Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

jueves, 17 de octubre de 2013

Pacific Rim (2013). Los robots gigantes se ponen serios



Un gato encima de una mesa es algo parecido a un kaiju moviéndose por una ciudad

Todavía echo de menos la versión de En las montañas de la locura que Guillermo del Toro había prometido. Primero que si hay que adaptar el guión a los nuevos tiempos, después que si Prometeus cuenta algo parecido (mentira) y ahora, el que quiera monstruos de las profundidades le toca ir a ver Pacific Rim, aunque esto de Lovecraft no tiene nada, sino que es su propia versión del kaiju y el Super Robot genre. O lo que es lo mismo: de Godzilla y de Mazinger Z, pero filmado en condiciones e intentando reducir el absurdo de este género al mínimo.

 


Pacific Rim empieza como podría ser cualquier otro guión de este tema: un enorme monstruo aparece y comienza a sembrar el caos en varias ciudades. Pero después de este, otros empiezan a salir como setas, y una amenaza así exige una solución igual de lógica: construir una serie de robots gigantes llamados Jaegers, con pilotos humanos que se encargan de dirigir sus movimientos. Pero los monstruos, a los que llaman kaijus, no son tontos, y a la tercera o cuarta paliza empiezan a cogerle las mañas a sus enemigos y a controlar sus puntos débiles. Bueno, y a hacerse más grandes, que también ayuda. Un antiguo piloto es llamado de nuevo a lo que puede ser el último enfrentamiento con los kaijus. Mientras los Jaegers siguen peleándose con unos kaijus cada vez más creciditos, dos científicos intentan encontrar una forma de acabar definitivamente con ellos y de cerrarles el paso a la tierra.




Como director y guionista, no tengo ninguna queja de Guillermo del Toro. Todas las películas en las que ha desempeñado ese puesto me han gustado en el mejor de los casos, y me han entretenido, en el peor. Es un tipo con una imaginación desbordante, que no esconde sus influencias y que lo mismo es capaz de hacer una versión de Blade, que sacar un cuento de hadas macabro, referencias a H. P. Lovecraft, y ahora, hacer una película de kaijus que resulte mínimamente seria y coherente. Al menos, todo lo coherente que podría ser un género así, porque ha sido lo suficientemente cuidadoso como para detallar un poco el mundo de Pacific Rim, y mostrar cómo este se adapta a la aparición de unas monstruosidades de doscientos metros: los refugios antikaijus, los fans de los monstruos e incluso un mercado negro de restos de monstruo bastante floreciente. Estas cosas aparecen como trasfondo, pero lo suficientemente detalladas como para hacer una película más sólida y no una sucesión de combates de gigantes.

 


En todo momento es posible encontrarle algo de interés al metraje, desde los escenarios hasta los detalles más pequeños, y con el ritmo de la historia, es bastante difícil aburrirse. Pero con todo, no pasa de quedarse en algo entretenido, al menos para mí. Y digo específicamente “para mí”, porque el género de los kaijus y los robots es algo que nunca me ha interesado mucho. En el mejor de los casos, es algo cutre y entrañable, como las peleas de Godzilla contra los Monstruos, y en el peor, algo pedante y sobrevalorado, como Neon Genesis Evangelion (me estoy arriesgando a ser apedreada por esto último). Nunca conseguí suspender la credibilidad lo suficiente como para que una pelea de monstruos gigantes contra un robot me pareciera lo suficientemente posible, aún dentro del universo de la película. Y tiene su gracia viniendo de alguien que ha debido tragar bastantes de zombies y de cosas todavía más absurdas. No debo ser la única porque esto también se tuvo en cuenta en el guión, y aún con lo que implica trabajar con un argumento de superrobots, se hace todo lo posible porque el funcionamiento de estos, los laboratorios e incluso la actitud de sus pilotos, resulte posible y lógica.

 
Al menos no van vestidos con lycra roja...

Aún sin haber conseguido meterme dentro de la película, no tengo ninguna queja de Pacific Rim: buen guión, buen ritmo y mucho esfuerzo a la hora de coordinarlo todo. Ahora solo falta que consiga tomarme en serio a unos robots que matan monstruos gigantes a espadazos.

 Y de contrapunto casero, el motivo por el que me tomo todo esto a chufla: Les Inconnus hacen su propia versión de Bioman (para los más jóvenes: era como los Power Rangers, pero sin estar adaptado con actores occidentales)

 

2 comentarios:

Liliana Fuchs dijo...

Ah, Bioman, qué grandes recuerdos!

Me quedé con ganas de ver Pacific Rim en el cine, a ver si me hago una sesión casera pronto.

Saludos!

Renaissance dijo...

Ahora la mayoría de la gente se ha quedado con Power Rangers, pero esta hoy tiene mucha más gracia al no estar adaptada a occidente.
Y desde luego Pacific Rim da para una sesión de cine casera.

Este es un blog cat-friendly

Este es un blog cat-friendly
...Por si quedaba alguna duda