Doubt

Como se acercan los Oscar, esta semana nos pasamos a ver La Duda, ya que tiene un buen número de nominaciones…además, no estrenaban ninguna de zombies y ya tocaba de ir al cine, todo sea dicho.

Pese a la falta de zombies inicial (ejem), La duda ha sido una grata sorpresa y no el tostón lento que me esperaba. Para empezar, la película es sorprendentemente corta. Un poco más de 90 minutos, lo que hoy en día, cuando las películas tienden a durar unas dos horas y pico, se agradece. Y es que esos 100 minutos que dura, bastan y sobran para contar la historia, con todos los giros y matices que necesita.

La duda está ambientada en Estados Unidos, en un colegio católico durante 1964, cuando las sospechas (nunca se sabe si infundadas) de la Hermana Aloysius, una monja profesora de dicho colegio, ante la posibilidad de que uno de los sacerdotes esté abusando del único alumno negro que asiste al centro. Durante todo el metraje se presentan las distintas posibilidades, todas marcadas desde la perspectiva de cada personaje: A partir de cierto descubrimiento de la Hermana James (la profesora más joven), se desencadenan las sospechas de Aloysius, que en todo momento tiene la certeza de la culpabilidad del sacerdote…certeza que en ocasiones hace sospechar al espectador si no será verdadera obsesión por eliminar a alguien que simplemente, no comulga con sus ideas. Tras ellas, vienen las actitudes y razones del padre, que parece proteger en todo momento a Donald, a quien la vida ni la época en que vive se lo ha puesto de todo fácil.

Durante toda la película se contraponen precisamente las dos visiones, no solo respecto a lo que podría haber pasado, sino sobre la moralidad y actitud hacia la iglesia:

Aloysius es poco menos que un nazi con hábito, para la que cualquier cosa que no sea oír misa es un pecado mortal y sus convicciones quedan plenamente establecidas en la memorable conversación acerca de la función de navidad, que hará las delicias de todos aquellos que consideraron a Harry Potter como una exaltación de la magia y el paganismo. No obstante, es un carácter que resulta atractivo por la fuerza y resolución que transmite, capaz de hacer todo lo posible para proteger a los niños y a sus hermanas. Es de hecho un suceso que no pudo evitar en su anterior parroquia, y de idénticas similitudes con el presente caso, lo que la hace actuar con tal rapidez.

El padre Flynn es la figura amable que se contrapone a la actitud de Aloysius. Adora los villancicos laicos, es comprensivo con los niños y el que protege a Donald de los matones del colegio. Choca continuamente con la Hermana debido a su distinta visión de la iglesia y de las convenciones eclesiásticas, pero pese a esta actitud más abierta, pesa sobre él la posibilidad de ser un pederasta, lo que lo estaría convirtiendo oficialmente en una amenaza para la sociedad y un personaje despreciable.

La hermana James, que desencadena la sospecha, se encuentra entre la lealtad hacia su superiora y la simpatía hacia el padre debido a su actitud más afable.

Finalmente, Donald, el chico negro, cuyo perfil responde al de un niño maltratado y con problemas pero que se mueve en una zona gris de la moralidad.

Además de la duda que da título a la película, se enfrentan continuamente estas dos visiones de la religión y la moralidad, así como el hecho de que una sospecha infundada pueda acabar con la reputación de una persona. La principal carga de la historia se centra en los diálogos entre ambos personajes, cargados de lenguaje corporal y guerra psicológica en cada gesto y palabra.

La duda (Doubt) 2008

Director: John Patrick Shandley

Meryl Streep, Phillip Seymour Hoffman, Amy Adams, Joseph Foster

Nominaciones: Mejor actriz protagonista, Mejor actor secundario, Mejor actriz secundaria, Mejor guión adaptado.