Hay libros que despiertan un gran cariño y pasión entre sus lectores. El caso más conocido es el del Señor de los Anillos, cuyos personajes gozan de un gran cariño y admiración por parte de estos. Personalmente nunca lo entendí: me había gustado como obra de fantasía y su calidad es innegable, pero no me parecía que fuera algo completamente mío ni había llegado a tener ese nivel de empatía con un personaje ficticio. Entonces descubrí Gormenghast, la trilogía escrita por Mervyn Peake, y lo entendí perfectamente. Y la comparación no es aleatoria, porque ambas obras son relativamente cercanas en el tiempo, las dos tienen sus grupos de seguidores fieles (en el caso de la última, mucho más minoritario), y especialmente, porque alguien dijo en una ocasión: “Los lectores de la segunda mitad del siglo XX pueden definirse en dos categorías: los que les gusta El señor de los anillos y los que les gusta Gormenghast”. No me avergüenza reconocer que estoy en el segundo grupo.
Los libros de Mervyn Peake describen un mundo inventado. Pero
a diferencia de la Tierra Media ,
influída en la mitología e influyente en la fantasía posterior, estos no
parecen tener un referente ni intención de crear un universo realista: el
castillo de Gormenghast, habitado por sus nobles y sirvientes, es un lugar
bastante irreal y grotesco. Los Groan, familia titular, está formada por
Sepulchrave, el conde, es un hombre melancólico al que le interesa poco el título,
y pasa el día leyendo. Su mujer Gertrude, ignora a su familia y hace lo propio
pasando el tiempo rodeada de pájaros y gatos blancos. El núcleo lo completan Fucsia,
su hija mayor y Cora y Clarice, las hermanas gemelas del conde. El reino es
bastante acorde al carácter de sus habitantes: se trata de un enorme páramo
rodeado de marismas, arenas movedizas y el océano. No parece haber más lugareños
que los castellanos y los Talladores, aldeanos que periódicamente presentan
ante el señor del castillo sus obras. Esto ha sido así durante los últimos 76
gobernantes, pero algo cambia cuando se anuncia el nacimiento de Titus, el próximo
heredero, y cuando Steerpike, un mozo de las cocinas escapa de una vida
miserable para entrar al servicio del médico de la corte.
Los tres libros, o al menos, los dos primeros, abarcan un
período de tiempo bastante amplio, de unas dos décadas en la vida de sus personajes.
Aunque a Titus se le considere el protagonista por tener el mayor peso en el desarrollo
de la historia, es solo una parte muy concreta, entre la que el resto de
personajes viven, maduran, se enamoran y algunos son asesinados. Paralelo a
Titus es el avance de Steerpike, un personaje al que más que villano, se le
califica de antihéroe por oponerse a todo lo que supone el castillo y sus
costumbres: es difícil saber en qué momento pasa de ser un personaje simpatético
a alguien ambicioso y que poco a poco, se va acercando al dominio del castillo.
Sería muy difícil mencionar con detalle a todos los personajes sin explayarse más,
pero aunque su actitud y muchos de sus rasgos sean grotescos y absurdos, como
la propia sociedad del castillo en el que viven, el autor los trata con una
enorme humanidad y ternura, haciendo que
trasciendan su condición un poco esperpéntica y se conviertan en seres
entrañables, llenos de defectos y virtudes. De todos, el retrato más tierno es
el de Fucsia Groan, que hace su primera aparición como adolescente y cuya
primera caracterización me sorprendió por ser el retrato más fiel que alguien
podía haber hecho de una persona de 15 años: sus cambios de humor, rabietas, la
ternura con su niñera y su hermano, y su imposibilidad de abandonar la fantasía
a medida que se hace mayor hizo que se convirtiera en mi favorito de todo
el libro, y que comprendiera cómo alguien puede acabar sintiendo esa pasión que
muchos demuestran por los protagonistas de sus libros preferidos.
Aunque el mundo de Gormenghast parezca irreal e incoherente,
es muy fácil reconocer elementos reales en él: sin ir más lejos, lo absurdo de
la casa noble y sus allegados no se diferencia mucho de cualquier casa real
europea (y probablemente, de la británica) y en más de una ocasión se reconocen
otros aspectos con los que el autor no estaba muy de acuerdo: los pasajes
acerca de la formación académica de Titus son toda una declaración de
principios, pero las similitudes con escenarios y situaciones reales del
momento no se quedan ahí. Solo hay un volumen de los tres en el que se muestre
el mundo exterior, y este es, si cabe, mucho más grotesco e inquietante de lo
que pudo serlo Gormenghast, que de todas formas siempre retrató un punto de
afecto. En este no se corta a la hora de hacer referencias a una guerra pasada,
a campos y a antiguos enemigos, todo ello de una forma bastante
pesadillesca..Algo comprensible, teniendo en cuenta que Peake participó en la
II Guerra Mundial.
Los cinco tomos que su autor había planeado se quedaron en
tres a causa del Parkinson, enfermedad que le impidió escribir más de tres páginas
de Titus Awakes. Fue su mujer, a partir del material disponible, quien decidió terminarlo.
Este a su vez estuvo perdido y no fue publicado hasta hace poco. No lo he leído, pero por suerte Titus Solo
resulta un final adecuado para una saga como estas. A falta de poder conocer el
final que el autor hubiera querido dar a su obra, nos quedan sus tres volúmenes
y los bocetos e ilustraciones de Peake que acompañan a muchas de las ediciones,
gracias a los cuales es imposible imaginarse a sus personajes de otra forma.
Aunque en un principio no haya tenido mucho impacto en otros
medios, sí cuenta con una versión, muy buena, de los dos primeros tomos,
realizada por la BBC. Esta
contó con un reparto de primera, entre los que se contaban Jonathan Rhys-Meyers
y Christopher Lee (que también había conocido a Peake) en los papeles de Steerpike
y Flay. Y The Cure se encargó de dedicarle una canción a Fucsia, que aunque no
recomiendo escuchar antes de los libros, por cuestión de spoilers, me parece
que a su protagonista le hubiera encantado.
Yo soy de los que me gustan las dos sagas Gormenghast y El Señor de los Anillos, y también me he visto la serie británica. Pero como suele ser normal llegué antes a los Hobbits que a las tribulaciones relatadas por Mervyn Peake.
ResponderEliminarDurante muchos años (pero de esto hace ya tiempo...) solía detenerme en las librerías a hojear los libros de la saga "Gormenghast". Unas veces más que otras, tenía claro que algún día me la compraría. Pero no lo hice en su momento y después desaparecieron de las tiendas. Ignoro si ya están descatalogadas o todavía se pueden encargar. Sigue siendo una cuenta pendiente
ResponderEliminarsatrian: yo también me leí El señor de los anillos primero, y a Gormenghast no lo encontré hasta años después..pero fue leer sobre el castillo y sus singulares habitantes y acabar prefiriendo a la familia Groan y sus excentricidades.
ResponderEliminarJosé Miguel García de Fórmica-Corsi: desde que los publicó Minotauro, no se volvió a saber. Igual en algún momento los de Valdemar los rescatan. Los recomiendo profundamente, aunque teniendo en cuenta que fue amor a primera línea, igual no soy muy objetiva.