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jueves, 20 de enero de 2022

Caballero del diablo (1995). Del comic a la tele y de ahí al cine

 


Un de los elementos que ha marcado de forma decisiva la cultura pouular son los cómics de la EC. Sus viñetas han sido un referente durante años a la hora de hacer terror, pero también un ejemplo de la paranoia hacia todo lo considerado inmoral, y sobre todo, un objeto de homenaje por parte de muchos creadores que los tuvieron como parte de sus influencias. La figura del guardián de la cripta, con su aspecto cadavérico y su humor negrísimo, como presentador de historias terroríficas pero con cierto componente reconfortante (a fin de cuentas, el culpable recibía su merecido ¡y qué merecido!) se asomó también a la pequeña pantalla en una serie de televisión que durante siete temporadas ofreció varias historias cortas en la tradición de l EC. e incluso llegó a alcanzar un formato mayor, contando con varios largometrajes que, debido a lo desigual de su calidad y resultado, se quedaron en una experiencia anecdótica. 


Aunque el Guardián se haya trasladado a Hollywood y ahora se dedique al cine, todavía  tiene tiempo para contar as u público una historia de su gusto. En concreto, la del Caballero del diablo. Donde un hombre, tras un accidente de tráfico, se refugia  en una antigua iglesia convertida en un motel. Los huéspedes, tal faltos de suerte como el recién llegado, no parecen sorprenderse cuando un hombre se presenta acompañado de la policía, asegurando que este ha robado un valioso objeto que se le ha encargado recuperar. Los agentes, dispuestos a seguir el protocolo y no creer esa historia de primera mano, se encuentran junto al resto de residentes con una realidad mucho más desagradable: acorralados en el edificio por el misterioso cazarrecompensas y una horda de demonios dispuestos a recuperar una llave que podría suponer el fin de la humanidad en la tierra. Para evitarlo, solo tienen que sobrevivir a esa noche, aunque  cuando al otro lado se encuentra un demonio dispuesto a recurrir a toda clase de amenazas para conseguir lo que desea, no será fáci. 



Rodada con un presupuesto ajustado y una auténtica vocación de serie B, la película tiene muy claro lo que pretende ser: una historia terrorífica propia de un comic, donde esta vez los clichés repetidos hasta la saciedad de la EC (esposas infieles y asesinatos por codicia) se ven sustituidos por un guion muy pulp done se mezcla la mitología de andar por casa, un poco de horror cósmico y la acción con los elementos más cercanos y un tanto brutos del terror: el humor negro, muchas tripas y lo que  ha envejecido peor, una importante cantidad de tetas siliconadas. Todo elo en una duración más que ajustada, y  es que en noventa minutos les da para presentar a los personajes, desarrollar un poco el trasfondo y caracterizar a un antagonista, interpretado por Billy Zane, como un villano mucho más divertido que el que encarnaría en  Titanic, donde no duda en engañar, amenazar, bromear, matar e incluso declararse de una forma bastante patosa, que, si bien resulta atropellado, como todo lo que sucede en la película, es tremendamente divertido. 


 El resto del reparto cuenta también con caras que, siendo conocidas, no destacan: William Sadler como protagonistas, Jada Pinkett antes de ser Smith o Dick Miller como secundario borrachín, personajes con caracterizaciones poco complejas pero a los que resulta rápido identificar y sentir un mínimo de empatía cuando estos se encuentran con su final, por que en realidad la estructura dle guion está clara desde el principio y se sabe que solo uno va a a llegar a los títulos de crédito. 




El presupuesto disponible  está más que aprovechado: hacen de la limitación una ventaja, y la imposibilidad de contar con más exteriores o figurantes hace que esa noche realmente parezca transcurrir en un lugar en medio de la nada (aunque sigo sin entender pro qué ese motel se parece más a un edificio de los que se encuentran en la Zona Hermética que una antigua iglesia) y el resto tiene lugar en decorados. Incluso las secuencias de flashbacks se filman con planos cortos de forma que no sea necesario mostrar más de lo mínimo. Esto permite dedicar el resto a los efectos especial y maquillajes: unos demonios de ojos y sangre color verde radiactivo, muy bien caracterizados y de los que se hubiera agradecido ver a alguno más, y los maquillajes de los poseidos que recuerdan un poco a las prótesis empleadas en Demons, sin llegar a los extremos de locura de Lamberto Bava. 


Con un guion propio de un comic sin complejos, su carácter anecdótico y poco ambicioso, y lo divertido del resultado, el Caballero del diablo fue un pequeño éxito cinematográfico para cuentos de la Cripta. Por desgracia, su segunda entrega, una comedia de terror  con muchos chascarrillos a costa de las vampiras que trabajan en un burdel, no estuvo a la altura de su predecesora, cerrándose la serie con una tercera entrega e la que a una producción rodada anteriormente se le añadió un montaje adicional del guardián. Al menos, sirvió para disfrutar de una buena película de terror en una década en la que el género no era tan prolífico como en la anterior. Y para ver, una vez más, la intro de la serie de televisión: una de esas cabeceras  que, junto a la de la primera temporada de True Detective, podrí ver en bucle durante años. 


4 comentarios:

Anacrusa dijo...

A mí la intro de la serie de televisión, que si no recuerdo mal emitía Telecinco, me daba pesadillas. Pero vamos, que era ver el anuncio de 'It', creo que también emitida por Telecinco en los noventa, e irme a la cama a soñar con payasos asesinos xD.

Tanto de los cómics como de la serie de televisión de los ochenta me gusta el giro final lleno de un humor negrísimo. Todavía recuerdo un episodio de unos necrófagos/zombis que se dedican a comerse a los muertos, y de paso al protagonista que los descubre, y cómo no, el comentario jocoso del guardián de la cripta al final del episodio. Aunque mi serie favorita era la 'Más allá del límite' noventera, que emitía la ETB 2 los sábados por la noche y cuya intro, con la voz en off que decía aquello de "Ahora la transmisión está bajo nuestro control. Controlamos lo horizontal y lo vertical..." me asustaba tanto o más que el guardián de la tumba.

Desconocía de la existencia de esta 'El caballero del diablo', pero me la apunto para ver uno de estos sábados.

Muy fan de esa referencia a 'Demonios' de Bava xD.

Renaissance dijo...

La intro de cuentos de la cripta me encantaba, pero a mí esa voz inquietante que decía que no le pasaba nada a mi televisión si que me producía crisis de pánico xD.
La serie, salvo algun capítulo (precisamente el de los necrofagos y uno de un intercambio de cerebros) la tengo muy olvidada, casi en la memoria junto con Las pesadillas de Freddy y Misterio para tres. Se me ha quedado mucho más esta película, que me pareció divertidisima.
Hace algún tiempo se hablaba de un remate de Cuentos...pero no se nada más ni como quedó. Como mínimo, si sale adelante espero que desempolven a esa marioneta reseca y sus chascarrillos.

Rocío G. Tizón dijo...

Tiene imágenes imborrables.
Un abrazo.

Renaissance dijo...

Es verdad. Me acuerdo sobre todo de la caracterización de los demonios y esas luces de semáforo entre el color verde de estos y el rojo de la llave.

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