Mirad bien para el cartel porque es lo único que merece la pena de toda la serie
Desde hace casi un año tenía esta serie en el disco duro para verla cuando San Pedro bajara el dedo, me acordara, tuviera tiempo, o directamente, me diera el aire y empezara a verla.
Lo que ha sucedido con ella es algo muy inusual, porque suelo terminar todas las series, y el dejar a la mitad alguna es algo que solo me pasó con Freaky Links, de lo noventera y aburridilla que era.
Bored To Death ha durado cuatro capítulos antes de decidir que me estaba produciendo la misma sensación que su título y mandarla al Purgatorio de las series. ¿Por donde empezar? Sí: hace unos días leí en un blog, en el que se hacía un recuento de series abandonadas, dejando esta porque para ver modernos, bastaba con salir a Barcelona: esta ha sido la definición más acertada que he visto nunca sobre una serie. Así que, bloguero autor del comentario, no dudes en pasarte por aquí y recibir mi agradecimiento eterno. Entre otras cosas, porque aunque me maten, en este momento soy incapaz de recordar dónde lo leí.
¿Y qué ofrece Bored to death? La perspectiva es cuando menos simpática: un tipo, prototipo del judío neoyorkino (pequeñuco, neurótico y narizón) lo abandona su novia por darle al bebercio, a la marihuana y ser irresponsable. Este, en un arrebato de cogorza o un estado similar, decide poner un anuncio en Internet como detective privado sin licencia. A partir de aquí comenzará a resolver casos cada cual más bobo, desde una hermana que lleva días sin llamar, una supuesta infidelidad, o devolverle el monopatín a un niño de nueve años, y mientras tanto, irán apareciendo los amigos del protagonista: un dibujante de comics irresponsable que vive con una vegetariana, su jefe al que le pasa la grifa y que hace que la palabra asaltacunas se quede corta...y un montón de gente más.
El resultado no podía ser más insoportable. De entrada, la serie adolece del “Defecto HBO”, que es un concepto que me acabo de inventar mientras escribía y viene a ser un rasgo común en todas las series de la cadena que no es televisión: es una serie para adultos, de modo que tiene que incluir drojas, muchas drojas cual Cola Cao de José Tojeiro, agudas referencias a las neuras de los protagonistas, y una sensación general de que el guionista es un tipo sumamente listo e intelectual (más o menos, el tipo de persona que acabó más de un recreo encerrado en el baño por los matones de su colegio). Y si bien hay series en las que se hace llevadero, este no es el caso, porque al tercer capítulo ya estaba aburrida hasta la muerte de personajes que de neuróticos se supone que tienen que ser graciosos pero que a mí se me antojaron pretenciosos e insulsos. Y lo que tiene más delito: no consiguió arrancarme ni la más mínima sonrisa, y eso que los chistes de emporrados son uno de los recursos cómicos más utilizados en la historia de la humanidad. Lástima que hayan dado con una espectadora a la que, sino le hacían gracia las películas de porreros tipo Jay y Bob, malamente le interesará ver a Ted Danson pidiéndole al protagonista que le pase porros.
Ted Danson en el personaje y aspecto más grimoso que haya visto nunca.
A partir de Ahora Bored to Death pasará a la historia como la Segunda Serie que menos fui capaz de aguantar (actualmente el record lo tiene Vampire Diaries con dos episodios), la primera temporada a la Papelera de Reciclaje, y de ahí, al limbo de los archivos eliminados para hacer sitio. Porque ahora mismo me pongo a descargar la versión inglesa de Life on Mars, que desde que Philip Glennister sirve como anti-propaganda del partido conservador británico, he decidido subirla en la lista de prioridades.
Hala, sed buenos y decid no a las drogas, no como la HBO.
Corría el año 1959. Estamos en plena Guerra Fría (que, a diferencia de la Guerra sucia, se hace con nieve y no con est..dejémoslo por el momento) y a Jay Ward se le ocurre hacer una serie de dibujos orientada tanto al público infantil como a los adultos, con más inventiva que recursos y un presupuesto similar al que sobraría después de hacer un corto cualquiera de la Hanna Barbera.
Comparado con esto, los dibujos animados del Este son el Avatar de la animación moderna
¿Y cómo consigue este hombre cumplir todos sus objetivos? Muy sencillo: para atraer a los niños recurre al truco de los animalitos parlantes y de las tramas absurdas, porque todo el mundo sabe que en la cabeza de los niños pequeños, al igual que en la película de Lars von Trier, reina el Caos. Y para atraer a los adultos, incluye un montón de referencias a la época y circunstancias sociales: el Telón de Acero, alguna que otra alusión a la economía, sociedad o política del momento...Y con todo eso nació la serie que, guste o no, influiría a muchos creadores y animadores de la época posterior. Pero, vayamos por partes ¿Quienes son Rocky y Bullwinkle y de qué va su show?
Rocky es una ardilla volador y Bullwinkle, un alce, que comparten una acogedora casita cual Epi y Blas en Frostbite Falls, Minnesota. Ambos se ven envueltos en una serie de aventuras a lo largo del mundo para recuperar algún que otro invento o algún mcguffin por el estilo (me refiero a la excusa argumental, no al blog del mismo nombre ). Las cosas suelen complicarse debido a que nuestros héroes no son muy allá muy listos, o más bien, de tan buena voluntad que tienen, son un poco tontos, y continuamente se verán trampeados y engañados por Boris y Natasha, dos espías de Pottsylvania, una malvada nación del Este, así, en general, que quieren hacer fracasar a los protagonistas.
Boris y Natasha son los susodichos espías y esbirros del Destemido Líder (Fearless Leader en el original), a los que les ha tocado el papel de malvados y les encanta. Porque Pottsylvania es la nación malvada por excelencia, donde los niños aprenden a diseñar bombas y villanías por el estilo. Recordar que estamos en plena guerra fría, así que daba un poco igual que al otro lado del Telón la gente tampoco llegara a fin de mes o estuviera preocupada por si el Dinamo de Kiev bajaba a segunda. Son el enemigo y punto. Y 0ccidente siempre ha necesitado un enemigo para sentirse a salvo: llamémosle nazis, Mordor o Comunistas. En fin, a lo que íbamos. Boris Badenov es el cerebro del dúo y especialista en disfraces con una capacidad para engañar a los protagonistas con caracterizaciones absurdas que recuerdan al Mortadelo de toda la vida. A lo largo de la serie ha aparecido disfrazado de aguador hindú en una parodia de Gunga Din, de emperador asiático con nombre americano (es que es emperador del sudeste asiático, como él mismo explicaba) y muchas cosas más. Natasha Fatale es el arquetipo de mujer fatal: alta, esbelta, mortalmente pálida y arrastrando un acento del este que tira para atrás. También suele disfrazarse bastante para confundir a los protagonistas, lo que tampoco es que sea muy difícil. Fearless Leader es el jefe de los espías, y su caricatura es la personificación de todo villano de opereta: su aspecto siempre me ha recordado más al de un nazi de folletín que a un tipo ocupado con cumplir planes quinquenales.
La serie consistía en un arco argumental (por si alguien pensaba que eso se había inventado después del 2004) de varios episodios. Estos se dividían en dos sketches de unos cinco minutos con las aventuras de los personajes principales, y unas cuantas secciones fijas que iban apareciendo en cada capítulo. Algunas de las más conocidas son:
Las aventuras de Dudley Do-Right. Se trata de un policía montado del Canadá, que parodia los seriales mudos: Dudley es el héroe, está la Chica de turno y Sidney Whiplash, el malvado caracterizado como tal, con Chistera y bigote. Los sketches eran realmente absurdos, partiendo de que la chica estaba enamorada del caballo de Dudley (¿ein?) y que el policía montada este era más tonto que Pichote.
La improbable historia del Señor Peabody. Seguramente lo reconozcamos todos por el especial de Halloween en que Homer es la primera persona no brasileña que viaja en el tiempo y se encuentra con un perro parlante corto de vista y un chavalín. El origen de este chiste que en su día me dejó un poco desorientada es la historia de un perro científico y un niño que viajan en el tiempo para conocer a personajes históricos, que resultan no ser lo que parecen. Las apariciones tanto de Pancho Villa, como Julio Cesar o cualquier otro, están marcadas por los chistes típicos de la serie.
Había otras secciones, tales como los Fractured Fairy Tales, en las que parodiaban cuentos de Hadas, o Esopo e Hijo, que hacían lo mismo pero con las fábulas de marras. También estaba el Rincón de Poesía de Bullwinkle, en el que recitaba de una forma un tanto accidentada rimas infantiles que ni nos suenan (como la de Little Jack Horner) y el rincón del Sr. Sabelotodo, que no era otro que Bullwinkle hablando de todo un poco. Pero ya no me extiendo más en esto porque la entrada me está quedando laaarga como ella sola.
Aunque se terminó de emitir en el 73, la serie tuvo la suficiente influencia a nivel de cultura popular como para disfrutar de una pelicula en 1992, llamada Boris y Natasha, y especialmente, la producción del 2000 de Rocky y Bullwinkle, en la que la principal gracia era ver a un montón de actores conocidos haciendo de personajes (Robert de Niro ES clavado al Fearless Leader), porque lo que es ver a Rocky y Bullwinkle como dibujos animados en 3d no es que me hiciera mucha gracia. Otros personajes también dieron su salto al cine, como la versión de Dudley Do-Right de Brendan Fraser.
Animación cutre, humor absurdo y Guerra fría: todo lo necesario para captar la atención de una chica de 18 años.
Es posible que fuera por el estreno de estas películas por lo que la televisión autonómica de Galicia comprara la serie para el espacio infantil. O eso, o estaban muy cortos de dinero, porque el intentar colar como dibujos para niños una serie tan entrañablemente cutre y llena de referencias a la guerra fría en una época en la que lo que pegaba fuerte era Pokemon y el anime, es el equivalente al suicidido televisivo. Vamos, es como si yo tuviera un blog y me dedicara a hablar de series de dibujos que nadie conoce. Así les fue. O no del todo, porque descubrí esta serie gracias a su emisión por las tardes y me quedé enganchada a lo que me parecía un festival de anacronismos y de guiños a los sesenta esperando a ser descifrados por una geek.
Para poner un ejemplo de la influencia posterior de la serie, formando parte de la cultura popular americana, Rocky y Bullwinkle aparecen en mayor o menor medida en bastantes series o películas:
- De entrada, es una de las series favoritas de Matt Groening. - Los padres de los Rugrats mencionan en ocasiones su serie favorita de la infancia, "El show de Rocky y Oxwinkle" (guiño, guiño). - La mencionada aparición del Sr. Peabody en el capítulo de Los Simpson. - La confusión inicial de Jamie Lee Curtis en Mentiras arriesgadas al saber el nombre en clave de su contacto espía, Boris , preguntando si el suyo sería Natasha.
Servidora, tras varios meses ocupándome del blog sola
Ahora que por fin la han estrenado, la expectación de Alicia en el país de las maravillas habrá comenzado a decaer un poco. Y por expectación me refiero a “empezar a sacar películas basadas de una u otra forma en el libro de Lewis Carroll”. Pero, ojo, no digo que eso me parezca malo porque en lo que va de año, he encontrado algunas cosas que si no llegan a ser redondas, sí me han gustado bastante, aunque tengan que emplear el reclamo “Alicia” para llamar la atención.
La primera, y Alice, de Jan Svankmajer (1988). La incluyo pese a ser muy anterior a los derivados de Alicia, porque es una versión muy original y porque me gustan las cosas checas, así en general: he leído casi todo lo de Kafka, he ido al Teatro Negro, tengo un comic de Alois Nebel (un día de estos haré una entrada sobre él si me prometéis no huir despavoridos) y me encanta la cocina checa. Bueno, esto último no sé, porque nunca la he probado. Pero el día que abran un restaurante checoslovaco, pienso ir a ver el menú. Jan Svankmajer es un animador bastante conocido por sus trabajos en stop motion y de marcado carácter surrealista (como todo lo que suele haber en Europa del Este), por no decir pesimista y un tanto siniestro. Prueba de ello es la versión de Alicia en el país de las maravillas que realizó, con muy pocos medios, en el que se puede ver una Alicia reducida hasta ser convertida en muñeca, un conejo blanco actuando como verdugo.
En 1999, en la serie que Telecinco emitía telefilmes de Hallmark y llamó Grandes Relatos, apareció una versión de Alicia en el país de las Maravillas bastante fiel al original que intentaba recordar a los dibujos de Tenniel. Eran los tiempos en los que los efectos infográficos se habían abaratado lo suficiente como para hacer telefilmes con efectos especiales que ahora se quedan un poco cutres (hasta el defenestrante extremo de la versión tv movie de Dune). La historia poco aporta excepto una plantilla de actores importantes haciendo cameos, como Gene Wilder como Tortuga, y el cambio del popular vestido azul de Alicia por uno amarillo. Sí, esta también es muy anterior a lo que quería hablar en la entrada, pero se trata de añadir antecedentes. Si es que estas generaciones nuevas todo lo quieren a la voz de ya…
¡Este mes suben las visitas, fijo!
Alicia en el país de las maravillas también tuvo su propia (per)versión alternativa en comic en el 2005, en una serie independiente de Grimm fairy Tales. Que para quien no los conozca, consiste en poner portadas con una tía buena con pinta de pin up recreando un cuento clásico, que el comic actualiza con elementos más oscuros, cosas de esas…y muchas pin ups, que no hace falta ser un genio para saber cual es el público objetivo de este cómic, no. En ese sentido, la serie Wonderland no engaña y detrás de esas portadas sugerentes se esconde una historia de una moderna Alicia con muchos elementos oscurotes tales como locura, drogas y la explicación al País de las Maravillas más descacharrante que he visto nunca. Porque ahí donde lo ven, Wonderland es una especie de dimensión lovecraftiana a la que uno de los personajes envía víctimas sacrificiales de la estirpe de Alicia Lidell para garantizarse la inmortalidad. Y a partir de ahí, resulta que el Sombrerero loco es un supervillano, y el Jabberwocky, un bicho similar a Cthulhu. El resultado, más allá de unas portadas con unos impresionantes colores vía photoshop, es horrible y no se lo recomiendo ni a mi peor enemigo. Más que nada, porque de tener un enemigo así seguro que disfrutaría este comic.
En 2009 el Scifi channel, además de cambiarse el nombre, decide hacer unas miniseries actualizando/basándose/haciendo cosas muy raras con libros infantiles conocidos. El primero fue Tin Man, con los personajes de El mago de Oz, muy original, y el siguiente, Alice intenta seguir la misma estructura de chica corriente que llega a otro mundo relacionado con el libro que adaptan y que debe salvar a sus habitantes, y de paso, descubrir cosas acerca de su pasado. En Tin Man funcionaba, pero en esta Alice, pese a una ambientación y escenarios fascinantes (a mí el mundo de Oz no me terminó de convencer y prefiero las absurdeces de Carroll) no termina de cuajar y durante todo el rato estuve pendiente de ver a ver cómo adaptaban cada personaje y saber de antemano que iba a salvar el País de las maravillas. Además, uno de los personajes, con ese traje de corbata y lo espigado que estaba, parecía un mod.
Y sigo sin encontrar buenas fotos para esta película
Finalmente, también en el 2009 se estrena Malice in Wonderland, una versión mucho más arriesgada que el Alice de Syfy pero un poco irregular, en la que se mezcla el mundo fantástico de Carroll de una forma más sutil y cercana al mundo del crimen, que tuvo una entrada completa para ella sola.
A bote pronto, son las versiones que he visto y que por lo menos, soy capaz de recordar en este momento. Por lo que si alguien se anima a poner alguna más, que no lo dude.
Ufff... ohhh... ughhhh.... como cuesta... ahora ya casi... ufff... YA, HE VUELTO!!! Como ha costado, coño...
Si es que te asientas en el sofa y no hay manera de levantar el culo... pero ya se acabó, más que nada porque Renaissance ya ha empezado a hacer vudú con un monigote mio. Y oye, yo lo del vudú lo voy aguantando, que total los subitos dolores y los pinchazos inesperados son casi semieróticos, desde un punto de vista morboso y enfermizo, pero lo que no me da la gana es que el monigote vaya vestido a la moda del 2007. Que yo aguantaré muchas cosas, pero ir a la última es indispensable.
Y supongo que os estaréis imaginando que lo que me mantenía alejado del blog era pura vagancia, porque sois todos unos mal pensados. Pues os equivocais, porque estos últimos meses he estado muy ocupado con empresas de tan elevado nivel cultural, que hasta González Sinde se cagó en las braguillas cuando se enteró. Cosa que puede tener, o no, relación con el laxante que le endiñé a su copichuela de champán. Que se joda, la zorra japuta!
Recopilemos, pues, mis actividades actividosas:
1. He organizado, supervisado y patrocinado los campeonatos del mundo de pelusas domésticas. Fue una competición emocionante, épica, de esas que hacen historia. Lamentablemente, un desgraciado incidente empañó las competiciones. La pelusa Maradona, en un intento de batir su propio record mundial de salto de altura, se acerco demasiado a la bombilla y fue fatalmente incinerada. No había ocurrido algo tan terrible en el mundo del deporte de élite desde aquellos judíos que la diñaron en Berlín. Pelusa Maradona... siempre te recordaremos!
dddddddOh Dios mío, ha matado a Maradona!! Hija de puta!!
2. He hecho el curso por correspondencia de engañador profesional. Viva CEAC!!! Gracias a este curso, he podido convencer a una buena parte de la población (en concreto, Renaissance), de que el fin del mundo estaba cerca, debido al horrible calentamiento global de 5 grados provocado por la nube del volcán. Y oye, es una mentira por ahora, pero ya os acordareis de mi cuando el año que viene estéis tomando el sol en febrero...
3. He leído un montón de libros... novelas renacentistas y biografías de las grandes mentes... jajaajaj, que os lo habéis creído?? Pos va ser que no, pero me he tragado dos series enteras de libros ambientados en academias privadas para vampiros. No me miréis así... peor sería que me hubiera dado por leer comics... ups! (se esconde).
4. He hecho una pizza. Concretamente la he hecho hace 10 minutos, para comer, y estoy esperando a que esté hecha para ponerme las botas.
Y eso es todo... escaso, sí... triste, también. Pero ese es mi estilo, oigan. Y que a nadie se le ocurra coartar mis libertades, que le rompo la jeta.
Y en agradecimiento a Renaissance por mantener vivo el espíritu del blog durante mi (justificada) ausencia, le dedicó esta canción. Que puede, o no, tener relación directa con ella.
Internet es un lugar muy raro. Un día empiezo a seguir links y acabo en el blog de un programa sobre música terrorífica en la radio macedonia , otro acabo en una página cuyo nombre no engaña, o mismamente, en una página de cosas variadas que me ha hecho bastante gracia , Stuff for guys. Hm..un momento ¿eso quiere decir que porque sea una chica no me pueden gustar la ciencia ficción? ¿ni los comics? ¿Ni el Doctor Who? ¿Eh? ¿Eh? ¿¡Eh!?
En fin, dejemos estas discusiones para la ministra de igualdad mientras me dedico a mis labores, que es escribir. Fue precisamente esta página donde encontré el trailer de Malice in Wonderland, que pese a ser del 2009 tiene toda la pinta de ser esos guiones a los que se le da el visto bueno por estar cerca el estreno de la Alicia en 3d de Burton. Ahí está el Alice de Syfy sin ir más lejos.
David Lynch Meets Lewis Carroll (y se pillan un colocón juntos)
El resultado no podía ser más distinto tanto a esta miniserie como a la versión de Tim Burton. Malice in Wonderland, además de tener un título un poco de derribo, es una versión bastante peculiar de la novela de Carroll, que podría resumirse en “Las películas de Gangsters de Guy Ritchie se encuentran con Alicia en el país de las Maravillas y un par de cuentos de hadas”. La historia comienza con la protagonista (nada menos que Maggie Grace. Más conocida como “La rubia esa de Perdidos”), huyendo por un metro de unos tipos trajeados cual agente Smith, para acabar siendo atropellada y con amnesia por un taxista inglés que llega tarde a la fiesta de un jefe de la mafia local. A partir de este encuentro empezarán un viaje a través de una versión moderna del país de las Maravillas, o más bien, de una visión surrealista de los mafiosos de medio pelo, camellos, proxenetas y bares de mala muerte…lugares propios de una “Interzona” que los personajes atraviesan sin explicación alguna, mezclando la realidad y el fantástico sin la coartada que empleaban en la versión más fantástica (en el sentido tradicional de la palabra) del Alice de Syfy.
Como siempre, no pueden faltar ni los personajes ni los objetos propios de la novela, lo bastante ocultos como para que haya que estar un poco atentos para pillar las referencias, pero sin pasarse. En este caso, los cambios de tamaño de Alicia ingiriendo galletas y bebidas son las pastillas para la cabeza que Alice se toma (con el consabido colocón) para recuperar la memoria. Y más o menos, aparecen casi todos los personajes del libro: el Conejo Blanco, el Lirón, el Sombrerero loco, la Duquesa, La reina de Corazones…e incluso las Ostras y la Morsa, en una aparición bastante breve. Todos ellos, con alguna ocupación relativa al mundo del lumpen: el Ciempiés se convierte en un camello, la Morsa es un habitual de prostíbulos, el Conejo blanco es un delincuente de poca monta…Lo más original, sin embargo, es el cambio de sexo que han sufrido algunos de estos personajes, que en ocasiones alcanza lo inesperado. Me gustó especialmente la aparición del Sombrerero Loco como una chillona madame de burdel, caracterizada casi como una bailarina de cancan de principios de siglo. Y no menciono a ningúno más por cuestión de los spoilers…
Me está costando dios y ayuda encontrar fotos, no hace más que salirme un rapero todo el rato
A lo largo de la historia (y a pastillazo limpio) Alice irá descubriendo su pasado y convirtiéndose en una pieza clave para ese desquiciado lumpen que presenta la película, hasta llegar a un desenlace que me pareció un poco tópico con un chica-conoce-chico que es un poco forzado, aunque tanto la ambientación como la trama que llevó a ese desenlace me ha gustado lo bastante como para hacer la vista gorda y no quejarme mucho.
Malice in Wonderland, sin ser una película redonda, ha sido una aproximación al tema bastante original, desquiciado, y mucho más gamberro que otras modernizaciones del tema que he visto últimamente.
Siempre soy capaz de encontrar una foto de gatos relacionada con el tema
Hay cosas que tienen que suceder en algún momento, salvo que ese momento nunca llegamos a verlo cercano: el Big Crunch, el fin de la burbuja inmobiliaria, un agujero negro creado por el Colisionador de Hadrones suízo o que la Pila de Lecturas Pendientes se Acabe. De esto último es de lo que voy a hablar (porque lo del Big Crunch queda todavía muy lejos y en el caso del agujero negro no me daría tiempo de escribir nada), porque esta semana, cuando iba a coger el libro de mitología irlandesa, noté alarmada cómo la Pila había descendido de forma alarmante hasta quedarse en la friolera de tres libros:
James Hawes. Excavating Kafka. Uno de los últimos en incorporarse a La Pila (que como todo el mundo sabe, se nutre de regalos y de compras impulsivas), es por lo visto una re-biografía del escritor checo realizada por un escritor especializado en novelas humorísticas, en la que intenta derribar varios mitos acerca de este: por lo visto, lejos de un tipo atormentado por el cambio de mentalidad y de siglo, por la burocracia y el sinsentido de la vida, era un tipo bastante normalito al que le gustaba lo que a todo el mundo: salir con los amigos, ir al cine, escuchar al Sueño de Morfeo…Espero que al menos el estilo del libro sea más bien humorístico o un poco ingenioso, porque ya es bastante malo el acabar con uno de los mitos de mi adolescencia como para que encima, me aburran con ello.
Esto sí es un bodegón y no lo que sale en el museo del Prado
Varios autores. The Wordsworth Book of Horror Stories. No estamos hablando de un libro de historias de terror. Estamos hablando DEL libro. Porque tras ese nombre más bien normalito y una portada un tanto de juzgado de guardia, se esconden unas mil páginas de relatos, de 1915 el más reciente (se supone que es una antología vintage. Como mola la palabra), o lo que es lo mismo, unos seis centímetros de grosor en un libro, que para más delito, está editado en tapa blanda. Algo así como si a alguien se le ocurriera coger una guía de teléfonos de las de antes, y en vez de direcciones, empezar a llenar las páginas con historias clásicas de terror, desde Honoré de Balzac, Wilkie Collins, Ambrose Bierce y M. R. James, que no puede faltar. Que conste que estoy bastante contenta con él, pero es de esos ejemplares que te los ponen de corbata y te hacen pensar que nunca pasarás de la página dos en cuanto lo miras más de un minuto seguido. Por si alguien le interesa saber el contenido, está a su disposición
The Bounty Thriller Collection. The Frankenstein Omnibus. Este es algo más pequeñito que el anterior (se queda en 800 páginas) y como su nombre no engaña, es una recopilación de relatos en torno a todo lo que responda a la idea del personaje: golems, hombres recauchutados e incluso resucitados. Porque entre los relatos del libro, figura Herbert West, reanimador, que a estas alturas me imagino que está legalmente obligado a aparecer en toda recopilación de zombies, frankensteins o científicos dementes. El resto es bastante más arriesgado que el recopilatorio anterior, y están desde un relato donde Mary Shelley explica el origen de Frankenstein (¡¡Fronkonstin!!), un texto de El Golem de Gustav Meyrink…a cosas más inesperadas como uno de Herman Melville o el guión del Frankenstein de James Whale. El índice completo figura aquí
Por suerte, estos dos últimos son lo suficientemente extensos como para mantenerme ocupada varios años, pero no dejo de preguntarme qué sucederá cuando se terminen y..Un momento ¡Acabo de recordar que tengo en una esquina La Saga/fuga de J. B, y Tormenta de Espadas al lado de la mesa! Uf, tal vez no sea tan sencillo acabar con La Pila después de todo. Por suerte.
¡Este es el culpable de la vagancia de nuestros jóvenes y jóvenas!
Nada me satisface en este momento. Ya he comentado lo suficiente el inicio de temporada del Doctor Who (además, estoy ahorrando fuerzas para el tercer episodio con los Daleks y los Nazis, entrada que tendrá el mayor número de exclamaciones jamás escrito), y la ruptura de Penny y Leonard no me ha parecido tan interesante como para hablar de ella. Además, aún es miércoles y todavía no han emitido el famoso episodio musical de Fringe. Podría limitarme a quedarme mirando al vacío y no escribir si todavía pudiera echar mano de Hewl, pero desde que se compró un portátil está tan entretenido abriendo y cerrando documentos que no hay quien lo centre. Más o menos, como una servidora.
¿Puedes deletrear la palabra masoquista?
Comics. Finalmente me decido a continuar la lectura de Akira y acudo a la biblioteca a recoger los siguientes tomos. Bueno, y a devolver los otros, que vencía el plazo. El préstamo no estuvo exento de altercados porque el ordenador insistía en que me había quedado desde hacía mes y pico con un ejemplar de El guardián entre el centeno. Si, hombre, con lo poca gracia que me hizo el libro, me voy a dedicar a secuestrarlo y recibir cartas amenazantes de la Biblioteca. Si aún fuera el Necronomicón…Al final la novela generacional de marras estaba en su sitio y no les quedó más remedio que restaurar mi honor y la sanción de mi carnet.
La portada es fea como he visto pocas
Libros. Termino Silver Tongue, una de esas sagas infantiles de las que salen ahora a puñados y que no saldría publicada en España porque la premisa es demasiado británica: una guerra entre las estatuas antropomórficas de Londres y las gárgolas. La historia es bastante variada e incluye bastante más tragedia y personajes inquietantes de los que me esperaba en una novela pensada para niños entre once y trece años. Empiezo Gods and Fighting Men, de Lady Gregory, una señora irlandesa coleguilla de Yeats, que recoge todas las sagas habidas y por haber de la mitología irlandesa. Tiene buena fama por ser la adapción más fidedigna (hay por ahí un montón de recopilaciones, encima con ilustraciones de Brian Froud), aunque son unas 500 páginas a un tamaño de letra inferior al 8 de Times New Roman. Que dios me asista porque va a ser una tarea ardua…
Últimamente he descubierto que la biblioteca pública es un sitio que no sirve solo para tener silencio absoluto para estudiar o para sacar literatura clásica: también tienen tebeos. Ha sido algo muy sorprendente porque al unir los términos “tebeos” y “biblioteca” lo único que me viene a la cabeza son enormes e incompletas colecciones de Asterix y Lucky Luke que toda sala de préstamo que se precie debe tener. Pero, como dicen por ahí, renovarse o morir, y el personal de la biblioteca ha decidido hacer lo mismo improvisando una mini sala de comics en la misma planta donde está la hemeroteca y una sala de estudio. Todavía no tengo muy claro si esto se debe a falta de espacio o a que los encargados han decidido que todos los que quieran sacar tebeos deban enfrentarse a las miradas de superioridad de los sesudos investigadores de periódicos pasados de fecha, y a las de ira contenida cada vez que hay que pasar al lado de uno de los opositores. En todo caso, habemus tebeos, señores, y he decidido aprovechar esa circunstancia para pedir en préstamo algunas cosillas que me interesaban o que tenía pendientes.
No sé vosotros pero yo me he acordado un montón de los lemmings
Frank Miller. 300. El tebeo que dio lugar a esa peliculita tan simpática, en la que se nos enseña que los persas tenían en sus fuerzas armadas a todo el reparto de orcos del Señor de los Anillos, y que era posible combatirlos con una banda sonora metalera de fondo. No se puede decir que me haya entusiasmado, porque es igualito a la película en cuanto a historia, y esta tampoco me hizo mucha gracia más allá de toda la broma de “Esto es..¡¡Espartaaaa!!” El dibujo, menos impresionante de lo que esperaba, salvo por incluir un montón de espartanos sin calzoncillos deambulando por la polis, y menos persas monstruosos de los que me esperaba. Eso sí, Jerjes sigue siendo reinona, reinona.
Cuenta la leyenda que si entiendes de que va, te regalan un viaje a Canarias
Katsuhiro Otomo. Akira. Lo confieso: gracias al vhs pude ver la película esa que hizo entrar en Occidente al anime para adultos y que, al igual que el resto de mortales, no me enteré de nada de nada más allá de un montón de luces de colores y gente explosionando contra toda ley de la física. Pero el comic que inspiró la película sí me ha gustado..o, bueno, no exactamente, ya que no es que me vaya mucho el cyberpunk, pero sé reconocer una buena historia, o al menos una bien narrada. Porque este es el caso: ambiente apocalíptico, personajes creíbles y trama (por lo que llevo leído) bien construida. Lástima que no me interese mucho el cómo se cargan NeoTokio por segunda vez.
¡Aventuras viriles para los jóvenes de ayer y hoy!
John Buscema. Conan el pirata. Uno de los requisitos necesarios para que un comic pueda estar en una biblioteca es que esté en tapa dura: duro, resistente, y encima viste la estantería. La edición de las andanzas de Conan cumple los requisitos, además de ser bastante gordo. Las historias que recoge este recopilatorio corresponden a las posteriores a la época de Belit y por supuesto, a las historias no-inventadas por Robert E. Howard, lo que supone que habrá: enemigos famosos (Toth Amon y la calavera de Thulsa Doom)…y una completa falta de mala leche que sí tenían los originales de Howard. Pero no seré yo quien se queje, porque justo ese día venía de descubrir el trailer de The human centipede y lo único que podía salvarme de daños cerebrales irreversibles era un recopilatorio de las aventuras del bárbaro cimmerio.
El resto del catálogo no es allá muy variado (dos estanterías) ni muy minoritario: ediciones en tapa dura de Hazañas Bélicas, Superhumor, algunos de Maitena, Frank Miller, Alan Moore y algunos tomos de manga por ahí perdido. Pero como esta semana me toca devolver los comics ya, empezaré a pensar que me llevo.
¡El doctor Who ha vuelto! Después de su dramática despedida en Año Nuevo, y distintos detalles que fueron filtrando durante los meses de espera, la BBC ha emitido el primero de la quinta temporada de la serie más longeva y british de toda la historia.
El primer episodio no ha sido malo, ni tampoco espectacular: hay que tener en cuenta que se trata de una nueva etapa, e incluso pensada para gente que no hubiera visto la serie clásica o la del 2005 (¿pero es que hay de esos?). Por lo que el resultado ha sido muy típico en cuanto a estructura: el doctor aparece, su futura acompañante lo encuentra, un alienígena amenaza la tierra y el Doctor se encarga de enfrentarla de una forma inesperada y original…La principal diferencia ha sido el tener que ver en pantalla a un doctor que no conocemos, a una compañera y su familia que hacen su primera aparición y posiblemente, a nuevos indicios de lo que será el desenlace de la trama principal, como ha sido habitual en estas últimas cuatro temporadas.
¿Este tío encuentra gorras de su talla?
¿Y cómo es el nuevo Doctor? Además de tener un cabezón impresionante que me ha estado atormentando desde las primeras imágenes promocionales, recuerda bastante a la actitud despreocupada y entusiasta de David Tennant: gestos rápidos, gritos, una frase coletilla (¡Jeronimo!) y unas completas ganas de seguir recorriendo el universo. No es el doctor que despedimos en la última temporada, pero se le parece bastante. No voy a decir nada más de él, ya que si bien mi recelo inicial no es tanto como el del cambio de Eccleston a Tennant, necesito varios episodios para decidir si el nuevo doctor me gusta o no.
Amy (Amelia) Pond es la nueva acompañante. Su primer encuentro tiene lugar cuando esta tiene siete años, y su relación desde un principio estará marcada por haberla tenido esperando a “su Doctor” media vida debido a los problemas de la TARDIS como máquina del tiempo. Este personaje me ha gustado bastante, porque muestra cómo la aparición del doctor puede cambiar la vida de las personas más allá del hecho de llevarlas a ver distintos planetas y épocas, ya que la actitud habitual del Doctor es arreglárselas para que todos dejen lo que estén haciendo en su vida, por importante que sea, para marcharse con él. Amelia ha tenido algunos de los mejores diálogos del episodio, como cuando comentan que su nombre suena a cuento de hadas, el definirla como “sigues siendo una niña escocesa en un pueblo inglés” y especialmente, cuando esta le dice que ya no puede seguir esperándolo, porque ha crecido. El doctor se limita a contestarle “Eso puede arreglarse”, para acto seguido, mostrarle la nueva TARDIS. El cambio de acompañante también da lugar a un cambio de aires: Londres deja paso a un apacible pueblecito inglés, donde la familia de Amy reconoce enseguida a “the Raggedy Doctor” del que esta estuvo hablando durante años.
Yo creo que con unas cortinas..
La TARDIS también ha tenido su remozado, pasando del aspecto cienciaficcionero de decorado de la temporada 2005-2009 a uno mucho más desvergonzado, colorido, y lleno de gadgets que no desentonarían en los decorados de cartón piedra de la serie clásica. Se ve que han abandonado toda pretensión de darle un aspecto serio a algo tan absurdo como “una cabina telefónica más grande por dentro que por fuera que viaja por el espacio” y optado por algo más anárquico.
El trailer que acompañó al final del episodio no podía ser más prometedor: no solo tiene pinta de haber sufrido una subida de presupuesto, sino que no hay ni un solo tema que deje sin tocar: ¡enemigos clásicos! ¡Enemigos nuevos! ¡Batallas espaciales! ¡Viajes en el tiempo! ¡Vampiros! ¡Explosiones! Parafraseando a Fry de Futurama, estamos ante la mejor serie de la historia.
La entrada de hoy se debe una vez más a la falta de series, a un disco duro lleno de películas y un mal tiempo (cof, pereza, cof) que me impide poner un pie más lejos del sofá de casa.
Vista la tarde, no quedaba más remedio que volver a consultar esa carpeta del ordenador que pone “películas”, donde se me van quedando esas descargas que pongo a bajar cuando me da el aire y que luego me olvido de ellas hasta que me vuelve a dar otro. O, mismamente, esas que me piden que descargue para alguien y que si no me resultan profundamente repunantes, ahí se quedan para las tardes muertas o para poner sesiones de cine para toda la familia. Ahora que las repaso, la selección ha sido cuando menos, variadita. Y un poco chocante.
Genuinas piernacas inglesas
Las vacaciones de Mr Bean. El personaje que dio fama a Rowan Atkinson lo descubrí gracias a la serie que emitía la TVG y que me hacía reír un montón cuando tenía doce años. Y es que las extrañas aventuras de este inglés vestido con traje de tweed, oso de peluche y mini amarillo, que se comporta como un niño de 11 años, me gustaban hasta el extremo de ir al cine a ver la primera película y disfrutarla, que ya tiene delito. Después vino Johnny English que no me hizo mucha gracia y me olvidé del tema, pendiente como estaba de otras cosas británicas. Esta segunda parte me ha dejado un poco desconcertada, ya que no he visto al infantil y mezquino personaje por ningún lado sino a un tipo bastante más inocente con tendencia a perderse por ayudar a los demás: cuando empecé a ver que la trama iba acerca de cómo este intentaba ayudar a un niño a encontrar a su padre, un crítico de cine ruso que viaja al festival de Cannes, me di cuenta que el Bean que yo recordaba no estaba por ninguna parte…Eso sí, las monerías gestuales de Rowan Atkinson siguen siendo de primera, y he de decir que la segunda parte de la película me hizo gracia y todo, especialmente por las bromas a costa de la película de arte y ensayo que el personaje de Willem Dafoe presenta al festival, ¡quien iba a decir que dos años después estaría presentando la petardada esa de Anticristo con el creador de la frase Chaos Reigns! Lo mejor: Mr Bean vestido de soldado alemán para el rodaje de un anuncio de yogures y la accidentada presentación de la película en Cannes. Lo peor: No es el Bean que recordamos.
¡La ley de vagos y maleantes había que aplicarles!
Lock, Stock & Two smoking barrels. Película de mafiosos ingleses que tenía pendiente desde que había visto Snatch. De hecho, dicen que esta última es algo así como su segunda parte en cuanto a ideas y se le nota. La historia va de cuatro pringados que intentan ganarle a las cartas a un mafioso, pero este es más listo y se las ingenia para levantarles hasta la fe del bautismo y, si no pagan, se quedará con el bar del padre de uno de ellos y los dedos de todos. El estilo en general es muy parecido a Snatch, pero menos cocido: todo tiene ese aspecto un tanto intemporal, que podría estar entre finales de los setenta y la época actual (excepto por el hecho de que usen teléfonos móviles. De los del 98), y en el casting han hecho un gran trabajo buscando a todos los actores ingleses con pinta de facineroso, o por lo menos, de no haber comido en una semana: como curiosidad, el Cameo de Sting como dueño del bar, me recuerda bastante a las caras de pillado que ponía haciendo de Feyd Rautha en el Dune de David Lynch. Además, sale Jason Statham, responsable de que haya películas de tiros que me resulten soportables. Lo mejor: el estilo de realización muy gamberro y los mafiosos que rayan lo absurdo. Lo peor: demasiado deudora del estilo Tarantino y muchos más personajes y tramas de los que el guionista es capaz de manejar.
Sin subtítulos, no lo entiende ni un licenciado en filología inglesa
Solo ver el cartel: +1 al daño cerebral
Future Cops. Ignoro lo que había ingerido cuando me descargué esto pero y todavía más, por qué me molesté en verla. Según la particular idea de Hong Kong en cuanto a tomar personajes con copyright para hacer con ellos lo que les de la gana, los personajes de Street Fighter son unos policías del futuro que viajan al pasado para proteger a un juez que condenará a la cárcel a Bison...Hasta ahí, todo muy gracioso y muy friki, pero por razones de presupuesto, que se les debió de terminar en los cinco primeros minutos de secuencia en el futuro, el resto de la película es una comedia de chinos que a ratos se basa en chistes que solo les harán gracia a los del país y, en la mayoría de los ratos, un montón de sketches deudores de las comedias manga estudiantiles. Y yo odio los mangas estudiantiles. Es más, el único motivo por el que no me levanté a apagar el dvd era porque corría el riesgo de perder el sitio a manos de mi gato, que para estas cosas es un genio del mal. Lo mejor. Cualquier secuencia que subieran al yotube, para ver dos o tres minutitos. Y para quien no tenga ganas, aviso que salen los trasuntos de Honda, Blanka, Sagat, Bison, Chun Li, Vega, Guile, Dalshim, Ryu, Ken..y hasta Son Goku. Lo peor. Una.hora.y.treinta.y.cuatro.minutos de humor cantonés y actores comportándose como si hubieran sufrido un espasmo.
No busquéis más en el youtube, que aquí está todo
Para recuperarme del susto, acabé viendo el último episodio de Fringe (S02E16), serie de la que casi me había olvidado con las pedazo vacaciones que le dieron. Y es que yo no he visto tantos días libres juntos desde que estaba en octavo de egb. Parece que el descanso de la serie le vino bien y me encontré con un episodio en el que cuentan os orígenes del Otro Peter y por fin retoman la trama que se supone que la serie seguía antes de perseguir a tíos raros cual Mulder y Scully.