Si hay una película de temática festiva que le gane al resto, es Pesadilla antes de Navidad. La cinta de Henry Selick puede verse tanto en navidad como en la última semana de octubre (o si te llamas Renaissance, cualquier día del año). Bueno, y porque es una de las producciones infantiles más memorables de los últimos 30 años. El cariño de sus fans por los habitantes de Halloween puede compararse a los del rey Jareth o los Goonies. Y aunque todas estas sean un valor seguro, es muy difícil revisitar la película original con la intención de hacer una secuela. En este caso Disney ha optado por una opción más discreta, y lanzar la segunda parte oficial en forma de novela.
Esta es la historia de Sally, la muñeca de trapo que ayudó a Jack Skelington a salvar la Navidad devolviendo a Santa Clavos a tiempo para poder deshacer el desastre provocado por el rey de Halloween cuando intentó adueñarse de una fiesta que no le correspondía. Ahora, recién casada, se encuentra ante el título de reina y sufre la presión de preparar el próximo Halloween, siendo el centro de atención de los habitantes de la ciudad. Incómoda y fuera de lugar con su nueva situación, decide ocultarse en el mismo bosque donde hace unos meses Jack había encontrado la entrada a los mundos de las otras fiestas, y donde una de las puertas, oculta entre el resto de árboles, lleva a un lugar que desconoce, pero que también sirve para que una criatura, ladrona de sueños, escape y ponga en peligro a los habitantes de todos los mundos y el de los humanos.
El libro está pensado para una franja de edad dentro del Young adult, haciendo más hincapié en la primera que en la segunda parte de la calificación. El estilo es muy asequible, y el inglés, muy sencillo: la narración se ha escrito en presente y primera persona (desde los libros de inglés de tercero no había vuelto a encontrar una redacción así). Además de ser muy breve, como también lo fue la película que na que se basa, que no llegaba a la hora y cuarto, pero que resulta suficiente para lo que quería contar: una historia centrada únicamente en Sally, que debido a lo que sucede en la trama, es casi el único personaje que aparece durante muchos capítulos.
Ernshaw en este caso ha conseguido caracterizar muy bien a la protagonista, y desarrollando su forma de ser: de alguien que pasa desapercibida toda su vida, se convierte en una figura principal, sufriendo el síndrome del impostor que supone el desencadenante de lo que se narra. Durante las pocas páginas que dura la novela, se presenta como alguien muy perdido, con miedo a asumir sus propios logros y en buscad del lugar que le corresponde. Se nota que la autora adora la película y especialmente a Sally, a la que convierte en heroína, pero eso no se suficiente para hacer una buena historia.
Aunque esta cuente ya con varios libros publicados, la secuela de Pesadilla antes de Navidad produce en todo momento la sensación de estar ante un fanfic. Uno bien escrito, pero en el que se juntan todos los tópicos a los que recurre alguien que quiere homenajear su obra favorita: intento de ampliar el lore describiendo una variedad de mundos, apariciones de varios nuevos aunque sea de forma anecdótica (el mundo de los sueños, el del hada de los dientes, el de Father Time), un desconcertante cameo de la Reina de Inglaterra que sirve como momento de inspiración motivadora a su protagonista (todos imaginábamos que seguiría siendo una figura más en el momento de la publicación) o un desenlace excesivamente edulcorado. Recursos que no resultan muy profesionales pero que desentonan menos que la decisión de la autora de cambiar los orígenes de Sally, dotándola de un pasado distinto al original, haciendo aparecer a los padres de esta, y con ello, rompiendo una de las normas originales de los habitantes de la ciudad de Halloween: no son malos, sino que su naturaleza es la de dar miedo.
Long live the Pumpkin Queen, pese a tratarse de una secuela oficial, resulta una narración simpática, aunque muy anecdótica: es físil imaginar una continuación para una obra tan única como la que fue la película del 93, y se aprecia el trabajo de Shea Ernshaw, que respeta y comparendo al personaje principal, haciendo que su historia resulte entretenida y curiosa. Pero también produzca la sensación de haber inventado una historia con los personajes y el mundo que le han prestado por un tiempo limitado.
'Pesadilla antes de Navidad' es la mejor película de Tim Burton xD. La vi hace la tira de años aunque tampoco recuerdo mucho. Es increíble todo el fenómeno fan que generó y que sigue generando a su alrededor. Es uno de esos casos tipo la camiseta de los Ramones del Bershka: ya no es la peli o los libros, es todo el merchandising alrededor. En mi caso recuerdo más al rey Jareth y a 'Los Goonies' que a Jack Skelington; o a 'Beetlejuice' (esta sí de Burton).
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que había libros de 'Pesadilla antes de Navidad', de momento sigo leyendo y coleccionando los de 'Buffy, la cazavampiros' y alguno de 'Expediente X' xD.
Yo también viví durante años en el limbo de creer que Pesadilla antes de navidad era 100% de Tim Burton XD. La ví en el estreno, y practicamente cada dos o tres años poniendo como excusa navidad o 31 de octubre, y me sigue gustando como el primer día, pero con ese detalle a la hora de los monstruos y el stop motion, no es para menos. Aunque tiene una estética tan reconocible, y es casi la película por excelencia de todos los niños raros, que era inevitable que esta acabara siendo más conocida por el merchandising y los personajes que por la película.
ResponderEliminarCreo que hay una novelización oficial (el mundo de los guiones de cine de los 80-90 convertidos a libros también da para un género propio), una versión en manga, y este libro sería su continuación oficial. Que, pese a seguir resultando un trabajo muy de fan, sigue siendo mejor que otras continuaciones que he visto por ahí. Aquella secuela en manga que hicieron de Dentro del laberinto era para pedir cabezas.