Hay algunas películas que han desaparecido de la televisión desde hace años, aunque en su día fueran un recurso habitual para las tardes. No recuerdo haber visto en mucho tiempo a Kurt Russell en Golpe en la pequeña China (bueno, esta desde que cerró la Sexta 3, que sí era relativamente habitual), a Eddie Murphy haciendo lo suyo en El chico de oro o a Tom Hanks sospechando de su comunidad en No matarás al vecino.
The ´Burbs es el título original de esta película, que sufrió
uno de los entonces habituales cambios de nombre a fin de que esta pareciera más
graciosa y porque en inglés, hace referencia difícil de entender entonces, a
los suburbios o ciudades dormitorio compuestas por vecindarios aparentemente
seguros donde todos sus habitantes se conocen. En uno de ellos, Ray decide
pasar las vacaciones en casa con su familia sin hacer nada en concreto (cosa
que muchos apoyamos), mientras se dedica a observar su vecindario: el Teniente
es un militar retirado, fanático de las armas, que cada mañana acaba teniendo
altercados con Walter, el propietario de una caniche que suele ponerle unas
cuantas plastas en su jardín. Pero a la nueva familia en el barrio, los Klopek,
aún no los han visto, y solo saben que salen extraños ruídos de su sótano
durante la noche. Art, uno de los vecinos, está convencido de que esa gente
esconde algo, y junto a Ray y el Teniente, están dispuestos a descubrir como
sea qué es lo que estos parecen haber enterrado en el jardín.
En general, se trata de una comedia muy de su época: sin ser
abiertamente de terror, como otras producciones, sí tiene un punto de partida
un tanto macabro. Además de estar muy pensada para un público muy amplio, o al
menos, para que siga manteniéndose en la calificación “para todos los públicos”.
La comicidad procura no dar lugar a situaciones demasiado bestias, y se defiende
principalmente gracias a la comedia absurda, los diálogos y las
interpretaciones de los personajes. Y funciona muy bien, porque cada personaje,
a cada cual más caricaturesco, ofrece su propia comicidad, sin que ninguno
llegue a convertirse en un estorbo en pantalla o que parezca lo contrario de
gracioso. Incuso el adolescente interpretado por Corey Feldman, también
exagerado como el solo, tiene unas apariciones muy puntuales, a ratos a base de
reírse del resto de personajes, y no da impresión de estorbo, sino de ser un
secundario más que puede hacer más o menos gracia.
Aunque personajes como El teniente, su parafernalia militar
y sus paranoias, y su mujer, entre mona y no muy lista, son de lo más divertido
de la película, sorprende para bien que Art, que sería el estereotipo de amigo
pelmazo, siga manteniendo también su comicidad y un punto bastante entrañable. Pero
el papel más recordado es el de Tom Hanks, que entonces despuntaba en varias
comedias, con varias escenas que van desde la actitud de Rodríguez hasta la de
desquiciado. Y con situaciones tan logradas como la secuencia de una pesadilla
bastante ridícula acompañada por un montón de referencias a cine de terror clásico
como El exorcista, o a producciones directamente cutres.
En principio el humor
de la película, muy gestual en la mayor parte del tiempo, y de tortazos en
alguna ocasión, parece bastante blanco en un principio, aunque a medida que
avanza toma un carácter paródico muy curioso: la trama sobre los vecinos
misteriosos, es casi una broma acerca del carácter paranoico de las
urbanizaciones y su obsesión con la seguridad. La mansión tiene el aspecto de
un inmueble abandonado, y los Klopek son un estereotipo de extranjeros
peligrosos: actitud reservada, vestuarios anacrónicos, acentos centroeuropeos
que tiran para atrás y hasta cuentan con un médico en la familia que causa más
sospechas que otra cosa. Es fácil reconocer muchas situaciones que son
explotadas para dar lugar a toda clase de gags y reacciones estrafalarias.
La intención paródica de muchas de las situaciones funciona
muy bien, aunque el mayor desastre es el desenlace: si todas las sospechas se
hubieran quedado en un error (aunque esta posibilidad también la aprovechan
bastante bien), este habría sido muy distinto. Por lo que la opción más fácil
fue darle un giro final que, aunque también funciona bien a efectos de comedia,
hace que el guión en sí quede un tanto suelto. Exceptuando el que los
personajes se dediquen toda la película a sospechar, no queda claro para qué
hacía falta todo el tema de los ruidos nocturnos, las luces, y esa actitud
deliberadamente sospechosa de los sospechosos vecinos. Si querían pasar
desapercibidos, tal vez el sacar la basura desde un coche a medianoche, no sea
la opción más viable.
El giro final, visto de esta forma, hace que el esta intención
de dar la razón a los protagonistas sí o sí, sea bastante evidente, y a día de
hoy es de esas situaciones que no ha envejecido muy bien. Pero sigue siendo una
comedia que sigue siendo tan divertida como el primer día. Y ahora que se han
puesto de moda los ochenta, hasta se puede decir que es un clásico y todo.
Ya no me acordaba de esta película, ya en su momento no me convenció mucho, mejor no hago revisión.
ResponderEliminar¿Por qué alguien que parece imprescindible de pronto se eclipsa? El caso de Joe Dante es buen ejemplo. Desde "Piraña" a principios de los 90 rodó películas por un tubo y casi siempre dejando buen sabor de boca entre eso que antes se llamaba "cinéfilo". Y en los 90... se hunde. Es verdad que a casi todas sus películas les sienta mal la revisión, pero otros han sostenido carreras y prestigios con menos. Y la simpatía que despertaban las películas de Dante era indiscutible...
ResponderEliminarLa ví hace tiempo de casualidad y la verdad es que me sorprendió para bien, a pesar de que en ciertos aspectos el pasod el tiempo juega un poco en su contra. Pero tengo debilidad por las comedias un tanto absurdas de los 80 y las tramas de suburbios; además me gusta recordar los tiempos mozos de Hanks :)
ResponderEliminarSatrian: yo me acuerdo de haberla visto un par de veces siendo muy pequeña, pero después, desapareció del mapa. A día de hoy me sigue haciendo gracia, pero tengo debilidad por las comedias de la época.
ResponderEliminarJosé Miguel García de Fórmica-Corsi: sí, desde los ochenta que tuvo sus buenas películas, es como si desapareciera del mapa, al menos a nivel de éxito porque en realidad lleva trabajando todas estas décadas.
En el 2010 lo intentó con los 3d y Hole, una película de terror para niños que era entretenida pero me parece que le faltaba algo..
Y sí, hay otra gente que con menos sigue teniendo renombre. Porque tal y como está a día de hoy Wes Craven, no parece el mismo.
Liliana Fuchs: precisamente me acordé de ella por ser una comedia muy absurda, de las que me gustan y que hoy sigo creyendo que quedan muy pocas. Tiene sus detalles que no han envejecido muy bien, pero si estás en un día de esos que echas de menos ese tipo de cine, hasta sirven para mejorarla y todo.