Esta semana los libros cambian de
siglo. Aunque solo sea de mentirijillas, porque lo único que tienen
de antiguo es la ambientación. Y también lo único que tienen en
común entre sí: de una de una novela humorística a una de
terror/aventuras/pastiche o lo que quisiera ser, hay un trecho.
Sandi Toksvig y Sandy Nightingale. The
Travels of Lady Bulldog Burton. En una biblioteca inglesa, entre
otros documentos variados, fueron descubiertos los diarios de Lady
Burton, Una figura muy poco conocida por el público pero todo un
personaje de la época victoriana: viajera incansable e inventora de
los pololos con refuerzo doble, relata en varios cuadernos su viaje
alrededor de Europa junto a Jinks, su doncella, que compensaba, en su
opinión, su falta de luces con su talento a la hora de realizar
bocetos e ilustraciones.
Este es el punto de partida con el que
Toksvig, como autora, y Nightingale en las ilustraciones, escriben un
libro muy breve, y con un humor muy particular donde imitan el estilo
de los cuadernos de viaje de la época, y sobre todo, la visión un
tanto paternalista, que muchos de los que hacían el Gran Tour por
las principales ciudades de Europa tenían cada vez que ponían un
pie fuera del Imperio Británico.
El humor, en ese sentido, es un poco
complejo: además del estilo de escritura lleno de formalismos
asociados a la época, también está muy basado en las apreciaciones
y estereotipos sobre la forma de pensar que mantenía una clase
social capaz de permitirse viajes de esa duración. No es
precisamente un libro para reírse a carcajadas, ni uno sencillo,
pero sí uno para quien disfrute de una recreación de esa época y
en el que se aprovecha de todo tipo de eufemismos para hacer
referencia a situaciones que se considerarían mal vistas: desde la
orientación sexual de un personaje, hasta lo indecoroso de llevar
una falda por encima de los tobillos.
La historia de Lady Bulldog Burton no
estaría completa sin las ilustraciones, unos dibujos en tonos muy
suaves y con un toque algo caricaturesco, pero que en realidad
recuerda más a las láminas de un libro infantil. Algo con lo que en
cierto modo, guarda un parecido: es casi un libro ilustrado para
adultos, muy breve y donde las imágenes son una parte igual de
importante.
Brett J. Talley. That Which Should not
Be. Hay miles de libros basados en los Mitos de Cthulhu, pero en esta
categoría, los relatos son mayoría. Especialmente cuando se trata
de utilizarlos de forma directa y no como algo secundario o incluso
como una referencia más pulida que la simple mención directa. Las
novelas siguen siendo menos abundantes y por eso suelen llamar más
la atención (aunque haya una serie de libros basada en Arkham
Horror, pero en general no me fío mucho de las novelas escritas como
complemento para estas cosas). Y más si la idea del autor es la de
hacer una serie o al menos, sacar una secuela.
El libro de Talley no es un supuesto de
innovación: con un argumento tan simple como el encargo que recibe
un estudiante de la universidad Miskatonic para encontrar un volumen
antiguo, empieza una sucesión de historias de personajes distintos
en las que se tocan distintos escenarios: el wendigo, una secta de
los primigenios oculta en Centroeuropa o sucesos extraños en un
manicomio, para terminar cerrando la búsqueda que emprendió el
protagonista y aportar un final donde prometen una segunda entrega
con más sectarios enloquecidos y dioses primigenios a punto de
despertarse.
El conjunto de la narración no
consigue salir del tópico, y ni siquiera lo intenta: se limita a
circular por escenarios muy manidos, como la universidad, un punto de
partida un poco improbable y unas historias intermedias que acaban
convirtiéndose en relatos independientes que pueden entretener más
o menos, pero que no consiguen que el lector se meta en la historia.
Porque simplemente, son tan tópicos que es muy difícil suspender
la credibilidad: cuando se pasa más tiempo pensando si al
protagonista no le parecía un poco extraño que su profesor se ponga
a hablarle de libros de magia como si fuera lo más normal, o que
cuatro tipos que se encuentra en una posada le cuenten unas historias
dignas de una película de serie B. A cualquiera le parecería un
poco raro..pero también muy divertido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario