Las uñas hacen +2 de daño al sofá
El nombre de Peter Dinklage no sonaba mucho hasta que en
2011 este actor apareció como Tyrion Lannister en Juego de Tronos. Ryan Kwanten
quizá algo más entonces, aunque ser Jackson Stackhouse tampoco era
especialmente memorable. Pero estos nombres en el cartel, además de Summer Glau
y un par de camenos de actores geeks, no impidieron que Knighs of Badassdom
estuviera una temporada bastante larga en forma de trailer antes de su estreno
definitivo.
Este tenía todo lo que hacía falta para poner los dientes a
su público objetivo: una película pensada para frikis, en el que el transfondo
principal es una partida de rol en vivo, sus jugadores, y el demonio que
siembra el caos tras invocarlo por error. Su protagonista, un mecánico sin
ambiciones, es arrastrado en plena resaca por sus amigos a un evento de rol en
vivo medieval. Según ellos, la mejor forma de olvidar la ruptura con su novia
es volver a encarnar a su paladín y acompañarlos en el papel de mago y guerrero
durante el fin de semana. Parece una buena idea tras conocer a una chica
bastante guapa, pero no tanto cuando, tras utilizar como atrezzo para un
hechizo un auténtico libro de magia, su amigo invoca a un demonio real. Que además,
ha adoptado la forma de la ex que acaba de abandonarlo.
Lo primero que salta a la vista, y que más se disfruta, es
que se trata de una película hecha por y para frikis. Los chistes acerca de los
eventos de rol en vivo, de los piques entre los distintos juegos (en concreto,
con Vampiro la Mascarada ),
la música metalera y la caracterización de los personajes, bastante nerd y un
poco patética a ratos, se reconocen fácilmente y precisamente tienen mucha más
gracia al ser hechos por alguien que sabe de lo que está hablando y evitar los
estereotipos. Esto se nota porque no hay un solo chiste sobre la falta de chicas
en esa afición. Y, exceptuando que el personaje de Summer Glau sea el interés
romántico del protagonista, estas aparecen completamente integradas en las
actividades, sin que sea algo que desconcierte a los personajes. O saben que este
tema ha sido superado desde hace diez años, o no son los de Big Bang Theory.
Hay caras conocidas, pero la aparición que más se ha
publicitado es la de Peter Dinklage, tanto por Juego de Tronos como por
aparecer la mayor parte del tiempo con una cota de malla. Su personaje es
bastante divertido y su caracterización, entre la de alguien bastante extraño o
un héroe (al menos en su mundo) hace que llame la atención, pero en realidad es
bastante breve y no llega ni a la mitad de la primera parte. Aunque cuenta con
una secuencia en la que explota todo el carisma adquirido por el actor en los últimos
tres años. Comparada con él, es mucho menos conocida, y más breve, la de Dany
Pudi, pero fue toda una sorpresa encontrarlo por ahí disfrazado de mago.
Los principales fallos son tanto los efectos como el desarrollo.
La película será de bajo presupuesto, pero en ocasiones salta a la vista al
añadir unos efectos digitales que parecen directamente pegotes. Y es que con el
Fx maker de los móviles se han conseguido hacer llamaradas mucho más creíbles. El
guión tampoco sale muy bien parado a grandes rasgos, porque de tanto centrarse
en los gags de temática friki, resulta un poco repetitivo, y en buena parte se
limita a presentar al demonio yendo a por una víctima tras otra. Se va haciendo
llevadero gracias a un desenlace muy acorde con el tono de la película, pero en
la parte media hace que el ritmo baje bastante. Se echa en falta haber pulido
un poco más esa parte, y de paso, arreglado algunas secuencias que ahorraran
esos efectos por ordenador de juzgado de guardia. Pero solo esas, porque lo que
es con la aparición de un monstruito de goma a la vieja usanza estoy encantada.
Como suele pasar cuando una película de este tipo tarda en
estrenarse, las expectativas se elevan un poco y el resultado puede parecer
decepcionante. Y con algo como Knighs of Badassdom, no es recomendable: ya con
el trailer se nota tanto el estilo, la historia y la realización. Y aunque no
se trate de los chistes más ingeniosos y el guión mejor resuelto, sí pueden
disfrutarse sin problemas unos gags y situaciones planeados por quien sabe
sobre lo que ha escrito.
Todo el comienzo está bien, con todos los tópicos del rol, los nombres de los equipos, la puesta en escena, hasta ahí te divierte, en cuanto surge la entidad malvada todo se vuelve tonto y sin gracia, una pena que no supieran desarrollarla mejor.
ResponderEliminarSí, la parte más narrativa del guión es la que flojea más. Todo el rato el demonio yendo y matando gente. Quizá hubiera sido mejor pulirlo un poco antes de ponerse a rodar. Eso sí, los chistes roleros, de primera.
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