Series de tv, libros, cine...y una constante presencia gatuna

jueves, 6 de agosto de 2009

Psychoville…¡¡no puede ser!!



Esta es casi tan rara como la foto promocional...


Algún día tenía que pasar.
Servidora iba toda feliciana por el mundo, sin más preocupaciones que encontrar una nueva serie, a ser posible más rara y más vieja que la anterior, y si es británica, todavía mejor. “Tiene que ser algo muy raro y muy desconcertante para poder conmigo”, me decía toda orgullosa.
Sí, como había adelantado en la entrada anterior, estoy hablando de Psychoville.
Aunque no había visto The league of Gentlemen, ya sabía que las producciones de este grupo eran un tanto rarillas. No tan brutas como podrían serlo Little Britain, pero raras raras. Y aquí ya traspasan las fronteras del rarismo conocido para llevarnos a una nueva dimensión del desconcierto y la sorpresa. Es más, estoy empezando a pensar en actualizar la entrada del Diccionario Cósmico e incluir la entrada “desconcertante”.



Si a los de Little Britain les iban los homosesuales gordos y pálidos, el 99% de la caracterización de estos dos se basa en los problemas cutáneos. La foto es de League of Gentlemen, por cierto


Como muchos ya han hablado, Psychoville nace con la pura intención de ser completamente distinta a cualquier comedia negra que pudiéramos imaginar. Y de este modo, nos encontramos a los personajes más extraños que nadie se podría haber inventado para salir en la tele. Lo cierto es que todos ellos están muy estudiados y vienen del imaginario popular dentro de la ficción de suspense y misterio: un payaso manco, malencarado y siniestro, un enano un millonario que vende sus ojos a cambio de lo más preciado en su existencia, un proyecto de asesino en serie bastante grimoso, una comadrona que cuida como una madre de Freddy, su muñeco de trapo.
Esto contrasta con la estructura de la serie, que recuerda a cualquier programa de sketches con personajes fijos: la aparición de cada uno dura unos minutos, para pasar después a otra situación distinta. Además, un par de personajes son interpretados por el mismo actor, lo que le da todavía más sensación de no tomarse en serio la oscurísima trama en la que se ven envueltos.
Si bien por separado y en otra situación, estos personajes, trillados hasta la saciedad, integrarían alguna serie de suspense, aquí nos vemos sorprendidos por lo evidentemente ridículo de su situación y de sus obsesiones: el contraste con el resto de personajes o figurantes que aparecen durante los capítulos, personas perfectamente normales, hace que ya no nos parezcan oscuros o inquietantes, sino ridículos. Con más o menos acierto los guionistas se encargan de dejar claro lo prosaico del entorno en el que se encuentran:
  • En el comienzo se ve una mano enguantada que cuidadosamente, escribe con pluma unos mensajes amenazadores que son sellados con lacre…hasta que un timbre desvela que se encuentra en una oficina de correos cualquiera.
  • El siniestro millonario ciego habla de la pieza que le falta para su colección de “bienes”…descubrimos que su Halcón Maltés (guiño, guiño), se trata nada menos que de un cocodrilo de peluche por el que también compiten una pareja de enormes hermanas siamesas tuertas.
  • David, obsesionado con los asesinos en serie, se dedica al principio de la historia a trabajar de mayordomo en veladas de mistery murder.
El contraste entre lo completamente ficticio y lo prosaico de las situaciones está muy bien llevado en estos casos. Sin embargo, un fallo importante en Psychoville, y quizá lo que la hace tan rara, es que hasta los tres últimos capítulos, los guionistas no saben muy bien por dónde tirar: si por situaciones más sutiles en las que el espectador no sabe muy bien con qué intención le están presentando la historia, o escenas en las que directamente se capta el contenido paródico. Por ejemplo, las partes correspondientes a la comadrona y en ocasiones, el enano, son demasiado confusas y se pasan directamente al otro lado del humor. Es precisamente en el final de temporada cuando consiguen un equilibrio y sí se aprecia en conjunto el tono paródico de la serie:



...¡¡Payacho!!

  • Tras haber sometido a su “hijo” a una transfusión de sangre total, la comadrona se encuentra con una joven voluntaria asiática vestida con un chándal de color rojo, a la que toma por su Freddy, sorprendiéndose de lo que ha crecido.
  • El sujeto que envía las cartas se da cuenta de que no ha conseguido reunir a todos los implicados en la trama: hay dos que se encuentran por ahí.
  • Dejan un nuevo y descarado cliffhanger en forma de medallón, y la serie queda abierta, como si se tratara de una verdadera historia de suspense.
Sin duda, lo mejor del final de temporada es la forma en la que incluyen personajes que no tienen nada que ver con la historia principal: una compañera de trabajo de la comadrona, la voluntaria china y una viejecita con problemas de diabetes, que también asisten a la revelación de los planes del villano.
Lo que queda por ver ahora es si veremos una segunda temporada de Psychoville. No me inclino por ninguna de las dos opciones, ya que soy muy mala en esto de predecir. Lo que sí podemos decir es que Psychoville es uno de esos experimentos que, como Garth Marenghi´s Darkplace, tienen muchas posibilidades de quedarse en una única y poco exitosa temporada para ser recuperada después vía Internet. Sin embargo, ya hemos comprobado que hasta la cosa más rara jamás emitida tiene grandes posibilidades de ser renovada hoy en día, así que…dejémoslo en un fifty-fifty, como buen cliffhanger…



¿Como se queda uno después de ver esto?

4 comentarios:

satrian dijo...

Demasiado desconcertante para mí.

Kike dijo...

Psychoville es lo más desarmante que he visto en mucho tiempo. La escena que has puesto de David y Maureen es directamente shockeante y después de verla, tienes claro que esta serie no es como las demás.

Lo del Freddy "adulto" y el fracaso del acosador que comentas son dos detalles que demuestran perfectamente las aspiraciones de esta serie. Más que un programa de terror o suspense, es una comedia negra pura y dura.

Un telespectador más dijo...

De esta semana no pasa, ahora que ya la tengo no puedo hacerla esperar más...

SAludos!

Deyre dijo...

Puff, a mí no me atrae lo más mínimo. Demasiado rara para mi gusto.

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