¡¡El poder del Juguete que Pita te obliga!!
La serie de REC y sus zombies grabados en vídeo han sido seguramente las películas españolas que más taquilla han movido, lo que es un logro y seguramente, toda una patada para los partidarios del cine serio y realista. Pero como toda serie de éxito, en general son muy irregulares, llevándose la palma la segunda parte: de una película de las de cámara en mano, llena de infectados y una resolución bastante original, pasaron a un sinsentido en el que pasaron de todo el tema de los virus, se sacaron de la manga una posesión infernal y unas cuantas situaciones demasiado fantasiosas para lo que fue la primera película. Lo que aún tendría un pase si no fuera porque hasta los personajes, y muchas de sus reacciones, estuvieran fuera de lugar: no se si fue peor la excusa que utilizaron para disponer de dos cámaras, o ver a un agente secreto del Vaticano abriéndose paso entre posesos a golpe de kyrie eleison.
De todas formas, REC movió pasta, por lo que intentaron sacar una tercera parte, a modo de precuela, y de paso, intentar corregir el desaguisado de la segunda. Y en este caso, lo consiguieron a base de no tomarse mucho en serio la historia que los propios guionistas defenestraron en esa secuela. Los sucesos de REC 3 transcurren unos días antes de la primera película, presentando otro foco de infección en la boda de los personajes principales (en este caso, a uno de los invitados lo había mordido el perro que transmitía la enfermedad/posesión en REC) que, en pleno convite se transmuta y empieza la escabechina que el público esperaba desde hacía más de diez minutos. Esto, manteniendo el rodaje de cámara en mano…hasta que los propios protagonistas, en medio de la carnicería, le dicen al cineasta en cuestión que deje de hacer el Lars Von Trier y suelte la cámara. Este es uno de los primeros detalles que tienen para separarse de las dos anteriores, olvidándose de los juegos entre distintas cámaras y sobre todo, ganándose a unos espectadores que seguramente no estaban por la labor de aguantar una tercera película a base de tembleques y lentes rotas.
Los siguientes son los elementos más o menos cómicos que van apareciendo. Porque una boda típica no es precisamente el lugar más serio ni menos hortera para que se produzca una epidemia zombie (perdón, de infectados), y entre los vestidos de gala y los bailes inevitables, aparecen personajes como un animador infantil bastante tristón que lleva un traje de “John Esponja”, por cosas del copyright, dos invitados que no se enteran de lo que pasa hasta la mitad de la película, o un inspector de la SGAE que se había colado en la boda para anotar las canciones que pinchaban y cobrar el correspondiente canon. Para alegría de todos, este es de los primeros en caer.
Por suerte, más allá de lo chocante de sus primeras apariciones, son personajes más o menos útiles dentro del argumento, sin ser el típico alivio cómico que estropea muchas películas. Es más, intentan evitar los chistes directos y muchas situaciones son de un humor negrísimo. Incluso detalles que estropearon la segunda parte, como la aversión de los demonios a lo religioso, consiguen aprovecharlo de forma útil para que se salven algunos personajes, y aunque sea de refilón, la famosa Niña Medeiros se marca un par de apariciones, más de cameo que otra cosa, pero…que se mueran de envidia los Freddys y Jasons: en España tenemos una poseída portuguesa, y en general, sus tres películas han sido bastante potables.
Aún perdiendo la originalidad y simpleza del primer REC, esta tercera parte ha salvado muy bien la serie, tirando por el lado del humor negro, del entretenimiento, y en muchas escenas, al del homenaje: hoy es imposible ver zombies y una motosierra sin acordarse de Posesión infernal, y hasta sus protagonistas, que empiezan como personas normales y terminan como supervivientes, me recordaban un poco a Ash…con sus reparos. Porque se habrán esforzado, pero a Bruce Campbell siguen sin llegarle ni a la barbilla.
Yo no he visto ninguna, porque no puedo con las películas de zombies, creo que ya te lo he comentado. Pero eso no quiere decir que no esté a favor de este tipo de cine que tiene sus seguidores, entre ellos mi marido que se lo ve todo. Aquí ya no podíamos más con un cine siempre deprimente y de denuncia, hecho todo con el mismo estilo, como si hubiera un molde que todos debían seguir. Aunque claro, siempre había alguna película seria buena y diferente, en general el cine español tiraba para ir después y cortarse las venas. De un tiempo a esta parte hay más imaginación y nuevos directores muy interesantes. Y películas que sin dejar de ser serias, no siguen el mismo patrón y sorprenden y gustan. Y otras menos serias que entretienen y apetecen. Ayer mi hija fue a ver TENGO GANAS DE TI. Yo no iría a verla, pero mi hija con 12 años sí, porque es para su edad, romántica, ligera.. Hace unos años no había una sola oferta para niñas de esta edad. Han abierto el abanico.
ResponderEliminarLa actriz Leticia Dolera me parece maravillosa, con ese punto gótico y dulce a la vez. Ah y me encanta lo de que suceda en una boda. Las odio y creo que los creadores también y se han desquitado de algún modo por las que han tenido que tragarse. Toco madera para que no me inviten a ninguna. Mi marido y yo tenemos el récord en excusas!
Un besazo!!
Ana.
A mí me pareció un entretenimiento más que aceptable. Eso sí, con tanto tomárselo todo a broma hay algunos puntos del argumento que quedan un poco oscuros. Me llamó especialmente la atención el desencadenamiento de la catástrofe. Con el infectado paquí pallá, que se tira que no se tira y chachachá. Pero en el momento en el que muta de verdad a cosa fea aparecen dos o tres zombies más, ni tengo muy claro de dónde ni tengo muy claro por qué, pegando brincos y sembrando el caos.
ResponderEliminarVisualmente está muy chula, Leticia Dolera papelón, tiene buenos planos y el prólogo... como ejercicio de cine costumbrista es brillante. Es una boda con todas las de la ley. Sin haber visto la segunda peli, tengo muy claro que era necesario algún tipo de reboot a la franquicia, porque una saga condenada al formato de grabación casera no tenía visos de poder perpetuarse mucho más en los cines.
En esta en concreto me sobró mucho y fuerte el personaje de la madre de Koldo, que sus dos únicas intervenciones dan un poco de vergüenza ajena y reflejan de refilón lo peor del cine español. Y el gag del sonotone pues de lo mejorcito de la peli. xD
Yo solo vi la primera, y no me gustó demasiado, así que ni me planteé ver la segunda. La técnica de rodar cámara en mano me marea, y miedo, lo que se dice miedo, no pasé, ni siquiera un sustillo, pero si "Rec 3" es diferente a las anteriores seguramente la vea.
ResponderEliminarUn saludo : )
La Minomalice: yo creo que hacía falta este tipo de cine completamente comercial y destinado a públicos determinados, aunque la calidad no vaya de la mano con el éxito en taquilla, había que darle vida a las producciones españolas. Efectivamente, yo no iría a ver Tengo ganas de tí, pero si es tan divertida como esta última parte, sí iría a ver un REC 4. Lo mío con los zombies es afición de años...
ResponderEliminarNof Low: en general las actuaciones cumplieron bien, aunque alguna sí estaba fuera de lugar y parecía sacada de algún gag de Los Serrano.
Del primer infectado, supongo que igual habría mordido a alguien más antes de tirarse balcón abajo, porque no es normal que empezaran a aparecer tantos de golpe. Ahora que lo pienso, esto me ha recordado un montón a la escena del cine de Demons, película que también me gusta horrores.
Mary-Chan. La primera me gustó mucho, e incluso las actuaciones cumplían, hasta la dichosa niña Medeiros, para los minutitos en los que aparecía, era muy inquietante. La verdad es que puedes ver REC 3 sin tener que pasar por su segunda parte, entretenida es un rato largo.