lunes, 7 de marzo de 2016

Ava´s Possessions (2016). Asociación de Endemoniados Anónimos


Las películas sobre posesiones terminan cuando se expulsa al demonio. El sacerdote gana la batalla de fé, el policía, si los hay por ahí, descubre la existencia de lo sobrenatural, se salva a la sufrida víctima y ahí queda la cosa si no hay secuela de por medio, y esta, u otra, es acechada por el mismo demonio en la siguiente entrega. Lo que no cuentan es lo que pasa mientras: ¿Cómo de incómodas pueden resultar las reuniones sociales una vez se ha sido visto profiriendo obscenidades?  ¿Alguien se acordó de solicitar la baja laboral durante la posesión? Y sobre todo, ¿Quién se ocupa de los desperfectos y daños a terceros?

 


Ava´s Possessions se encarga de cubrir este espacio contando la que sería una historia vista antes desde el final: empieza, nada menos, con el exorcismo de la protagonista, quien fue poseída durante un mes por una entidad demoníaca que sembró el caos por las calles y entre su familia. Por suerte para ella, no recuerda nada de esos días, o quizá no: sus padres se niegan a hablar del incidente, los desconocidos huyen de ella y su actuación ha tenido consecuencias con la justicia. O bien debe ir a la cárcel, o bien ingresar en un grupo destinado a rehabilitar víctimas de posesiones.  Algo con lo que no está muy contenta, pero es la única forma de mantener a raya a un demonio que continúa atormentándola. Pero que, cuando no se dispone del más mínimo indicio de lo que ha pasado y una de las obligaciones de su terapia es encontrar a quienes se cruzaron con ella durante la posesión, tal vez no sea el peor enemigo que se encuentre. Y, como una de sus compañeras de sesión le aconseja en un momento dado, estos pueden ser de ayuda si se les ve como la parte oscura de uno mismo y no como un adversario.



El guión podría ser perfectamente el argumento de una película de terror más tradicional si no fuera por el enfoque humorístico. Aunque en realidad no se trata de una comedia, como podía serlo What we do in the Shadows, pese a que esta también se centre en la parte más anodina de lo sobrenatural. Más bien una comedia negra, pero con un  humor mucho más sutil y soterrado. Este proviene de plantear cómo afectarían a elementos cotidianos como las relaciones familiares, laborales y los trámites burocráticos un elemento fantástico como es el de las posesiones. Y, en menor medida, de enfocar esta de una manera que recuerda mucho a las consecuencias de un proceso de desintoxicación o a una borrachera bastante mala. Los principales momentos humorísticos se concentran en todo lo relativo a las reuniones de la protagonista en el grupo de ayuda, donde entre las actividades se incluyen presentarse uno mismo y su demonio, control de la ira..o  intentar salir de una posesión por uno mismo. Algo parecido a cualquier grupo de terapia pero con sombras menos metafóricas.  

 


Estos aspectos cómicos son una forma de enfocar la historia y no el fin de la misma, porque en realidad la trama gira entorno a lo sucedido a su protagonista: por qué le ha pasado, quien puede aclarar lo que ha sucedido durante esos días y quizá evitar un hecho posterior. Algo que resulta muy bien planificado a través de todas las herramientas que ofrece la situación: el motivo del personaje para seguir es, tanto la terapia, como su propia curiosidad, y cierta cabezonería ante su familia, a la que se la caracteriza de una forma muy opuesta a la suya. Todas las pistas pueden provenir de sus esfuerzos, o en varias ocasiones, de símbolos y alucinaciones derivados de su condición, pero a los que el espectador le resulta muy fácil prestar atención e ir atando cabos (algo que quienes no solemos pillar las cosas al vuelo agradecemos mucho), e incluso el par de giros finales resultan un cierre bastante curioso. En cambio, la resolución de esta trama y algunos elementos que introduce no terminan de funcionar: si bien en uno de los casos los indicios sobre un personaje, que se va presentando como alguien que resultan un poco desagradable, sí resultan acertados, la forma de ponerlos en marcha, no tanto. Tanto el interés romántico, al que sacan de la segunda mitad de la película de un plumazo y no se vuelve a saber de él, como una explicación un tanto peregrina sobre asesinos a sueldo y galerías de arte camufladas resultan bastante absurdas, y metidas con calzador. Incluso en una película que parte de un grupo de ayuda para endemoniados.

 


Además del guión, un detalle a favor es la ambientación y la estética: muy urbana, desvencijada y llena de neones y tonos rojos que recuerdan mucho al noir y al cine que reflejaba las ciudades de una forma muy violenta y poco amable. Algo también ligado a una banda sonora formada principalmente por canciones, no orquestal, que además de resultar muy adecuada para la historia y escenarios, me gustó lo bastante como para fijarme en ella.

 

Si Ava´s Possessions hubiera sido una película más seria, o más tradicional, se habría quedado como una historia entretenida, de las que no hay queja pero que se olvidan pronto. En cambio, su enfoque más centrado en la preocupación por lo anodino, y también una estética algo más llamativa, pero no bonita, hace que se convierta, además de en un argumento entretenido, en una producción  original y menos olvidable.   

2 comentarios:

  1. De todas las películas sobre posesiones que han llegado a los cines estos últimos años me quedo con 'The Atticus Institute' y 'Deliver Us From Evil', que sin ser tampoco gran cosa me entretuvieron bastante. Me apunto esta peli que reseñas, el enfoque que describes —que no sea otro'El exorcista'— me interesa.

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  2. Atticus no la conocía, Deliver us from Evil la ví y me pareció una buena película, aún sin gustarme demasiado por cuestión de intereses. Esta tiende mucho más al humor negro y a lo absurdo de una historia terrorífica en un entorno realista: lo de la protagonista apareciendo en todas las cámaras de vigilancia de la ciudad mientras comete tropelías en plena posesión es de lo más divertido.

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