Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

sábado, 7 de mayo de 2011

Lecturas cienciaficcioneras de la semana



Hoy, respondemos una duda que asalta a todos los lectores: ¿es posible poner la foto de un gatico con cada entrada de libros y no repetirse?


En este blog somos como el cartero: aunque llueva, nieve o truene, la lectura es un vicio que no se abandona. Otra cosa es que se respete el orden que se tenía pensado en cuanto a libros pendientes, porque, aunque en el meme anterior tenía pensado ponerme con las aventuras de Le Bossu, opté por volverme a la ciencia ficción (y las traducciones al castellano) antes de seguir con la capa y espada, opción igual de imparcial y aleatoria que lanzar un dado de 20 caras para decidir que libro empezar primero.



"Deja de hacer el mono", me decían de niña.

Pierre Boulle. El planeta de los simios.
Más que el libro, a los monos se les conoce un montón gracias a la película de Charlton Heston y un poco menos gracias a la cosica aquella que filmó Tim Burton. El argumento se sabe de sobra: un astronauta llega a un planeta poblado por humanos asilvestrados y simios inteligentes, que lo toman por el pito del sereno…y este es el único punto de coincidencia entre ambas versiones, porque el libro de Boulle es menos cienciaficcionero, más cercano a las aventuras y…para qué negarlo, más francés. Y es que la forma de narrar, obviando referencias científicas (“en aquel tiempo, los viajes espaciales eran de lo más común”), o exagerando un par de referencias astronómicas (como una pequeña disertación informativa sobre Betelgeuse) es mucho más cercana a Verne que a la ciencia ficción de la época. La civilización monil se encuentra en el equivalente a los años sesenta de la tierra, por lo que ver a un montón de orangutanes, gorilas y chimpancé vestidos de traje y corbata resulta mucho más cómico que el traje marrón del Doctor Zaius que recordamos en la película, por no decir que las apreciaciones del protagonista respecto a las similitudes entre ambas especies son bastante divertidas, así como la mala baba a la hora de explicar el por qué de ese cambio evolutivo. No hay mucho más que decir sobre este libro, salvo que para muchos que vimos El Informal en su día, nos trae a la memoria esto:





Ese mismo me estoy leyendo yo

Isaac Asimov. El sol desnudo. De Asimov solo sabía que era un autor de ciencia ficción que vendía un montón hace años (más o menos, en la época en la que Stephen King partía la pana en Plaza y Janés), que tenía un montón de libros sobre la Fundación, había inventado las leyes de la robótica y para de contar. A mí no me atraía mucho porque los robots me dan un poco igual (donde estén un buen par de trífidos, que se quiten las latas), exceptuando el de Metrópolis, porque ese es sagrado. Empecé a leer este Sol Desnudo por estar entre varios que tomé prestados y por aquello de aumentar un poco la cultura popular. Empecé a leer sin saber el argumento, ni la fecha, ni si pertenecía a alguna serie, y cuando te pones a leer a ciegas, el libro en cuestión puede gustar o no gustar. Por suerte, a este le corresponde la primera opción: ambientada en un mundo en el que una parte de los humanos han conquistado el espacio y desarrollado la robótica, mientras que otra se ha quedado en la tierra, viviendo en ciudades de altura kilométrica y siendo despreciada por los primeros, un detective terrestre debe viajara a uno de esos planetas para resolver un asesinato, cosa que resultará complicada cuando las costumbres y cultura son completamente opuesta. En resumen, se trata de una novela policiaca situada en el espacio y con robots, pero se desarrolla del mismo modo en que podría contarse, por ejemplo, una novela sobre un detective africano que debiera ir a la Inglaterra imperial para resolver un crimen. Con esta comparación, no es que resulte altamente original, pero sí está escrita con bastante agilidad y resulta entretenida. Además, una de las cosas por las que se caracteriza el libro, es la ausencia de crítica hacia ambos planetas, y una visión muy poco pesimista de estos: si en uno el aislamiento es la forma de comportamiento habitual, en la Tierra son incapaces de permanecer en el exterior debido a su reclusión en las ciudades…detalles que se presentan de forma objetiva, aunque la historia sea en primera persona y el protagonista, además de sorprenderse de ello, deba enfrentarse al rechazo de los sospechosos como humano y portador de gérmenes.

Probablemente el próximo sea Farenheit 451, que es cortito y se termina en una tarde, y si no, como dicen mi pueblo: mañana Dios dirá.

3 comentarios:

Atticus dijo...

Tengo pendiente desde hace un tiempillo desempolvar todos los libros mega viejos propiedad de mi madre de Issac Asimov. Seguro que buscó ese y no lo tiene, ya verás. Es que si, yo me pirro por una historia detectivesca.

P.D: Todavía tengo pendiente hacer el meme literario, pero aunque tarde años en hacerlo, te lo diré. Ya sabes que los gatos somos muy vagos por definición.

satrian dijo...

A mí sí me gustan los libritos de robots del señor Asimov.

Renaissance dijo...

Martinyfelix: Asimov sigue estando fácil de encontrar, los de Debolsillo han sacado precisamente El Sol Desnudo. Y el meme literario mola, aunque parece que solo yo tuve valor de pararle los pies a un escritor malvado XDD.

Satrian: uf, es que hasta ayer, de Asimov no me había leído nada de nada..¿Es posible vivir en el mundo en tal estado de bercismo?

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