¿Por qué no se siguen leyendo las series que se empiezan? Hace
unos años, cuando lo de repartir una historia completa en partes no se estilaba
tanto a nivel editorial, y quedaba como algo más habitual en el género fantástico,
era raro que no hubiera un libro que tuviera sus dos o tres continuaciones para
cerrar la saga o dar paso a otra, dependiendo del éxito. Unas veces el lector
continuaba con todas las entregas que fueran apareciendo, y otras, se quedaba
en un único tomo que no había terminado de interesarle. Pero en más de una
ocasión pasaba algo todavía peor: esa trilo, tetra o hexagología era un préstamo
de quien no se había comprado el resto o un par de ejemplares en la biblioteca
pública, por lo que era imposible llegar a enterarse de cómo terminaba. Esto en
los años anteriores a Internet no era algo raro, y cuando se es un crío sin más
preocupaciones que sobrevivir al aburrimiento del colegio y leer un libro detrás
de otro, también bastante frustrante.
Pero también es algo que se va olvidando según pasa el
tiempo y van apareciendo otras lecturas, autores (y preocupaciones más gordas),
por lo que la intriga de saber lo que le pasó a tal o cual personaje va
perdiendo importancia hasta convertirse en esos libros de hace años que no se
llegaron a terminar ¿Y qué pasa cuando uno de estos salta de la memoria y se
convierte en una buena idea para retomar una lectura? Pues, aparte de irse por
las ramas a la hora de escribir sobre ellos, se busca su versión digital y se
terminan los dos últimos tomos de La Torre
Negra de Farmer, que después de pasarme cuatro entregas
alucinando bastante con las peripecias de sus protagonistas, también es plan de
saber lo que les ha pasado en este tiempo.
Es un poco difícil escribir sobre una serie que se empezó hace
años, de las que solo se recuerda la trama y personajes lo justo para enterarse
de lo que está pasado en el quinto tomo. Pero de la historia del mayor Clive
Folliot y sus compañeros en un entramado de dimensiones y escenarios conocido
como La Mazmorra
es imposible olvidarse. Sobre todo cuando todavía se aprecian las historias por
su capacidad de sorprender y de incluir elementos atractivos, y no porque sean
estilística y narrativamente correctas. Aunque el primer tomo empiece con un
escenario propio de las aventuras clásicas, que sería la partida a África del
Mayor Folliot en busca de su hermano, en plena época victoriana, este empieza a
complicarse cuando él y su asistente se ven transportados a un lugar extraño donde
convive la tecnología más compleja y las armas más simples, y donde personajes
de todo tipo, especie y época parecen igual de prisioneros que ellos. Durante
su llegada encontrará al que formará el grupo principal de protagonistas: un
sabio hindú, una chica del año 2000, una criatura de aspecto perruno que sirve
de mascota del grupo…y otros que empiezan a salir se de la norma, como un alienígena
arácnido que se comunica por telepatía y un cyborg de unos 10.000 años. Si el
grupo es raro, sus aventuras y encuentros con otros personajes todavía lo son más,
porque lo mismo pasan de encontrarse con unos soldados japoneses de la segunda
guerra mundial, a atravesar un paraje idéntico al Infierno, que a encontrarse
clones de ellos mismos. A medida que avanza la historia, además de tener muy
poco éxito en esto de salir de la
Mazmorra , estos descubrirán que han sido llevados a ese lugar
por un motivo, y que el que muchos de ellos estén relacionados por parentesco
ha sido lo que determinó su llegada al planeta, dimensión, o lo que sea que es la Mazmorra.
Los fallos en la narración es algo que he comprobado ahora
(bueno, menos lo de los personajes y lo de hablar en MSDOS, que ya entonces era
muy cantoso. Las dos cosas), pero que aún así no me han impedido disfrutar del
final del libro. Lo recordaba como una historia muy fantasiosa y fantástica, en
la que no sabía lo próximo que aparecería en la siguiente página. Algo que una
cría de doce años con una fijación absoluta por la fantasía agradecía un montón.
Y que hoy, aún siendo consciente de los excesivo de la narración, de sus
inconsistencias y sus defectos, me ha divertido y no me ha hecho arrepentirme
de ponerme a pensar “Eh, ¿cómo habrían terminado aquellos libros…?”
Siempre he visto los libros por ahí, pero nunca les he echado un vistazo, puede que sea hora, me los apunto :)
ResponderEliminarNo es mala idea. El argumento es un poco enloquecido pero aún retomándolos después de tantos años, me gustaron.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBueno pues estamos en el 2020, en plena 2ª pandemia y resulta que estoy pensandome si hacer o no un gran desembolso por estos libros. ¿Alguna recomendacion?
ResponderEliminarBueno, no sería una mala colección para conseguir de saldo. La edición que todavía circula por ahí (precisamente el domingo vi un ejemplar del segundo o tercer en una feria del libro antiguo por 10 euros) es tapa dura con sobrecubierta, y tienen la gracia de incluir ilustraciones al final de cada tomo como si fueran los bocetos del cuaderno de uno de los personajes. También he visto la colección completa en alguna página por 50 euros o incluso menos, lo que tampoco me parece un mal precio.
ResponderEliminarGracias por tu respuesto, era el empujon que necesitaba. Saludos.
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