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lunes, 29 de julio de 2013

Cockneys vs. Zombies (2012). Exactamente, lo que dice en el título. Y algunos jubilados, también.



Los zombies han traspasado fronteras y hoy cualquier país puede aportar su propia versión de los muertos vivientes, sin tener que recurrir al truco de ambientar sus guiones en Estados Unidos. En los últimos años, he visto zombies o infectados mordiendo a ciudadanos ingleses, franceses, españoles y hasta alemanes. La primera aparición de estos en territorio británico debió ser en 2004 con Shaun of the Dead, y ahora, con los zombies formando parte del entretenimiento general, les toca probar suerte de nuevo.



Como el título indica, Cockneys vs. Zombies tiene lugar en el East End de Londres, una zona popular que ahora se está reurbanizando para disgusto de muchos de sus habitantes. Precisamente esta es la causa de la epidemia que habrá en la historia, al abrir una catacumba donde todavía se conservaba un zombie con bastantes ganas de morder pese a los siglos. Más allá del detalle de las obras, poco importa de donde venga la infección o cómo intenten contenerla, porque el guión se centra en dos hermanos, Terry y Andy, que planean robar un banco y conseguir dinero para mantener a su abuelo en una residencia de ancianos del East End que también será cerrada por las nuevas edificaciones…Vamos, que si no fuera por los zombies y el atraco en medio, esto pasaba perfectamente por una película de Ken Loach. Pero igual no era tan divertida.



Ambos protagonistas cuentan con un grupo un tanto desastre para llevar a cabo el atraco, pero cuando parte del equipo lo integran un atracador despistado y un veterano de la guerra bastante psicópata, las cosas no van a salir bien. Y cuando el delito coincide con la epidemia zombie y la cuarentena de todo el East End, lo único que pueden hacer es intentar salvar a su abuelo y a los amigos de este de los zombies, de los que intentan defenderse como buenamente pueden atrincherados en la residencia.


Ah, pero ¿eran zombies?

La primera parte de la película aparece separada en dos tramas distintas, y cada una de ellas muy marcada por los tópicos propios de estas: por un lado, el heist o guión sobre robos llevado a cabo por los protagonistas, desde una perspectiva bastante cómica, y que servirá para meter en el guión, de una forma que no quede cantoso, todas las armas que facilitarán la vida a los protagonistas. Esta está cortada punto por punto con su patrón clásico, desde la planifiación, la presentación de cada personaje y su papel en el robo, hasta el accidentado final de este y su paso a la trama de zombies. Esta última empieza en la residencia de ancianos y se convierte en los más divertido de la película: aunque los muertos vivientes sean de los lentos, los personajes lo acaban pasando bastante mal cuando no pueden correr u oír bien por motivos obvios. De hecho, la secuencia en la que uno de ellos se salva por los pelos de un zombie escapando en un andador es cómico y agobiante a partes iguales.



Pese a explotar el tópico del East End y los cockneys, y especialmente el mal carácter de muchos de estos el guión es muy ligerito, y no deriva hacia el humor sórdido, hasta el punto en que practicamente nadie del reparto principal llega a morir (o, bueno, solo lo hacen los menos simpáticos), ni mucho menos los ancianitos. En realidad es todo una comedia, y de las ligeras, en las que tampoco se esfuerzan mucho en que las cosas que suceden tengan sentido: en un momento dado, tanto los protagonistas como los jubilados acaban llevando un arsenal de armas semiautomáticas encima, siendo todos capaces de apuntar de forma certera y no tener ni un solo problema con el retroceso. No tiene ningún sentido, pero los guionistas pensaron que una ancianita en bata de casa y disparando una uzi contra los zombies tenía que ser gracioso a narices. Igual lo es, pero los mejores chistes se consiguen gracias a detalles más propios de la zona, como las referencias al argot cockney, que practicamente nadie habla correctamente, y especialmente, la aparición de unos hooligans que después de muertos, siguen siendo igual de descerebrados que en vida, para sorpresa de los protagonistas.

Me estoy acordando de Snatch y el diálogo del Némesis...

En el reparto no hay muchas caras famosas, pero sí alguna conocida: Katy, la prima de los protagonistas, apareció en el especial del Doctor Who Planet of the Dead (y juraría que reciclaron el vestuario que llevaba entonces). El papel de abuelo de los protagonistas recae sobre Alan Ford, que había interpretado a Ladrillo, el mafioso de Snatch, y aquí recupera un papel igual de malhumorado pero más entrañable.

Breve, y con un guión muy ligero, Cockneys vs zombies se ha quedado lejos de Shaun of the Dead, por mencionar la película inglesa de zombies más conocida, pero al menos, se ha quedado en una película entretenida y sorprendentemente, optimista y poco violenta para el género que trata.

2 comentarios:

satrian dijo...

No la conocía, me la apunto.

Renaissance dijo...

Teniendo en cuenta el título, me esperaba un humor algo más negro, pero es muy entretenida.

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