Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

lunes, 15 de agosto de 2011

Las mejores películas de terror bélico (al menos, para mí). Primera parte




Una vez Hewl se refirió a mis gustos como “una extraña obsesión con los gatos. Y con los zombies, los nazis y las camisetas frikosas de motivos enxebres”. No niego ninguna de las cuatro cosas, y como de los gatos ya somos devotos habituales, hoy voy a dedicarle una entrada a los nazis. O más bien, a unas cuantas películas fantásticas que incluyen nazis o parafernalia militar de por medio. Pero, ojo, esto no quiere decir que después me dedique a un texto acerca de mi selección de camisetas geeks, que por mucho que proteste, ya quisiera él un fondo de armario como el mío.

Aunque empezaron a hacerse famosos desde Hellboy (2003), el ejército alemán ya era conocido en el género fantástico por ser unos villanos muy resultones: con el tiempo empezaron a conocerse sus particulares proyectos bélicos, muy cercanos a la ciencia ficción y su llamativa parafernalia los acabó convirtiendo en un valor fijo a la hora de buscar un antagonista.



El Bunker (2001). En los últimos meses de la guerra, un grupo de soldados encerrados en un bunker, rodeado por enemigos, comienzan a volverse locos a causa de una serie de sucesos sobrenaturales.



Como suele pasar en este tipo de películas de bajo presupuesto, cuando el director es un poco talentoso, puede hacer que hora y media en un mismo escenario resulte entretenido, aún cuando la producción en cuestión no pase a la historia. En este caso, el tema fantasmal es una excusa para hacer una película sobre los propios fantasmas de los personajes, mucho más cercana a Session 9 que a un argumento más típico. Lo más interesante es ver los retratos de los soldados, bastante humanizados, en los que hay un poco de todo: el más noble, el fanático, e incluso un chavalillo, resultado de los últimos reclutamientos apresurados. Su defecto es que acaba volviéndose un poco lenta, y aunque el guión intenta jugar al despiste con lo que sucede (¿fantasmas, o la culpa de los personajes?), se vuelve un poco más confuso de lo que debería.
Como curiosidad, la cara más conocida es Jason Flemyng, protagonista más reciente de Invasión Jurásica y de Lock, stock and two smoking barrels.



Deathwatch (2002). La primera guerra mundial es una ambientación muy poco explotada en el género, pese a las posibilidades que podría ofrecer en cuanto a escenarios. Esta película cubre un poco el hueco, con unos soldados ingleses perdidos en Tierra de Nadie. Los sucesos extraños (y peligrosos) no se hacen esperar, y uno tras otro acaban cayendo de formas inexplicables y macabras.



Hoy en día puede resultar un poco aburrida, ya que se rodó en plena fiebre de El sexto sentido y ya nos podemos imaginar qué es lo que le está pasando a la pobre soldadesca. Sin embargo, tiene a su favor el que prefiera ir dejando claro (a quien quiera pillarlas al vuelvo) lo que sucede, unos escenarios muy logrados, y a Jamie Bell, Billy Elliot hace unos años, que deja las zapatillas de ballet para arrastrarse por el barro. Es lo que tienen estas películas inglesas: tarde o temprano te acabas encontrando a todos los actores que conoces.



Below (2002). Un submarino americano, tras recoger a los supervivientes de un buque hospital, comienza a sufrir todo tipo de accidentes inexplicables. Las sospechas de sus protagonistas van desde culpar al buque alemán que los persigue, hasta a temer que todo se debe a algo que sucedió antes de que la historia de comienzo.



Entre las toneladas de agua que los personajes tienen encima, y que todo sucede en un submarino, el tema resulta un poco claustrofóbico y a veces, algo caótico: es un poco difícil saber qué ha sucedido con tal personaje o qué ha pasado en otra sala. Y, al igual que en El bunker, su componente fantástico es muy relativo: la historia está mucho más orientada a la supervivencia de una amenaza real, como es el mantener funcionando el submarino, que a cualquier tipo de monstruo. Y al igual que en esta última, también sale Jason Flemyng, que parece que últimamente está abonado a hacer de soldado en la II Guerra mundial.



Hellboy (2003). No podía faltar: la película, comic en principio, que unió los dos grandes temas de la segunda mitad del siglo XX: los nazis y los mitos de Cthulhu. Aunque los comics del personaje siempre me han parecido que meten más cosas de las que puede acabar manejando el autor, la película me pareció muy redonda, consiguiendo ubicar perfectamente a cada personaje, hacer creíble la estética de los comics, y sobre todo, traer a Hellboy a imagen real gracias al papelazo de Ron Perlman. Aunque aparecen de transfondo, y el malo por excelencia es Rasputín (y unos bichos muy gordos), algunas de las secuencias más divertidas se deben a Kroenen, un nazi zombificado, robótico y especialista en artes marciales. Cuando pensamos que era imposible juntar todas esas cosas, va del Toro y lo consigue.


4 comentarios:

satrian dijo...

Pasan los años y me sigue encantando Hellboy, disfruté como un loco cuando la ví por primera vez y lo sigo haciendo.
Tengo que ver Deathwatch que es una de muchas que están en el desván esperando ser vistas.

Renaissance dijo...

A Deathwatch le tengo especial cariño por haber sido una de las primeras películas que descargué y pegué subtítulos (nuevos tiempos, nuevas nostalgias). Y aunque Hellboy la ví en cine y me gustó, todavía tengo en el archivo su segunda parte.

Daicon-X dijo...

Yo todavía tengo en la estantería la segunda parte y no la he visto, habrá que ponerle remedio revisionando la primera.

PD.Me apunto algunas que no he visto

Renaissance dijo...

Lo de Hellboy 2 es muy raro: todos la tenemos, sabemos que es buena...¿por qué no la hemos visto? ¿Es que está rodeada con un campo de fuerza?
De estas películas, pueden gustar más o menos, pero todas me parecieron la mar de efectivas a la hora de trabajar con pocos recursos.

Este es un blog cat-friendly

Este es un blog cat-friendly
...Por si quedaba alguna duda