Después de una pausa leyendo historias de detectives y del
oeste, volvemos a lo de siempre: horrores varios…y novela francesa.
Daniel Pennac. La fée carabine. Aún no tengo claro
como tomarme el segundo tomo de la Saga
Malaussène ¿Es una narración satírica? ¿Es un policiaco? ¿Es
surrealismo? ¿O como decía mi abuela, todo revuelto?
Lo cierto es que esta salta de una situación a otra con
total facilidad. Esta continúa con la vida diaria de Benjamín Malaussène, el
hijo mayor de una familia desestructurada, que debe ocuparse de sus
hermanastros cada vez que su madre decide ir tras un nuevo amorío (y volver con
el correspondiente bombo). Y con su trabajo de chivo expiatorio, que ahora desempeña para una editorial. Mientras, su relación con Julie, o Tía Julie como él le llama, continúa tan atropellada como siempre: esta ha desaparecido, y el asesinato de un policía en el barrio de Belleville por parte de una ancianita hace que Benjamin vuelva a ser objeto de vigilancia.
Los elementos que usa, parecen venir de corrientes
completamente distintas: desde el drama social, hasta el humor absurdo, pasando
por el género policiaco, incluyendo con este último una trama sorprendente que
podría pasar por cualquier polar, si no resultara tan atropellada. Pero el que
prima es el absurdo y el humor, al narrarse todo en primera persona. Se mantiene el surrealismo de las situaciones y la resignación con la que su
protagonista parece tomarse todo lo que le va sucediendo. En algunos casos, al
hacer que el personaje principal se pierda en el hilo de sus opiniones, la
narración resulta un tanto caótica, y da la impresión de que el autor se
acuerda de ponerla en marcha matando al segundario que tenga más a mano
Lo más sorprendente es ese humor con una completa falta de
prejuicios: a lo largo de toda la novela, no duda en hacer todo tipo de bromas
y comentarios sarcásticos, con un humor bastante negro a veces, sobre los
estereotipos de los prejuicios raciales, las familias monoparentales e incluso el consumo de estupefacientes…Todo,
con la resignación con la que el protagonista narra sus desventuras, por lo que
es imposible no acabar tomarse a broma cualquier burrada que le venga a la
cabeza. Pero se nota que esto no es plato de gusto para todos, porque en su
versión al cine del 2013, donde se adaptaba el primer tomo, no solo simplificaban algunos detalles, como el
número de hermanos y modernizaban la trama policíaca, sino que cuenta con un
humor mucho más blanco y suavizado que la que existe en el original de Pennac.
Clive Barker. Libros de sangre IV. Después de tres novelas
de Barker y cuatro antologías de relatos, puedo decir que sus primeros cuentos
fueron de lejos, lo mejor que llegó a escribir. Hoy estos relatos de 1985
quedan muy lejos, y más teniendo en cuenta que parte de sus últimas novelas
tienden más a la fantasía que al terror (aunque por lo que dicen de ellas,
debería darles una oportunidad), y también lo está el shock de los primeros
tres tomos, con unos relatos más llamativos por lo sangrientos y retorcidos. De
hecho, los de esta selección son mucho más sutiles, y en ellos aparecen temas
como partes del cuerpo con vida propia, las maldiciones y la magia negra, los
fantasmas o los megalómanos que buscan la inmortalidad. Cosas que se vieron
previamente en muchas otras películas y libros, pero que él trata de una forma
mucho más novedosa y retorcida, planteando escenarios un tanto grises que en
algunos casos, se adelantaron un par de décadas a la fantasía urbana.
En estos relatos el principal defecto de los anteriores se
ha reducido: crear personajes para ellos nunca fue su fuerte, y en muchos casos
llegaba a caer en estereotipos bastante lamentables, y que no habían envejecido
nada bien. Aquí tampoco es que pueda lucirse caracterizándolos, pero procura
ser mucho más breve y sin llegar al tópico: en el fondo, lo importante de sus
cuentos es su atmósfera y lo que sucede, no a quien.
De todas formas, y aunque su fama de ser historias con mucha
sangre está lejos de otros escritores peores (y más garbanceros), sigue siendo
una lectura que se queda para muy de vez en cuando, y que para relatos extraños
me quedo de lejos con Thomas Ligotti, capaz de inquietar a cualquier sin
describir una sola tripa.
Con Clive Barker tienes de todo, hay algunos muy retorcidos sexualmente y de otras formas, los hay más dedicados al mundo de lo oscuro y la magia negra, y buenos y malos, pero en general no dejan indiferente.
ResponderEliminarDe momento lo que más me ha gustado ha sido los Libros de sangre, se ve que de vez en cuanto viene bien algo de mal rollo. El resto de sus novelas no me convence (tenía más gracia la recreación de Midian en la película de Razas de noche).
ResponderEliminarComo curiosidad, va a sacar a los cenobitas y a Harry D´amour en un libro llamado Scarlet Gospels, pero hasta el 2015 no lo veremos.