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jueves, 14 de septiembre de 2023

Grady Hendrix. Cómo vender una casa embrujada. Alquilar es tirar el dinero

 


Grady Hendrix se ha hecho un hueco en las estanterías de los lectores. Su particular mezcla de  lo cotidiano, terror asociado a los clichés de la serie B, cierto toque de humor y la capacidad de tomarse en serio lo que narra cuando llega el momento, lo han convertido en un escritor con un  buen número de seguidores  pendientes de su próximo libro. Después de amas de casa enfrentadas a vampiros, , alumnas de instituto poseídas, un grupo de apoyo para las supervivientes de un slasher o una gran superficie  de muebles nórdicos objeto de actividad paranormal, retoma el tema de los lugares embrujados  con algo que resulta todavía más preocupante ¿Cómo se  hace para poner en orden una herencia cuando la casa objeto de reparto está probablemente encantada?




Esto es lo que le sucede  Louise, una madre soltera, cuando recibe una llamada de su hermano: sus padres han fallecido en un accidente de tráfico cuando acudían camino del hospital, según los pocos datos  que puede recoger de la última conversación que tuvieron estos con sus familiares. Sin  poder asimilar la pérdida, Louise, quien siempre fue la cabeza fría de la familia, la más competente y capaz de organizar su vida, debe dejar temporalmente a su hija, regresar a su ciudad natal y encontrarse con sus parientes, además de negociar con su hermano, a quien sus padres consintieron todas sus ideas estrafalarias así como el abandono de estas. Pero el regreso  al hogar no significa solo reencontrar a esa parte de la familia a quien se quiere perder de vista, sino  con un pasado que preferiría olvidar. El hobby de su madre, la fabricación de títeres, ha dejado tras de sí una casa llena de marionetas  de marionetas desgastadas que parecen vigilarla. Y Pupkin, su favorita cuando  era niña, continúa observando con ojos inanimados desde el mismo lugar del que  Louise creía que lo había tirado hacía años. 

Aunque Grady Hendrix había utilizado previamente el tópico del lugar embrujado con Horrostor, esta vez se centra  en el género de las casas encantadas. Pero ,, si este tiene un fuerte componente psicológico (solo hace falta volver a Hill House o Otra vuelta de tuerca), este también está presente  en la novela de Hendrix. El trasfondo  gira entorno a la superación del trauma familiar, de la familia como apoyo pese a los efectos de esta y la necesidad de enfrentar los secretos que han marcado a generaciones. Un enfoque donde no hay buenos ni malo, sino gente que tiene sus razones o que puede haber estado equivocada a la hora de tomar la decisión que hubiera considerado acertada. Y donde la perspectiva de cada persona e va modificándose  conforme descubre  cosas que desconocían o comienzan a ponerse en los zapatos del otro. La historia, narrada desde la perspectiva de Louise, hace que la forma de percibir al resto de personaje esté muy sesgada, y que las primeras impresiones que el lector tiene del hermano de esta estén muy marcadas por la caracterización de su protagonista: la seria, la competitiva, quien tuvo que soportar como sus padres toleraban todos los fracasos de su hermano, porque "el es así".  Una percepción que se modifica tanto en la protagonista como  en el lector una vez  llegada la parte central de la trama, donde se  le cede la palabra y este narra todo lo que le sucedió previamente, juntando ambos hermanos las piezas que faltaban de su pasado. El tratamiento que da Hendrix a sus personajes hace que se empatice con ellos. Aunque en este caso, empatizar quiere decir que  la primera mitad del libro uno se lo puede pasar deseando tirarles un  cubo de agua encima para después  comprender  por lo que han pasado (salvo por el ex de la protagonista, que se merece un jarro con cubitos de hielo hasta el final). 



Un tratamiento de los personaje  que se desarrolla de forma paralela a la trama sobrenatural, teniendo ambas la misma importancia. Algo que  había hecho previamente en El exorcismo de mi mejor amiga, donde este es un reflejo  de que ambas protagonistas enfrentaban para salvar su amistad por encima de todo. 

La carga emotiva no supone que el libro  tire más hacia lo psicológico en un intento de desmarcarse del terror. Mas bien al contrario, y aquí es donde  Hendrix decide poner  en una sola casa todo lo que puede resultar inquietante. Desde esas memorias infantiles  que son recordadas de forma distinta  por padres e hijos (lo que para unos es entrañablemente familiar, para otros  era aterrador, como Louise recordando las lecturas de The Velveteen Rabbit o  a una de las marionetas)y sobre todo, la presencia continua  de títeres caseros, maltrechos por el paso del tiempo y que pese a ser parte del pasatiempo y vocación de su madre, son percibidos como algo grotesco y aterrador, un reflejo más de lo que los personajes escondían o de lo que pretendían huir. También está presente ese particular enfoque  de la religión, o del intento por hacerla cercana, que había utilizado previamente. Si en El exorcismo aparecían un grupo de culturistas cristianos, aquí  se encontrarán titiriteros devotos. Las referencias a la escena de la natividad que la madre de la protagonista había recreado con marionetas con forma de ardilla es una situación tan desconcertante que, entre todo lo que sucede, el lector no puede hacer otra cosa que aceptarlo y seguir adelante. Una nota discordante  que funciona muy bien: las cosas no son siempre completamente absurdas o completamente aterradoras. A veces son una mezcla de las dos, y solo queda averiguar como solucionarlas. 

Como vender una casa encantada no trata solo de como deshacerse de esa herencia incómoda o del poltergeist que le resta valor en el mercado, sino de mucho de los temas que  Grady Hendrix incluye en sus novelas y hacen que resulten tanto aterradoras como emotivas. Superar la perdida, comprender al otro, o crear nuevos lazos, a menudo, tan difícil como librarse de un fantasma violento, o de ese  hermano encon el que solo se tiene en común el aparecer en el mismo libro de familia. 

2 comentarios:

Anacrusa dijo...

No la he leído pero ahora la quiero leer xD. Marionetas, casa encantada, legado familiar... ¡Vendida! xD

Puedo llegar a entender el porqué no gusta Hendrix, con su estilo formalmente sencillo y muy autoconsciente, pero todo lo que he leído de él hasta la fecha me ha gustado mucho. Es el nuevo Stephen King xD. La manera en la que retrata una realidad social y cómo ésta afecta a los personajes, envuelto con una pátina sobrenatural, me parece muy del King de los setenta. Eso sí, con menos cocaína y cerveza xD.

"Alquilar es tirar el dinero" es el nuevo "Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn", que hasta en R'lyeh están los alquileres por las nubes xD.

Renaissance dijo...

Si, definitivamente a Grady Hendrix podríamos promocionarlo como "El Stephen King adorable" XD. Un estilo sencillo, el uso de temas reconocibles (fantasmas, vampiros..etc) adaptados muy a lo cotidiano,y sobre todo, la importancia que da en todos sus libros a la necesidad de apoyarse unos a otros, sea mediante lazos familiares o de amistad frente a un entorno hostil (bien sobrenatural, bien corporativo o social). En sus novelas no hay por ahí ningún héroe individualista.

Y empiezo a pensar que podría sacar una serie de novelas de terror para propietarios, tratando esas cosas fantásticas que tanto los asustan como "los okupas que se meten en tu casa cuando bajas a por el pan", "la familia con niños que se atreve a hacer uso y disfrute de la vivienda con el desgaste que esta conlleva", o mi favorita, "los misteriosos inquilinos que nunca pagan y se van después de dejarte el piso como el intermedio de un programa de reformas" XD.

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