jueves, 9 de octubre de 2014

Halloween (2007). Rob Zombie y el remake correcto


La historia que Rob Zombie retoma viene a ser la misma que en 1978, aunque adaptada a sus preferencias y forma de rodar. En la noche de  Halloween, un niño comete el brutal asesinato de su familia. Tras veinte años encerrado en un centro psiquiátrico, es atendido por el doctor Loomis, quien ve desesperado cómo este se ha aislado progresivamente tras una máscara. Este decide abandonar definitivamente su caso, y esto, o quizá no, hace que Michael Myers reaccione violentamente escapando del manicomio y regresando a su ciudad, para terminar lo que comenzó hace veinte años.




Como no he visto la Halloween original de John Carpenter (y eso que este director me gustaba mucho. Pero las de fantasmas o las de Snake Plissken. A mí los asesinos..puah), no puedo compararla con la versión de Rob Zombie. Pero esta en un principio, me ha parecido una visión del tema con bastante potencial. La idea original de Michael Myers, en su arquetipo de “loco que anda suelto” es la del Hombre del Saco, o la de los maníacos que pueblan las leyendas urbanas. No hay que entender lo que hace, solo temerlo. Y este es un elemento que intenta mantener la mayor parte del tiempo: bien  añadiendo la fijación por las máscaras al trasfondo del personaje, o bien mediante las conversaciones que tienen los personajes acerca de la existencia de este estereotipo. No llega a funcionar todo lo bien que podría, porque lo acompaña un error: la primera media hora la dedica a presentar los orígenes del asesino en serie, donde además de mostrar sus tendencias, no escatima a la hora de presentar un entorno negativo..Todo muy psicológico, y que aunque resulte bastante bien narrado, hace que el personaje tarde mucho en ser amenazador: la gracia del hombre del saco es que nos da miedo, y no nos interesa su entorno social, las medicaciones que le den o si va a cobrar pensión no contributiva cuando salga del psiquiátrico. 


Probablemente la idea fuera, además de remake, el hacer una especie de homenaje al género de los asesinos, incluyendo muchos de los elementos comunes. Pero esto no termina de convencer porque hace que algunas de las situaciones sean un tanto predecibles, o parezca que Michael Myers solo va a matar a los secundarios que le caigan mal al público. El mundo presentado en Halloween es a veces sórdido hasta no aportar nada: ¡familias desestructuradas! Enfermeras bordes! ¡Celadores violadores! ¡Y un camionero que pasaba por ahí pero que tampoco es muy simpático! Solo en un momento, gracias a el papel de Danny Trejo, el personaje vuelve a resultar una verdadera amenaza y a encarnar esa idea de asesino suelto.



Y este logro es muy breve, porque al poco, la película cambia el ritmo para meterse de lleno en el slasher. En algunos momentos, Zombie aporta originalidad gracias a su humor con diálogos un tanto bestias y al intentar dar algo de vida a personajes secundarios necesarios para tener algo de empatía con la película. Pero en seguida opta por una solución menos creativa al empezar con los sucesivos asesinatos de adolescentes. Y he tenido suficiente con seis o siete entregas de Halloween más unas doce de Viernes 13 como para que ese estilo  no me chiste mucho. No es hasta la última parte cuando recupera el pulso, saltándose esta norma de un crimen detrás de otro para ofrecer un par de secuencias un tanto enigmáticas (y mucho más interesantes) y un final que, aunque siempre parece un poco visto, sí cuenta con bastante más fuerza que los productos habituales.



Un aspecto que sí resulta interesante es la estética: es mucho más discreta que en La casa de los 1000 cadáveres, pero se nota que a Zombie le encantan los años setenta y estos se reflejan perfectamente, de una forma muy poco luminosa, pero sí muy discreta, casi gris, y realista. En ningún momento se menciona la fecha inicial expresamente, pero esta es claramente reconocible. Y la época actual en la que se desarrolla el resto de la historia, también es bastante curiosa: algunos detalles de atrezzo, como las televisiones o los teléfonos, dan a entender que la época en la que sucede el quión no es la misma en la que se ha rodado la película…Son cosas muy menores, pero que a mí me resultan divertidas y denotan mucho cuidado en la ambientación.



Un personaje clave para la serie de Halloween es el doctor Loomis, interpretado por Donald Pleasence durante casi todas las entregas. El testigo lo retoma Malcolm McDowell, de forma tan competente como podía esperarse de él. También me sorprende Sheri Moon Zombie, que no se pierde una película de su marido y a quien me había acostumbrado a verla en papeles de medio histérica, y enseñando cacha. Su papel como madre de Michael Myers también tiene bastante de eso, pero demuestra tener algo más de registro al contar con un par de secuencias donde se defiende bastante bien haciendo de madre sufrida. Aunque, quizá el mayor acierto sea el niño que interpreta al joven Michael Myers: entre su aspecto un tanto grandullón, y esa cara inexpresiva que mantiene en todo momento, resulta bastante inquietante y da una idea del personaje que se convertirá veinte años después.


En general, Rob Zombie ha conseguido un buen remake: tiene sus fallos (unos cuantos), pero se nota que le gusta el cine de terror, sus elementos, y quiere ofrecer algo propio y no un refrito para el público de nueva generación. Pero el mayor problema de este Halloween es el mío: pensé que este género no me gustaba por haber visto solo bodrios como Viernes 13, pero es que directamente, no puedo casi con ninguna. Me aburren los enmascarados, casi tanto como pueden gustarme los zombies, me aburren los asesinatos aleatorios, y a menos que se trate de algo donde se salga un poco de la norma, como The Collection, creo que voy a seguir con los muertos vivientes y demás monstruos. De momento me parecen más divertidos. 

2 comentarios:

  1. Yo adoro a Carpenter, y a Snake Plissken, así que no me he acercado a esta nueva versión.

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  2. Yo también adoro a Carpenter, a Kurt Russel y la mayoría de sus películas de temática sobrenatural. Y la verdad es que me hubiera gustado que la serie Halloween se convirtiera en una saga de terror sobre dicha noche y no sobre Michael Myers.
    Respecto a la de Rob Zombie, correcta, pero pensada para las nuevas generaciones sin memoria.

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