Hay cosas que no fallan a la hora de montar una película de terror: casa con historia siniestra, protagonistas dispuestos a pasarlo bastante mal, y, en los últimos años, apariciones que sean más peligrosas que un fantasma atravesando las paredes e ignorando a los personajes. No es que sea muy sutil, pero hay días en los que recursos como estos llaman la atención y se convierten en una buena alternativa para una sesión de tarde.
El argumento de Sinister, por desgracia, se destripa completamente en el trailer, que presenta la historia de un escritor sobre crímenes que en horas bajas, decide mudarse a la casa donde se produjeron los asesinatos que está investigando. Cualquiera que haya visto más de una película de terror sabe que esto es muy mala idea, pero esto no impide que, tras encontrar una caja con cintas de super 8 en el desván que, supuestamente, había sido vaciado por la policía, decide verlas y comprobar que estas corresponden a grabaciones de varios asesinatos cometidos en distintas ciudades hace años, y que en todas ellas aparece una figura extraña y un tanto monstruosa. No voy a decir más por si alguien quiere tener algo de sorpresa en el desarrollo de la historia (y por tanto, saltarse el vídeo), pero la criatura que sale en los vídeos empezará a mostrarse por la casa y empezará a afectar al comportamiento de sus hijos.
El punto de partida de la historia es bastante tópico, porque escritores sin inspiración y lumbreras que se van a casas con historia siniestra detrás las hay a patadas, los personajes secundarios son inexistentes y no ayudan mucho, más allá de cumplir su papel de policías de pueblo que, o bien no se fían, o admiran al novelista. Y la forma de comportarse del protagonista tampoco ayuda: cada vez que está pasando algo raro, no se le ocurre otra cosa que tener la casa medio a oscuras y pasearse por ella sin encender una triste luz por el pasillo, lo que aprovechan todo tipo de sombras para irse apareciendo por la casa adelante…la electricidad va cara, pero si un personaje sospecha que puede haberse colado alguien en su casa, no debería tener tanto miedo a que le suba la factura de la luz.
Incluso hay un par de cabos sueltos que, o el guionista pretende que sean una pista falsa, o directamente se olvidó de ellos, pero el tema de los terrores nocturnos de uno de los hijos no aporta mucho, y solo sirve para incluir un par de escenas con susto gratuito a base de apariciones repentinas y de gritos como si de un screamer se tratara. Sobran algunas secuencias en las que abusan de este tipo de trucos para asustar al espectador, pero vi suficientes películas de fantasmas a principios del 2000 como para quedar inmunizada y estas, aunque es un recurso fácil, no llegaron a cansarme ni a dar la impresión de servir para justificar el precio de la entrada.
No parece que haya muchas cosas buenas que decir sobre Sinister, pero es uno de esos casos raros en los que sí me ha gustado la película, a pesar de sus defectos. Porque lo que tiene a favor es no tener muchas pretensiones, sino contar una historia de fantasmas (además, me habían hablado mal de ella por lo que bajé el listón antes de empezarla) en la que intentan alejarse un poco del tema de las maldiciones para irse por otro camino que, por desgracia, no aprovechan todo lo que deberían más allá de hacer aparecer a los fantasmas correspondientes. Y sobre todo, el final es muy adecuado, cierra por completo la trama y se aleja de los finales felices estándar que incluyen muchas películas de casas embrujadas destinadas a estrenarse en cine.
Un poco predecible y no especialmente original, pero resultona, tiene sus dosis de suspense y me pareció más divertida que The Innkeepers. Eso sí, ya podían haberse currado más al espectro en cuestión porque más que amenazador, parece un fantasmón de carnavales.
2 comentarios:
Me temo que la dejaré pasar entonces.
Satrian: a mí me resultó entretenida, pero es de esas películas de ver una sola vez, como Insidious.
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