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jueves, 16 de febrero de 2017

Doctor Extraño (2016). Magos contra supervillanos



Marvel ha llegado a una fase en la que se encuentra con dos problemas: empieza a ser difícil seguir todas las películas del universo cinemático y dos por año (tres en alún caso), se hacen excesivas Además, se han presentado ya a los superhéroes princiaples, aquellos que el público, por cultura popular, conocía de antemano. Quedan los secundarios, como Pantera negra, a los que les toca enfrentarse también con esta saturación del género. Pero también supone una portunidad para poder ver en pantalla a otros personajes que suponen una vertiente menos explotada de Marvel: hemos visto superhéroes, mutantes e incluso guardianes de la galaxia. Pero también hay sitio para los magos.



Doctor Extraño es la presentación oficial del hechicero del universo Marvel, quien se encargará de enfrentarse a las amenazas de caraácter místico, mientras que los Vengadores  hacen los mismo con las más comunes (que, entre supervillanos, alienígenas y demonios de otra dimensión, vivir en ese mundo debe ser un peligro. Pero también muy divertido, vaya). Pero eso será más adelante, porque ahora a quien se presenta es a Stephen Strange, un brillante cirujano cuyas manos resultan dañadas en un accidente y que acabará buscando una cura en el terreno de la magia, creencia que hasta entonces había despreciado. Este emprenderá que, además de suponer una cura de humildad para alguien acostumbrado al éxito, lo descubrirá sus aptitudes par la hechicería, que deberá poner a prueba cuando Kaecilius, un mago que ha traicionado a la Orden de hechiceros, intenta abrir un portal a otra dimensión  e invocar a un demonio. Una idea a estas alturas un poco trillada. Pero un supervillano al uso no se convorma con hacerse millonario y retirarse: o se siembra el caos y la devastación, o no hay película.


El problema principal del guión es el de ser, una vez más, el origen de un personaje principal de la franquicia. Este va por un camino trillado, como el del protagonista pagado de si mismo que supera una serie de pruebas y acepta su papel como héroe. Al igual que con Iron Man, el personaje es interesante, pero lo que lo rodea, no. Strange muestra potencial para una secuela o una aparición posterior, como alguien más calmado pero con un buen punto sarcástico, al que todavía le falta por aprender. Y, al igual que Tony Stark con Robert Downey Jr, es Benedict Cumberbatch el que lo dota de carisma y matices...si bien en más de una ocasión  la actitud de Strange y sus habilidades  mentales recuerdan demasiado al Sherlock de Moffat. En cambio, es el personaje de Mordo el que  ofrece más matices: frente al papel inicial de amigo y mentor, este sufre una evolución en la que se aprovechan mejor las luces y sombras que la película podría transmitir. Es su fe ciega en las normas y el presenciar la ruptura de estas lo ue lo desmoraona y lo hace convertirse comprensiblemente en un potencial antagonista. No es el caso de el Antigo o Kaecilius, quienes se limitan a figurar coo arquetipos de maestro y villano vengativo de cara a terminar la estructura del guión y facilitar la llegada de las secuencias de acción y explosiones. Desde luego, la presencia de Mads Mikkelsen está tan desaprovechada coo la de Christopher Ecceston  en Thor: el mundo oscuro.



Si en las anteriores producciones los efectos especiales se destinaban a hacer que la gente vuele y las cosas leviten o exploten de forma espectacular, aquí  el departamento ha tenido  un poco más de libertad. El aspecto visual principal es el de la magia, y esta sirve para poder dedicar la inforafía a conseguir escenarios más irreales y en principio, creativos. Una tarea lograda solo a ratos: hay secuencias donde realmente aprovechan el sentido de lo fantástico y la idea de romper las reglas, recurriendo a imágenes frangmentadas similaes a las de un caleidoscopio, o el despliegue de colores que supone el primer viaje astral de Strange. En otras, se limitan a seguir un camino más seguro, pero que garantiza  la espectacularidad de estos efectos: las escenas donde los edificios  se separan y repliegan sobre si mismos  cumple esta función, pero es imposible no verlo sin recordar Inception y pensar que han abusado un poco de este recurso. Parece, en general, que a este aspecto creativo se le ha dado libertd, pero no demasiada para no espantar a un público al que  han estudiado al milímetro y conocen lo que quieren, o más bien, lo que se le quiere ofrecer y va a garantizar un éxito de taquilla.



Doctor Extraño cuenta con la mayría de defectos y aciertos de todas las historias de orígenes ue ha ofrecido Marvel hasta ahora:  no se va a alejar de los caminos pautados previamente pero el personaje al menos, supone una aportación menos conocida y más variada que los supehéroes anteriores. También ha supuesto un reto al aportar un nuevo héroe  en una fase en la que Marvel parece enfrentarse a un agotamiento lógico de la franquicia. Pero por otro lado, el estreno de una tercera entrega de Thor donde tendremos una aparición del mago interpretado por Benedict Cumberbatch es muy prometedor. Espero al menos que no nos decepcione.

4 comentarios:

Lady Ovejita dijo...

Pues a mí esta peli me gustó mucho, aunque coincido contigo en que el protagonista me recordó demasiado a Sherlock, pero eso tampoco fue terrible. Coincido también en que se está haciendo un poco difícil seguir todas los arcos del universo Mavel cinematográfico, pero bueno, supongo que al final será como con los cómics, que cada cual se quedará con sus favoritos.
Un abrazo y gracias por traernos esta reseña.

Renaissance dijo...

A mi me pareció que le faltaba un punto de originalidad, la película sigue de una forma demasiado rígida las normas que parece haber dictado Marvel en cuanto a Historias de origen y secuencias de acción. En cambio, si que espero ver a se Doctor Extraño en la siguiente entrega de Thor.
Un abrazo y gracias por comentar :)

José Miguel García dijo...

El primer capítulo de un superhéroe, sobre todo para quienes lo tenemos muy sabido de los tebeos, suele hacerse bastante latoso porque hay un esquema más o menos rígido del que parece que no se puede escapar. Eso sí, reconozco que, en este sentido, "Dr. Strange" lo resuelve mejor que otros capítulos. Pese a todo, y para lo que promete el personaje, la película deja con la sensación de ser bastante inocua, sin mucho donde morder: es más una promesa de lo que puede dar de sí el fascinante mundo del Dr. Extraño (el de los cómics) en próximas entregas.

Renaissance dijo...

Es exactamente lo que me pasó con la película: me pareció muy inocua, no ofrecía nada especial respecto a un personaje que tiene mucho potencial, y sobre todo, muy atractivo para los que no leímos sus comics. También espero que en la siguiente entrega ofrezcan mucho más, pero después de tantos orígenes es bastante más fácil encontrar estructuras muy comunes en estos guiones.

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