Siempre he tenido simpatía por los fracasos en taquilla. Esas
películas que nacen con vocación de blockbuster y que acaban por no recaudar ni
para pipas. A veces son producciones un poco adelantadas a su tiempo, o que se
equivocan por completo con lo que quiere el público, y en algunas ocasiones, y
esto no tiene remedio, es que son malas con avaricia. Pero hay casos en los que
entre estas se encuentran historias muy válidas, que acaban recuperando la
inversión con el tiempo, o que simplemente se trata de producciones
entretenidas que no se merecían el batacazo. Esto suele pasar cuando la idea
del verano es retomar un libro o un personaje de hace más de sesenta años y
querer convertirlo en superproducción. Pasó con John Carter de Marte, demostrando
que el pulp enfocado de esa forma no daba muy buen resultado. Y un año después
lo intentaron con los seriales del oeste y su personaje más popular: el Llanero
Solitario.
Esta nueva versión comienza con la historia que un indio
anciano, y un tanto lunático, le cuenta a un niño en una exposición sobre el
Oeste. Este es nada menos que Tonto, el
fiel compañero del héroe conocido como el Llanero Solitario, quien comenzó como
un abogado recién llegado de la ciudad que presencia el asesinato de su
hermano, sheriff en un pueblo de Texas. Acompañado por Tonto, intenta llevar a
la justicia a los asesinos, aunque este insiste en que todo tiene un origen sobrenatural
relacionada con el Wendigo y una mina de plata maldita. Pero las tribus de
comanches que encuentran en su camino tienen una explicación más lógica, y que
puede haber una relación entre esta, el fin de la tregua entre la nación india
y el hombre blanco, y la expansión del ferrocarril que atravesará el país en un
futuro próximo.
En un principio, la película contaba con elementos muy
interesantes: se trata de una historia de los orígenes del héroe, donde se
muestra como un personaje inofensivo debe convertirse en tal y salvar a sus
seres queridos. A estos también se les da una versión un tanto más oscura de lo
que podrían haber tenido en sus orígenes radiofónicos, al incluir como tales
elementos como el asesinato y la venganza. Esto último, mucho más marcado en el
personaje de Tonto y el trasfondo que lo acompaña, que en el del propio
llanero, que es un héroe un tanto más simple. El personaje del amigo indio del
protagonista podría haber sido por esto el más interesante, al trabajar con él
tramas como la de la fantasía y las explicaciones irreales para huir de la
culpa y los sucesos traumáticos. Conociendo, aunque sea de oidas el material
original, sorprende un poco que muchos de los elementos del guión sean bastante
más oscuros y desengañados.
Además, la ambientación y muchas secuencias en los pueblos y
asentamientos son de lo más llamativo de la película. Las caracterizaciones de
los secundarios y los locales son de un Oeste más auténtico, maltrecho, y que
recuerdan un poco a otra película de Gore Verbinski, Rango. Naturalmente, estos
se han tratado desde una perspectiva más visual y más pensada para disfrutar de
las secuencias. Especialmente el burdel regentado por el personaje de Helena
Bonham Carter, muy gótico y lleno de figurantes de aspecto llamativo. Otro tanto
para el punto de partida, donde, igual que en muchos momentos de la película,
juega un poco con la imaginación a través de la historia presentada por ese
indio anciano. Eso, y el que en determinados momentos opten por incluir una
narración a saltos (pero que se sigue rápido, que esto es para toda la
familia), hacen que esta sea un poco distinta de lo que esperaba como producción
para deslumbrar…aunque de esto también tiene bastante.
Aún con todo esto a su favor, acaba resultando una película
muy fallida. Tal y como plantearon partes de la historia, resulta muy chocante
que incluyan momentos cómicos que no pegan ni con cola, y que a menudo resultan
fuera de lugar. Si estos cortan el ritmo de la narración en la mayoría de los
casos, en otros son bastante desconcertantes, como por ejemplo, el incluir un
gag sobre las normas de higiene en hostelería en las consumiciones de un burdel.
En otros casos, es muy difícil mantener la emotividad de una secuencia cuando
se ponen con otro alivio cómico de forma bastante brusca. Igual que el guiño a
la frase más conocida del personaje, que incluyen al final para tomársela un
poco a broma pero, que al igual que los casos anteriores, resulta un poco
anticlimática y por desgracia, recuerda a ese intento tan cutre de tomarse a
broma personajes clásicos que había sido The Green Hornet.
El desarrollo y caracterización de los personajes
principales tampoco ha sido el acertado: durante la mayor parte de la película,
es imposible creerse al Llanero solitario como tal. Este comienza siendo un
tipo muy apocado para acabar galopando sobre un tren, arrebatando pistolas con
el látigo y haciendo oportunos disparos certeros…cuando hasta hacía poco, su
puntería fallaba más que una escopeta de feria. En ningún momento hay evolución
en el personaje, que parece adquirir las habilidades necesarias para él de la
noche a la mañana.
Pero el que se lleva la peor parte en esto es el Tonto
interpretado por Johnny Depp. Actúa como narrador, cuenta con el trasfondo más
interesante y cuidado, abre y cierra la película…pero es imposible creérselo. Porque
toda su actitud es un remedo de Jack Sparrow, con sus gestos inexpresivos a
ratos, sus contestaciones de pie de banco y hasta su forma de salir corriendo. Se
salva por todo lo que han trabajado con él, pero tanto sus diálogos como
actitudes cortan tanto el ritmo como los gags a destiempo.
Este Llanero solitario tiene muchos defectos, y a pesar de
ellos, y de esas dos horas y veinte que se alargan (¡otra vez queriendo
amortizar entrada! ¡Qué pesados!), llegó a divertirme y parecerme una película
muy disfrutable. Pero ha sido una pena que no supieran enfocarla correctamente,
y que esos elementos que tenía a su favor queden en un segundo lugar por haber
intentado conseguir otra producción tan ligera y veraniega como Piratas del
Caribe.
2 comentarios:
En su día no la vi, porque me parecía temible ver a Jack Sparrow en ambiente western y porque no tenía esperanzas de que fuera algo más que un blockbuster tontorrón. Pero no eres la primera que habla bien (aun con sus reparos) de la peli, de modo que lo mismo me replanteo el recuperarla. De todos modos, ya la tengo bajada...
A mí me sorprendió positivamente, aún teniendo en cuenta todos sus fallos. El principal defecto es precisamente interpretar a un personaje con un trasfondo mucho más dramático y vengativo como si fuera un Jack Sparrow. Tonto no tiene nada que ver con el pirata de hace algunos años y su actitud en algunos momentos de la película es bastante desconcertante. Igual que esos ch istes que parecen metidos a destiempo y herederos, otra vez, de la franquicia Piratas del Caribe.
De todas formas, he visto películas mucho peores arrasando otros veranos, por lo que no entiendo por qué cosas como esta o John Carter se llevaran sejemantes batacazos.
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