Todo mejora con gaticos y esta no es una excepción
Al igual que muchas películas que he visto, el cómic en que se basa solo lo conocía de oídas. Y más en este caso, cuando me enteré de su existencia al mismo tiempo en el que estrenaban la película. Por suerte la mayoría están filmadas pensando en familiarizar a los no lectores con la historia en cuestión (y en vender entradas, que para eso se estrenan), por lo que es perfectamente posible escribir sobre su versión al cine sin tener como referencia el material que la inspira. Que, visto cómo les ha salido esta, espero que el comic sea bastante mejor que su adapción oficial.
Jonah Hex es un antiguo soldado con un pasado oscuro que se gana la vida como cazarrecompensas. Este pasado, además de haberle supuesto perder a su familia, implica también una experiencia cercana a la muerte que le ha dado un don muy particular: traer a los muertos a la vida durante un breve período de tiempo, lo que facilita bastante los interrogatorios y seguir la pista a los fugitivos. Ahora el gobierno lo busca con intención de detener a un antiguo general confederado que planea un ataque terrorista en el centenario de la nación. Hex no estaría muy interesado en el trabajo, sino fuera porque este terrorista es nada menos que quien mató a su familia y a quien él había dado por muerto hacía algunos años.
Esta ha sido una de esas películas que podían ofrecer mucho, pero que se quedan en algo fallido por un guión mal llevado y unas interpretaciones desganadas. La historia del personaje se resuelve en una introducción mediante viñetas y animaciones, recurso que me gusta mucho pero que empieza a avisar de los trucos cutres que utilizará la historia: la trama de venganza intenta enmascararse con una solución pobrísima, que es hacer creer al protagonista que su archienemigo se ha muerto. Una cosa es utilizar una elipsis para no extenderse mucho en los orígenes de un personaje, y otra es pasar de puntillas por lo que sea lo más importante de la trama. Esta tampoco es que esté muy bien construída, porque pese a ser un western sobrenatural, podría contarse perfectamente como una historia realista sobre venganza y con unos pocos toques de tecnología cienciaficcionera: el tema de los muertos y las visiones del más allá, algo que parecía ser importante, se queda como la particularidad de un personaje que ni se potencia, ni se desarrolla. Bueno, y la verdad es que toda la trama del arma también la había podido pulir un poco más. Como el resto del guión.
Y este no es que se luzca mucho precisamente. Intentos de sintetizar partes que serían importantes, exceso de diálogos, bastante flojos ellos para explicar lo que pasa o el trasfondo de los protagonistas, y una historieta bastante simple que en otras circunstancias daría para una serie B divertida, pero que aquí se queda en un montaje bastante confuso en el que se alternan unas cuantas explosiones y un par de secuencias relacionadas con lo sobrenatural bastante confusas. Por no decir del deus ex machina que emplean para resucitar al protagonista, en una secuencia bastante incoherente a mitad de la película en la que queda claro lo poco que se han esforzado a la hora de hacer una historia congruente. Los actores van parejos a esta situación: hay nombres conocidos (algunos más merecidos que otros), pero muchos figurantes están sobreactuados hasta parecer sacados de una serie Z, cosa bastante grave porque no suelo fijarme en esto. Y en la mayoría de los casos, los protagonistas parecen un poco perdidos con el papel que les han dado. Josh Brolin es correcto, John Malkovich parece salir por ahí para pagarse las facturas, como le pasa en la mayoría de películas de este estilo. Y lo de Megan Fox es tan de juzgado de guardia como puede esperarse de esta mujer: sale muy mona con el corpiño, pero es un personaje que podrían haberse ahorrado completamente. Por dios, que alguien la eche a ella y a Kristen Stewart al fondo de un pozo y lo tapien con cemento…
Con todo esto, hay que reconocer que la película no tiene por donde salvarse, pero más que mala, da la impresión general de tener un potencial, sobre todo a nivel visual si no hubieran sido tan ambiciosos. Hay un par de secuencias que brillan entre tanto desastre, en las que sí aprovechan la estética feísta y siniestra que intentaron desarrollar. Pero sobre todo, el personaje de Michael Fassbender es el que más llama la atención. Su interpretación es de lejos la mejor, aunque sea muy breve, y demuestra cómo con unos pocos detalles de caracterización y un poco de esfuerzo por parte del actor es posible crear un secundario interesante. Malkovich será un primera clase cuando está de buenas, pero este tipo se come la pantalla las dos o tres veces que tiene una secuencia.
Esta debe ser una de las películas más flojas que he visto en lo que va de año, hasta el punto en que su brevedad ayuda a hacerla un pasarratos y no un plomo. También es cierto que me había pillado en un día igualmente flojo y sin ganas de complicarme con lo que veía en la pantalla, que si no, no sería tan generosa con ella.
Con las críticas que lei en su momento no me apeteció nunca verla.
ResponderEliminarNo sé cómo será el comic, pero la película si es un poco desastre.
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