasta las reseñas de los lugares, tienen bastante gracia y el autor no deja de relatar los sucesos con bastante sorna y escepticismo, permitiéndose darle puntuación (de uno a cinco fantasmitas, según la actividad paranormal) a cada sitio. Es especialmente divertido el capítulo dedicado a la Rectoría Borley, cuya cantidad de fantasmas debía hacer que aquello pareciera una discoteca un sábado por la noche. El principal defecto en el libro es que el escritor tiende a usar bastantes palabros en inglés, como si el italiano no le bastara, y especialmente, el precio de la edición española. Porque 18.50 euros por un libro de tamaño bolsillo es lo más abusivo que he llegado a ver nunca.


Y ha salido en dvd. No me lo puedo creer

Halloween III. La estación de la bruja. La única película de la saga en la que no aparece Michael Myers y pasará a la historia por su poco éxito y por ser la producción ambientada en la fiesta, con el argumento más marciano. Esta "Estación de la bruja" es una serie B en la que mezclan la investigación de unos extraños asesinatos en vísperas del 31 de octubre, con el robo de una piedra de Stonenghe, una corporación malvada, máscaras asesinas...e incluso robots. Vamos, que solo le faltarían zombies para ser la película perfecta. Y por si fuera poco, la historia va conduciendo hacia la mitología celta, el sentido inicial de Halloween y los sacrificios paganos. Como puede verse, el argumento es propio de las series B, y al igual que estas, es bastante divertido, aunque a veces adolece un poco de falta de coherencia. La idea original era que la saga Halloween consistiera en una historia distinta cada vez, ambientada en esta fecha, pero el poco éxito hizo que derivara en las escabechinas del pesado de Michael Myers, lo que no me interesó gran cosa, porque los asesinos en serie no me asustan mucho. Ese trabajo ya lo tienen los zombies, los gustos lectores de Hewl y los científicos locos que intentan crear ciempiés humanos.



Ya podía aprender Michael Bay a hacer trailers como estos



En los comics no podían faltar las Historias de la Cripta de la EC. Conocidas por todo el mundo gracias a las referencias que hacen en muchas películas, se trata de una serie de cómics de terror con argumentos clásicos y bastantes truculentos: en la mayoría de los casos, es mucho más probable que aparezcan hombres lobo, necrófagos, y zombies, especialmente zombies, antes que ningún fantasma. Porque para ser unos comics de los años cincuenta, la casquería era marca de la casa..Su principal defecto era lo repetitivo, la mayoría de las veces la historia consistía en el marido/esposa asesinado que volvía de la tumba para ajusticiar a su conyuge, y las historias más mediocres seguían punto por punto este argumento. Por suerte, había ocasiones en las que conseguían darle la vuelta, o crear verdaderos relatos de terror sin que apareciera un solo monstruo. Pero todo, con mucha sorna y humor negro, eso sí. Y los fabulosos dibujos de gente como Graham Ingels, cuyo trabajo en blanco y negro no tiene nada que envidiar a cualquier comic moderno acabado con photoshop. Hace unos años, Planeta editó la colección completa, con un precio bastante competitivo, y en unos tomos que aseguraban lectura para un buen rato.



De momento, presupuesto para el photoshop, sí tenían

¿Y la tele? Aunque ha habido bastantes series de terror, y desde hace años, voy a quedarme con una reciente, por la facilidad de encontrarla y por ser de las que más resupuesto y mejor realización ha tenido: Masters of Horror. Con dos temporadas, se trata de una serie de 13 episodios y con un director distinto, generalmente de los ochenta, para cada vez. La mayoría de historias son adaptaciones de relatos, que puede ser un clásico tipo Poe o uno más reciente. En cuanto a realización, la serie tiene un nivel muy alto, pero cuenta con una gran desventaja: muchos de estos directores fueron bastante "flor de un día", tuvieron su éxito en los ochenta (llamémosle Freddy Krueger, por ejemplo. Ejem) y poco más. Para los trece episodios de cada temporada, hay algunos que da vergüenza ajena por lo aburridos o malos que resultan. Lo que contrasta mucho con el nivel que se llega a alcanzar en algunos, como Cigarrete Burns, de John Carpenter, o Homecoming.
Masters of horror pareció tener el suficiente tirón como para que saliera alguna otra serie de terror después, como fue el caso de Fear Itself, que por desgracia, resultó ser bastante aburrida, y no tuvo más de una temporada. Tampoco es que la vaya a echar de menos.

Para que la entrada no me quedara demasiado grande, estas son las que se me han ocurrido: unas por ser lo que estaba leyendo en este momento, y otras por ser lo primero que me vino a la cabeza. Pero, eh, al menos de eso ya había avisado al principio de la entrada.

martes, 19 de octubre de 2010

The Human Centipede (2009)


Vi The human centipede y sobreviví.

A todo el mundo le suena un poco The Human Centipede: una película sobre un médico que, aburrido de separar siameses, decide secuestrar a tres incautos y pegarlos uno detrás de otro como…bueno, como un ciempiés. El trailer se hizo bastante famoso como una de las cosas más grimosas que se han filmado en mucho tiempo, y porque el director aseguraba que en la segunda película, iba a hacer un ciempiés con doce personas, nada menos.



A estas alturas, más visto que el tebeo.

Muchos han oído hablar de ella pero pocos la han visto. O..bueno, si la han visto muchos, me da igual, porque la que va a hacer la entrada sobre la película soy yo.
¿Y qué me ha parecido? De entrada, que su director, Tom Six, es un tío muy listo: ha conseguido vender una película de terror de bajo presupuesto, normalita (en su realización, no en la idea), como la más enfermiza…Y no lo es precisamente. Solo hace falta irse a cualquier producción underground, de hace algunos años, para comprobarlo, y a día de hoy, Eraserhead me sigue dando mucho más mal rollo.
Además, no ha dudado en anunciar el argumento como 100% medicamente correcto, auténtica maniobra de publicidad, que no tiene nada que envidiarle a los enfermeros que William Castle ponía en los cines donde se estrenaban sus películas, y sus otras monerías. El director de The human centipede hace lo mismo: dice que se consultó con varios médicos sobre esa posibilidad, que sí podría llevarse a cabo…Y digo yo, ¿qué cara pondría el galeno de turno cuando un tipo le viene con semejante idea? Porque si yo se lo pregunto a cualquiera, fijo que me indican amablemente que espere, mientras el interrogado en cuestión llama al manicomio más cercano…

Al margen de la maniobra publicitaria, que le ha salido bastante bien, debo reconocer que la película en cuestión no era el truño que esperaba. El director ha demostrado, además de listo, de haberse tragado un montón de películas de terror, haber aprendido de los errores de estas, e irse a lo importante, que es lo que quiere el público: horrores, muchos horrores, y agobios varios. El argumento no podía ser más simple, y más deudor de cualquier película de serie B: dos turistas americanas llaman, en el medio de una tormenta, a la casa de un siniestro personaje, que resulta ser un médico demente, que las somete a horrendos experimentos. Nada que no se haya visto antes, vamos. Pero la principal ventaja es la falta de relleno en todo el metraje: en menos de un par de escenas, la historia acaba llegando a lo que prometía el dichoso trailer: el ciempiés humano, y punto. Sin diálogos gilipuertas, ni personaje de relleno, ni romance, ni ninguna otro añadido que suelen tener las películas de género.

Otra ventaja es la idea: porque eso de un siamés triple es muy, muy inquietante. No tanto por lo que se ve, que es apenas nada, sino por..bueno, si a estas alturas tengo que explicar por qué la idea da mal rollo, empezaré a preocuparme. En realidad lo que funciona es la historia, ya que no hay mucha sangre, tripas, ni gore, como pasa con la saga Saw, Hostel o cualquier otro torture porn de esos.



Alemania: proporcionando villanos al mundo desde 1914

Y por supuesto, el personaje principal, el Doctor Heiter. Dicen que ha sido una gran interpretación, pero no es para tanto porque tampoco es que el resto se luzca mucho. Pero sí es un gran personaje: recoge las características típicas de los “mad doctor”, se comporta como un verdadero sádico…vamos, que como villano no tiene precio, y casi sustenta la película él solito. Claro que incongruencias no le faltan, porque me pasé la hora y veinte preguntándome si tendría contratado servicio doméstico para limpiar esa pedazo casa en la que vivía. Porque como tuviera que ocuparse de ella el solo, especialmente los ventanales, no le iban a quedar tiempo ni ganas para dedicarse a ningún experimento siniestro.

En resumen, The human Centipede es de esas películas que tienen más fama de la que necesitan, como le pasó en su día a La matanza de Texas. Fama que el director ha aprovechado para prometer esa secuela con más gente, que, de momento, ya ha vuelto a anunciar de la misma forma sinvergüenza que la primera: Nada menos que un vídeo en el que aparece él solito, caminando por un aparcamiento , hablando de la anterior película y de que la siguiente va a ser todavía peor, y que cuenta con un tal Martin, que debe ser el tipo ese de la pata de cabra y la caja en la cabeza…Lo peor de todo, es que hasta me ha dado curiosidad por verla.



No sé qué es peor: si grabar en el mismo sitio donde aparca el coche, o ese sombrero hortera

jueves, 14 de octubre de 2010

El Día que Big Bang Theory se salvó de la quema y más cosas variadas

Había avisado en su momento: la serie de los frikis está cada día más floja y menos graciosa. Le concedí un tercer episodio de gracia, a ver cómo avanzaba, y si seguía sin convencerme, al pozo.

Y no es que fuera de los mejores episodios, pero esta imagen, y el resto de la secuencia correspondiente, le concedió una semana más. Lástima que no les den más protagonismo, animalicos…



¿Por qué se pasaron todo el rato definiéndolo como "siniestro"? Tanta gatería es una monada




En otro orden de cosas, he terminado Daywatch, la segunda parte de Guardianes de la noche que había comprado hace algunos meses. Me ha gustado tanto como el primero, hasta el punto de decidir que este necesita una relectura ya (entre otras cosas, porque no me acuerdo casi de nada). No hay mucha gente a la que la saga fantástica le guste: es un género de fantasía urbana muy raro y mucho más complejo que el que se podía encontrar en las páginas de Harry Dresden o cualquier otra novela de magos por el estilo. El que la adapción al cine sea completamente diferente a lo que cuentan en los libros ayuda todavía más a crear esa sensación de desconcierto y un poco de disgusto que suele provocar esta saga, pero es precisamente por lo que me gusta: la película va por un lado, se limita a tomar los personajes y contar una historia que se cierra en dos entregas. Y los libros van por otro, con bastantes diferencias y un giro mucho más oscuro que el que había esperado tras ver su versión en pantalla. Se había hablado de un remake americano de estas películas, que por suerte, nunca apareció. Y es que, por mucho que proteste, acabaría viéndolo y rasgándome las vestiduras por haber destrozado la historia.



Yo me cambiaba de vagón volando

Con un poco de retraso, respecto al estreno (hay que dejar que suban una copia en condiciones), he visto The Midnight Meat Train y Book of blood, dos películas que adaptan los relatos del mismo nombre, de Clive Barker. A quien no le suene este nombre, era un señor que en los ochenta escribía historias de terror muy rompedoras…y que ahí se quedó su calidad literaria, porque desde entonces, no es que haya escrito cosas muy interesantes, al menos en mi opinión. Por el contrario, las versiones en cine han tenido bastante más suerte que las que hicieron en los ochenta de sus libros y relatos: The midnight Meat Train es una adapción muy buena, en la que Vinnie Jones consigue crear un personaje amenazador sin abrir la boca, y suplen la brevedad del relato con algo de desarrollo de los personajes que, por suerte, no resulta aburrido. Lástima que no les haya pasado lo mismo con Book of blood, pero en este caso, es muy difícil intentar sacar algo de una historia de no más de tres páginas, y que se limita a servir de introducción para una compilación de relatos. Es como si a un lumbreras se le ocurriera pasar al cine el índice de El señor de los anillos.

No hay mucho más que decir por el momento. Y es que desde que a todas las cadenas les dio por poner las series que sigo el jueves, el resto de la semana se me ha hecho un poco más desértico ¿¡en qué estaba pensando esta gente!?

sábado, 9 de octubre de 2010

Los comics de la temporada (cuando me acuerdo de hacer la compra)



Sorprendentemente, se ha echado a dormir. Lo más habitual es que se dediquen a comer cualquier forma de papel impresa.


Ultimamente ando un poco a salto de mata con los tebeos: solo sigo un par de series, que son muy aperiódicas, y cuando me acuerdo de irme a comprar el número siguente, ya han salido dos o tres. Hoy tampoco ha sido una excepción, y de hecho, todavía tengo pendiente ir a la tienda y traérmelos para casa.



Los muertos vivientes 10 y 11 (Robert Kirkman). Hoy en día estos comics son conocidos por la serie que se estrenará el 31 de octubre. No hace mucho hablé de ella, pero no está mal recordar que actualmente es la serie de zombies más longeva y la que posiblemente, tenga los personajes más desquiciados. Los muertos vivientes narra la historia de una epidemia zombi (por si quedaba alguna duda), pero de una forma mucho más arriesgada, como es ir siguiendo a los personajes a lo largo del tiempo, que deben ser unos dos años. En todo este tiempo, ha pasado de todo: se han muerto cantidad de personajes, han pasado por bastantes refugios y se han encontrado con todo tipo de personajes, desde algunos bastante desquiciados a otros, caníbales. Seguramente Robert Kirkman escribió esa parte en pleno éxito de The Road. Como curiosidad, los comics de Los muertos vivientes vienen con un título para cada número, a cada cual más deprimente: "Los días que se fueron", "Lo que más anhelas", "Seguridad tras las rejas", "Esta triste vida"...que son toda una declaración de intenciones, porque no se trata de una serie muy alegre, no.



Las monstruosas vacaciones de Courtney Crumrin (Ted Naifeh). Se trata de una serie no especialmente conocida, que Norma empezó a sacar a finales del 2007. Una niña se traslada con sus padres a casa de su tío, un ermitaño que resulta ser un poderoso mago. La historia parece muy simple, pero la principal gracia es en mezclar elementos de cuentos y miedos infantiles, como los trasgos y los bosques tenebrosos, con algunos detalles más adultos, como una sociedad de magos con bastante más mala baba que la de Harry Potter, y especialmente, el mundo de las hadas, a las que también les llega de malos bichos y son especialistas en secuestrar niños pequeño. El dibujo le pega a la perfección, es en blanco y negro (sin escalas de grises) y muy detallista, especialmente a la hora de diseñar lugares como bibliotecas abarrotadas o el país de los trasgos:

domingo, 3 de octubre de 2010

La semana en series: estrenos y vueltas



A la mía le gustó especialmente Galactica 1978

Este otoño empecé a ver las series con algo de retraso. Estaba bastante entretenida con Battlestar Galactica, que al paso que vamos se vuelve a quedar en el cajón y...bueno, no hay más excusa: como las que más me gustan son un par de series inglesas muy puntuales, tiendo a despistarme más del resto. A las dos que venía siguiendo, se juntan dos estrenos, o al menos, uno, porque para The walking dead aún faltan cuatro semanas.
Este es un repaso a lo que me han parecido los últimos capítulos.

















Juraría que algo de parecido, hay.

Empecé Fringe con bastante desgana y retraso, al estar más entretenida viendo películas. Sin embargo, la vuelta ha sido muy buena, y ya llevamos dos episodios con avance de argumento y no solo “caso de la semana”. Lo mejor ha sido el capítulo de vuelta, completamente ambientado en la dimensión paralela, que cada vez que sale demuestra que tiene que ser un sitio la mar de divertido. Y con tecnología mucho más barata. El segundo fue bastante más gore de lo que había esperado, con una cabeza explotando incluida. Además, con tres temporadas ya puedo confirmar abiertamente que no soporto a Peter Bishop, y que encima se parece bastante al Jr de Dallas. O, por lo menos, a mí me lo recuerda un montón. Ah, y la química entre Walter Bishop y Astrid es cada día mejor.



Tíos, dejadlo ya, no funciona..

The Big Bang Theory está dejando de tener gracia, a marchas forzadas. Nunca fue una serie a la que le exigiera demasiado, más que unas pocas risas, y la tercera temporada fue capeando gracias a las monerías de Sheldon. El primer episodio es uno de los más simples que recuerdo, desaprovechando completamente la cita entre Sheldon y la futura madre de sus hijos, completando con un chiste bastante ozoresco sobre Howard y un brazo robótico. Le dejo de plazo un episodio más. Si no consigue convencerme, se marcha al infierno de la series.



No, si con presupuesto, cualquier hace una serie molona.

Nikita ha cumplido. No estaba yo muy convencida con este reboot/secuela, lo que sea que hayan decidido, porque la serie de 1997 me gustaba horrores, y una medio china anémica poco tenía que hacer frente a la Nikita de Peta Wilson ¿Realmente voy a creerme que esa escurrida va a poder romperle el cuello a un tipo? Sorprendentemente, el tema de la secuela, con la protagonista actuando como agente libre funciona bastante bien, debe ser porque el argumento inicial estaba un poco trillado. Además, como serie de acción está bastante bien, y el aumento de presupuesto siempre ayuda: aunque la Nikita original me encantaba, siempre dio la sensación de que los cuarteles de la organización aquella eran un piso de 90metros cuadrados, y que en realidad solo tenían trabajando cuatro gatos. El que tengan toda una división de entrenamiento de agentes, y bastantes más exteriores, ayuda a que sea más visible.

Y eso es todo lo que puedo contar, porque mi entrada se ha visto interrumpida por la miniserie “Sáquenme a esta gata de delante del monitor”. A veces me pregunto qué demonios ve en él y en el teclado.

sábado, 2 de octubre de 2010

Pesadilla en Elm Street 2010. Esta juventud no tiene memoria ninguna



Nómbrenlo, y seguramente haya un gatico relacionado con el tema

Una de las cosas que más me han sorprendido los últimos años es la cantidad de reboots (o remakes. Mismo perro, distinto collar) de cine de terror que se han hecho. Dice la canción que veinte años no son nada, pero parece que la chavalada de hoy en día no es capaz de ver una película del año 85, ni reconocer a cualquier personaje famoso de la época. Será por eso que en los últimos tres años aparecieron nuevas versiones de las sagas más famosas de los ochenta, como fueron Viernes 13, Halloween y finalmente, Pesadilla en Elm Street. He de reconocer que no he visto las dos primeras porque ya las películas originales no me gustaban nada de nada: malas, más que malas, repetitivas y que no había por donde cogerlas. Además, a mí me gustaban las de zombies italianos que eran..bueno, no, en realidad eran igual de cutres, pero cada uno escoge su veneno.



Cartelera de un cine con una sola sala, circa 1984

En cambio, sí he visto la más reciente, Pesadilla en Elm Street, por lo memorable del personaje de Feddy Krueger y porque sí tenía un poquito más de originalidad a la hora de idear los argumentos. Como no hace mucho, un chaval de 19 años me preguntaba quien era Freddy Krueger (se me cayó el alma a los pies. Y veinte años encima), voy a resumir brevemente la historia de Pesadilla en Elm Street: un grupo de padres vengativos queman en una fábrica a Fred Krueger, un asesino de niños. Este promete vengarse y atacar a sus hijos donde no puedan protegerlos. Diez años después, los niños comienzan a tener pesadillas, donde son perseguidos por un hombre con la cara quemada, sombrero, jersey a rayas y un guante con cuchillas.

A partir de esta idea nace una serie de siete películas (desde principios de los ochenta hasta mediados de los noventa) en las que Freddy Krueger persigue y mata a los protagonistas en sus pesadillas. El personaje tuvo mucho éxito, y no me extraña con los competidores que tenía: Jason Vorhees (Viernes 13) era un soso y Michael Myers (Halloween) tampoco es que fuera muy ingenioso. Por culpa de esta fama, Freddy Krueger fue perdiendo su carácter de monstruo siniestro para ser más un personaje famoso y más cómico.



Cartel en un multicine de 8 salas, circa 2010

Finalmente, en 2010, se decidieron a hacer una nueva versión del personaje. Quizá por lo famoso que era, despertó bastante más expectación que los otros dos reboots, también es cierto que los guionistas tenían un poquito más de material en que trabajar.



Crecí en los och...bah, al cuerno

Lo primero que llama la atención de Pesadilla en Elm Street 2010 es el parecido del guión con la versión original. En ese sentido, no innovan nada de nada: salvo un par de imágenes al principio, el resto está igual que en 1984: la chica siendo destripada y arrastrada por una pared, las garras saliendo de la bañera, las niñas fantasmagóricas…La única variación ha sido el que los personajes pueden buscar información en Internet y tienen teléfonos móviles.

Uno de los cambios más importantes que hubo en el nuevo guión fue el carácter más oscuro que se le da a Freddy Krueger, no solo como monstruo de película sino como monstruo real, pasando de ser un asesino de niños, a un pederasta, detalle que, desde que se revela quien es Krueger, se pasan toda la película diciendo-pero-no-diciendo. Por lo visto, esta era la idea original del director, idea que no le dejaron pasar…pero el cambio de mentalidad se nota, y durante parte de la película juegan con la posibilidad de que el linchamiento de Krueger fuera provocado por una mentira de los niños.



Elija a su monstruo favorito

Lo segundo que salta a la vista es el nuevo diseño de Freddy Krueger. Robert Englund fue Freddy Krueger durante más de diez años, con un maquillaje que recordaba más a un queso derretido que a alguien quemado. El nuevo Freddy Krueger es Jackie Earle Haley, que ya hizo de Roscharch en Watchmen y presenta un aspecto mucho más realista. El personal insistió mucho en que el maquillaje estaba basado en el aspecto real de una quemadura, y se nota.

No puedo decir que la película esté mal, porque se deja ver perfectamente y seguro que a quien no conociera la antigua Pesadilla en Elm Street, le divierte, pero ¡nada es nuevo! Todo es igual a la versión anterior, salvo que hay más presupuesto y efectos especiales por ordenador. No ha estado mal porque, a diferencia del cine fantástico, las películas de terror que salen suelen ser muuy flojitas, pero a cualquiera que conociera la historia de antemano le quedará sensación refrito.

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