lunes, 3 de febrero de 2014

Open Grave (2013). De amnésicos y vallas siniestras


A la hora de generar interés en un argumento, un recurso bastante útil es el de contar con personajes amnésicos o que no saben cómo han llegado al comienzo de la película. Muchas veces el desarrollo posterior se desinfla en cuanto esta avanza, y a menudo el recurso más fácil para resolverlo es tirar del típico “todos estaban muertos y eso era el limbo”. También hay otros casos en los que o bien pasan de explicar nada, como en Cube, o realmente plantean una idea algo más interesante, como Open Grave.



Esta empieza nada menos que con un hombre despertándose en un foso lleno de cadáveres. Incapaz de recordar nada, llega a una casa donde otros personajes se encuentran en la misma situación: amnésicos, sin la más remota idea de lo que sucede, y la sensación de que un tipo que acaba de salir de un pozo lleno de cadáveres no es de fiar. Lo único con lo que cuentan es con los recuerdos que parecen mantener de forma inconsciente, sobre sus propias habilidades y conocimientos, y los flashbacks recientes que sufren. Por algún motivo, el día 18 aparece señalado en un calendario que cuelga de las paredes de la casa. Esta se encuentra rodeada de cadáveres colgados y atados a modo de espantapájaros. En un cobertizo, una mujer encadenada  parece estar prisionera por algún motivo de seguridad, y su actitud agresiva y enloquecida hacia los protagonistas indica que hay un peligro mayor.


A diferencia de otras películas que parten de una situación de desconocimiento por parte de los protagonistas, esta los encuadra en un marco más realista: se encuentran alejados de cualquier ciudad y en un ambiente hostil, pero es por un motivo concreto. Otra cosa es que no puedan comprenderlo. El descubrimiento de lo que ha sucedido se hace de una forma bastante gradual, y no tanto por los flashbacks como por lo que van encontrando en la casa, a través de libros, notas, y algunas pruebas bastante más inquietantes y reveladoras. Pero es en las secuencias de exterior, donde se encuentran con otros personajes, donde las pistas acerca de la trama resultan mucho más interesantes. También es cierto que es difícil comentarlo con más detenimiento sin hacer spoiler, pero teniendo en cuenta que lo de los cadáveres y la mujer encerrada dan bastantes pistas, uno de los enigmas de la película es una epidemia que por algún motivo, no ha afectado a los protagonistas. Además esta resulta uno de los detalles más interesantes: a estas alturas el público está un poco saturado de infectados y similares, pero la caracterización de estos ha sido de lo más inquietante y fastidiado que he podido ver en bastante tiempo. Todo esto, limitándose a unas cuantas apariciones donde sobra cualquier diálogo explicando galimatías médicos, sino que las acciones de estos infectados hablan por si solas.


Este escenario no anuncia nada bueno

Durante la mayor parte del metraje las explicaciones se dosifican bien y de forma que mantienen el interés del espectador. Pero es hacia el final cuando de repente deciden recopilar los hechos y plantar un par de diálogos en los que se resuma todo lo que se ha ido viendo, por si queda algún despistado. Tampoco es que esto sea un lastre tremendo, porque se limita a ser un par de secuencias muy breves y más que ser una obviedad, sirven para cerrar todo lo que se ha visto. En realidad el mayor fallo es el propio de este tipo de películas: recurrir a un personaje que tiene las claves pero que por algún motivo concreto, no puede dar ninguna información. En este caso, en el grupo cuentan con una mujer asiática muda que, menuda coincidencia, desconoce por completo el idioma de los protagonistas. Y el que todos estén un poco acelerados intentando salir de la casa y saber qué ha pasado, no ayuda a que tengan tiempo como para ponerse a jugar al Gestos con ella. Con este van apareciendo otros detalles del género bobo, como el plantearse la ausencia de notas y elementos que ayudaran un poco a los protagonistas, y que, aunque el conjunto de la película fuera muy bueno, acaba haciendo salir la vena picajosa acerca de los despistes de un guión.


Definitivamente, esto tampoco anuncia nada bueno

En estos casos, lo mejor que se puede hacer es poner el piloto automático a la sección de críticas, porque a fin de cuentas, hay muchas otras películas que tienen fallos peores y con las que no se es exigente. Y en el caso de Open Grave, cumple muchos de sus objetivos: no solo su reparto, encabezado por Sharlto Copley es eficiente, sino que su argumento empieza prometiendo algo interesante y termina ofreciéndolo.

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