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jueves, 13 de septiembre de 2018

Dave made a Maze (2017). Dentro del laberinto. De cartón



Si hoy alguien dice que "se hacen películas sobre cualquier cosa", no estaría equivocado. Cuando pensaba que una historia sobre cortinas de la ducha malvadas serían lo más raro que vería nunca, un guionista decide hacer una sobre una de las actividades a los que muchos niños se dedicaron en un momento de sus vidas: la construcción de fuertes y refugios con lo que hubiera por casa. Debo decir que en  tie4mpos hice mis pinitos como arquitecta o contratista, y los cojines del sofá daban para unas barreras que ni el muro de Juego de Tronos. Las cajas, por desgracia, eran un objeto de lujo y cualquiera moderadamente grande era confiscada para guardar trastos en el garaje. Con el tiempo, el afán constructor se va olvidando, pero, ¿Qué pasaría si un tío hecho y derecho decidiera llevar a cabo uno que fuera la envidia de cualquier niño?



Al Dave que da título a la película es lo que se le ocurrió durante un fin de semana en el que, con su novia de viaje, se suceden sin éxito varios intentos de composición artística. Cuando esta regresa, encuentra situado en el salón un gigantesco castillo de cartón, desde cuyo interior Dave le informa que se ha perdido en el laberinto construido por él. Pese a lo improbable de la situación, sus amigos se reúnen para entrar en una construcción que según afirma, es más grande por dentro que por fuera. Su mejor amigo, su novia y unos cuantos conocidos que, o bien pasaban por ahí o bien quieren filmar el documental del siglo, acaban adentrándose en una caja de cartón que, para su asombro, era lo que Dave afirmaba: un laberinto de papel, lleno de todo tipo de trampas y monstruos.



Lo mejor de la película es su duración y su vocación artesana. Lo primero será probablemente por un presupuesto que se les ha ido literalmente en papel, y que quizá el guionista sabía que no podía estirar demasiado la broma. Lo segundo, por tratarse casi de una pieza hecha a mano donde aprovechan los recursos al máximo. Desde los créditos, con animación en dos dimensiones destinada a presentar el comienzo de la historia y la caracterización de su personaje principal, hasta el interior de un curioso laberinto hecho de piezas de cartón y donde son capaces de bromear con toda la simbología asociada a este: las trampas, un minotauro y paredes que recuerda en cierto modo, a una versión muy de andar por casa de Dentro del Laberinto.


El humor es una parte muy importante de la trama, sobre todo teniendo en cuenta que el escenario es un laberinto construido en una sala de estar, y donde las muertes más grotescas (a fin de cuentas, todo buen laberinto tiene trampas) se ven reducidas a confeti...literalmente. Es imposible tomarse e3n serio una muerte así, sobre todo cuando las víctimas no son los personajes más simpáticos de la historia. Y es que, tampoco falta cierta parodia del mundo de los "millenials", o más bien, de la idea que la generación anterior tiene de una quinta aparentemente formada por hipsters y estudiantes eternos con ínfulas artísticas. Un retrato que aquí se presenta de forma muy caricaturescas, tomándose muy a broma ambos bando pero  quedándose al final con un trasfondo mucho más profundo donde la idea de la mazmorra, el estar perdido y la obligación de terminar las cosas toman un significado muy distinto.



Aunque esta parte de la trama y su aspecto artístico sean los mejor trabajados, el hilo conductor acaba perdido por comparación. Hacia el desenlace, una vez planteado lo importante, se decide terminar, sacar a los personajes y que no importe mucho lo de cargarse a todos los secundarios, total, si los créditos del principio servían para presentar la historia, lo mismo los del final lo hacen como epílogo. Aunque para eso, ´habría que haber tenido uno.

Curiosa, con cierto mensaje y visualmente bonita, Dave made a Maze es una producción pequeña, a veces muy consciente de sus límites, pero toda una muestra de cómo se puede hacer  cine fantástico con humor y lo más cotidiano.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡No tenía ni idea de que existiese esta peli! Me la apunto ya. En casa somos muy de construir cosas con cajas de cartón (le hicimos una casa a mi hijo con una caja enorme de Ikea), así que seguro que sacamos inspiración de "Dave made a maze". O igual acabamos muertos entre nubes de confeti como los personajes de la película, jajaja.

Renaissance dijo...

No la conocía hasta que vi un tráiler y me encantó la inventiva de las cajas de cartón y lo que albergaban. Y solo viendo los exteriores del laberinto, hay un montón de ideas a la hora de crear un fuerte...¡Solo espero que no acabe pasando como la TARDIS y siendo más grande por dentro que por fuera!

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