Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

jueves, 26 de julio de 2012

Grave Encounters (2011) Come at me, Ghost!!


Y dice usted que desde hace tres años, se dedica a buscar fotos de gatos ridículos...interesante

Desde el exitazo de El proyecto de la Bruja de Blair (y lo que ha llovido desde entonces), los productores han descubierto que una de las formas más baratas de hacer una película es grabarla en vídeo directamente y venderlo como si fueran cintas encontradas tras algún suceso macabro. Lo de hacerlo pasar por verídico ya no funciona y el personal se conforma con presentar la película, estrenarla, y a ver si funciona. La realización suele ser bastante cutre, cuando no mareante, por eso de filmar con la cámara en mano, y para qué negarlo, algunos de los estrenos son malos con avaricia, todavía peores que la segunda forma barata de hacer cine de terror: asesino chorras y adolescentes tontos. Pero como todo, y como antes de los asesinos prefiero esto del “found footage”, de vez en cuando suena la flauta y sí aparece alguna que, sin poder considerarse “buena” (con estas condiciones de rodaje, es difícil que lo sea), sí consigue funcionar y entretener al personal, que es lo que se buscaba.


Grave Encounters junta dos grandes temas del cine y de la tv baratos en los últimos años: grabar cámara en mano y los realities de cazadores de fantasmas. Porque el título se refiere a un supuesto programa de televisión en el que un equipo se encierra en un edificio supuestamente encantado, filmando lo que pueden mientras su presentador se dedica a provocar a los fantasmas con bastantes malos modos…Efectivamente, parodian abiertamente Ghost Adventures, que aquí emiten como Buscadores de Fantasmas en el Canal Xplora, programa del que también me he aficionado: ¿Un cachas de gimnasio gritando por los pasillos vacíos y saltando cual damisela cada vez que oye un ruído? No podía perderme algo así…La parodia, eso sí, está hecha con bastante mala baba: los protagonistas no se toman en serio la situación, sino que lo ven como un programa de entretenimiento al uso y no una investigación: no dudan en untar a un jardinero para que se invente una historieta ante la cámara y el médium que los acompaña hace más teatro que otra cosa.


Joe, es que son igual, igual...

Pero, a diferencia de Ghost Adventures, los presentadores de este programa ficticio sí van a encontrar algo bastante más contundente que una psicofonía confusa y ruidos de cañería. De hecho, la película empieza con un productor explicando que las cintas corresponden al sexto programa de la serie, grabado en un manicomio abandonado, y las sesenta horas de metraje son verídicas. Con esto uno se puede imaginar que no les fue muy bien el encierro, no. De todas formas, la historia empieza como podría empezar el rodaje del programa al que parodian: repetición de algunas tomas y antecedentes del local, un centro que albergaba a miles de lunáticos, y como no podía faltar, un médico que llevaba a cabo novedosas operaciones de lobotomía ¿Es que no hay ni un cirujano que se meta a la profesión por amor al arte y la vida?



Si dicen que el manicomio era solo para locos, y no locas, ¿por qué uno de los aparecidos es chica?

Tras las primeras horas, bastante normalitas y muy parecidas a su versión real, empieza lo bueno. Y como empieza. Porque la actividad paranormal pasa de ser unos pocos ruidos y ventanas que se abren a cosas más impresionantes como la alteración del espacio y el tiempo dentro del edificio. Porque, por mucho que se empeñen los protagonistas en salir, descubren que las puertas dan lugar a pasillos interminables, los accesos al tejado aparecen sellados, y pese a que pasan las horas, e incluso varios días, según sus relojes, nadie ha venido a buscarlos y tanto ellos como el edificio se encuentran en un estado de noche perpetua. Si no fuera bastante, también hay unas cuantas apariciones, que pese a sus efectos un tanto cutres (desde manos enfundadas en guantes de goma que salen de la pared, hasta caras distorsionadas en plan photoshop), no quedan nada mal y teniendo en cuenta que el encantamiento del manicomio se ha vuelto bastante bestia, es normal que los fantasmas sean muy corpóreos y se gasten muy mala gaita. Además, las caras de estos son las típicas que aparecen en muchas fotografías siniestras de creepypasta, por lo que me han hecho el doble de gracia.


Esto lo hizo David Lynch en Inland Empire, y es arte. Lo hacen en Grave Encounters, y es una frikada

Grave Encounters no es de las mejores películas que he visto, ni por actores ni por realización, pero la película entretiene: por un lado, está la parodia de los realities, o más bien, del reality en concreto, de cazadores de fantasmas, y por otro, tiene muy en cuenta que hoy no vale lo de tener al espectador hora y media poniendo ruidos de fondo y actores haciendo como que tienen miedo. Por muy película pseudodocumental que sea, hay que darle vidilla, y esta la tiene: pasillos interminables, días que pasan uno tras otro, fantasmas agresivos, y sobre todo, una completa falta de lógica y de explicación a lo que está pasando que es lo que mejor funciona: estaba algo aburrida de encontrar cintas sutiles, de fantasmas que no aparecen o como mucho, de asesinos que salen al final de todo. Al menos aquí decidieron dar toda la caña que pudieran, y para ello, lo mismo aprovechan situaciones inquietantes, como el que los personajes se despierten con pulseras medicas atadas a la muñeca, o con sinsentidos como la dimensión paralela en la que estos acaban moviéndose a través del manicomio. Esto último intentan aclararlo un poco dando a entender que hubo algo de magia negra en el edificio, un poco como el añadido final de Rec, pero tampoco hacía mucha falta: hay fantasmas, a los protagonistas les meten caña, y encima ruedan en un manicomio abandonado ¿qué más hace falta para pasar el rato?

3 comentarios:

Ex Nihilo dijo...

La secuencia del fantasma con la boca abierta ya la conocía de un gif. Ahora ya sé de dónde viene. Jejeje.

Aunque tampoco sea el colmo de la brillantez estas películas juegan al miedo eficazmente "creepy" al mismo nivel que el clásico "chusto" por efecto de sonido. Ya es una ventaja sobre una película de terror comercial convencional.

Sin embargo el género de documental fake no me termina de llegar del todo. [REC] sí me convenció en su momento, pero era joven e inexperto.

Por cierto, que hace poco vi [REC] 3. ¿Alguien sabe qué pasó en la mitología de la trilogía durante la segunda parte (que no he visto) para que los zombis/infectados salieran del armario como Zombis Religiosos reaccionando con parálisis a los salmos? Es algo que me descolocó y disgustó a partes iguales.

Anónimo dijo...

Entonces, por lo que aqui aparece...ese programa de los cazadores de fantasmas provocadores, del canal xplora...es una parodia, no?? Yo lo he visto y, si, al principio impacta pero luego se ve siempre lo mismo una y otra vez en cada episodio pero nunca
tienen pruebas contundentes..me gustaría saber si es un espectaculo certificado...se sabe qué opinan los expertos en estis temas??

Renaissance dijo...

Ex Nihilo: los gifs macabros son toda una fuente de películas de serie b y z interesantes. También hay uno bastante popular en el que sale un autobús con unos críos que llevan unas caretas cutre/inquietantes, y que reconocí enseguida como un segmento de Trick ´r Treat.
El género del Fake en general me deja buen sabor de boca, sobre todo cuando pasan de los sustos por efecto de sonido, de la pretendida "realidad" y empiezan a sacar todo el bicherío que puedan.
No llegué a ver Rec 3, pero sí su segunda parte, tonde el director se descuelga y explica que en realidad lo del virus es una posesión infernal en toda regla, la niña Medeiros es un demonio y hasta va un agente del vaticano infiltrado para exorcizar a los infectados/zombies/posesos. Me pareció una chorrada como un templo y hasta donde sé, Rec 3 opta ya por tomárselo todo a broma y ofrecer una película de terror de entretenimiento puro.

Anónimo: en Ghost Adventures juran y perjuran que las investigaciones y las psicofonías son reales, aunque muchas críticas dicen que la mitad es inventado o que escuchan voces donde no las hay. Supongo que un investigador serio considerará el programa todo un fraude, pero yo me lo tomo como lo que es: un reality de entretenimiento en que parte de la diversión consiste en ver al cachas gritando en un cuarto vacío y pegando botes cada vez que oye una cañería. La película de Grave Encounters parodia por completo este formato de programa, y con bastante acierto, en mi opinión, porque no queda uno solo palo sin tocar.

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