lunes, 30 de enero de 2012
Lecturas de la semana: de ciencia seria y no tan seria
Si la semana anterior iba de libros franceses, esta es de ciencias varias: desde Stephen Hawking intentando explicar cómo funciona el mundo hasta la melosería de La mujer del viajero en el tiempo.
Stephen Hawking. Historia del Tiempo. Debido a su fama de ser un escritor de física bastante claro y cercano, además de ayudarse con bastantes esquemas, me decidí a probar con este libro, que tiene unos añitos pero, hasta donde sé, el contenido principal no ha debido cambiar mucho. En él se explican cosas un poco abstractas, como el concepto de tiempo según la fisica, su relación con el Big Bang, y los famosos agujeros negros. Y aunque sí reconozco que el hombre puso todo su empeño en acercar estos términos al público general, y en hacer una lectura muy llevadera, me enteré de lo justito: es muy difícil entender la segunda ley de la termodinámica cuando no se tiene ni idea de lo que es eso, junto con muchas más cosas que los de letras mixtas desconocemos. Aún así, estoy segura que cualquier chaval de Bachillerato por ciencias puras entendería bastante mejor Historia del Tiempo.
Audrey Niffenegger. La mujer del viajero en el tiempo. Como dice el título, la protagonista está casada con un tipo que padece una enfermedad muy extraña: viaja en el tiempo de forma involuntaria. Esto hace que se conozcan en momentos muy diferentes, o que este tenga que guardarse secretos acerca del futuro…que tampoco es que vayan a sufrir ninguna paradoja, porque eso es lo último que aparecería en este libro: en realidad es una novela romántica de las de toda la vida, con sus protagonistas que se conocen, los personajes que los rodean, una boda...¿qué importa que el protagonista viaje en el tiempo más que la TARDIS, si en realidad es lo de siempre?
Lo más original de la historia es precisamente la paradoja que supone una historia romántica como esta, y que permita contar una historia mil veces vista o leída desde un punto de vista algo distinto que en mi opinión, tampoco da para mucho: no me gustan las novelas románticas, y aunque esta no llegue al nivel de empalago de escritoras más al uso, como Danielle Steel (aunque la protagonista tenga unos toques en plan Mary Sue que ya le valen), y obviamente, esté mejor escrita, no dejan de ser 600 páginas de amoríos y dramas. Y un tipo que se materializa en distintas épocas.
Frederik Pohl. La llegada de los gatos cuánticos. En realidad, los únicos gatos que salen en este libro son metafóricos, en concreto, el que Schrodinger utilizó para ilustrar las distintas posibilidades (en este caso, dos) en todo el tema de los universos paralelos, que es de lo que trata el libro: un grupo de científicos inventa una máquina para viajar entre las distintas realidades, cosa que en otro universo quieren utilizar para acabar con una guerra…Todo ello, llevado a cabo por dos o tres protagonistas que aparecen por triplicado: uno puede ser un agente hipotecario, un senador o un militar. Otro un timador o un embajador, o incluso de música de renombre, pasar a ser una jefa del FBI en unos Estados Unidos dominados por el fundamentalismo islámico. Aunque es un poco caótico en ocasiones, es interesante la forma que tiene de explotar el tema de cómo mundos diferentes dan lugar a personajes opuestos. Y sobre todo, que aunque esté escrito en el 86, la forma que se tiene de ver a los fanáticos musulmanes es bastante parecida a la de hoy, aunque con menos bombas.
miércoles, 25 de enero de 2012
Sherlock Holmes 2: A Game of Shadows (2011). Elemental, querido bullet-time
Este mes llevamos sobredosis de Conan Doyle: no solo se estrena la serie de la BBC, que se llevó la palma en cuanto a adaptar al personaje, sino que está en cartelera Juego de Sombras, la segunda parte del Holmes de Guy Ritchie. Aún sin ser fan absoluta del personaje, me ha costado mucho ser objetiva con la película, porque el de Moffat ha sido muy sonado y es difícil olvidarse del psicopatilla de Benedict Cumberbatch.
El primer Sherlock Holmes de Guy Ritchie presentaba a un detective muy distinto a cómo lo conocíamos: más cercano al cine de acción, pero con una excentricidad menos marciana y algo más humano que el personaje clásico: vacilaba a Watson y tenía un interés bastante claro por Irene Adler (que aquí no era una actriz, sino una espía o algo por el estilo). La ambientación, aún con todas las fantasmadas que permitía el argumento, era bastante realista, y Londres aparece metido en plena Revolución Industrial, con todo tipo de maquinarias a vapor que aunque un poco fantasmas, no llegan a entrar en el terreno del steampunk.
Y, si en la primera película optaba por un argumento y un enemigo inventado por los guionistas, Juego de Sombras incluye al archienemigo de toda la vida: James Moriarty, y el enfrentamiento en Reichenbach. El resto, de nuevo, aportación propia: Holmes empieza a investigar una serie de atentados, encuentra a una gitana (Noomi Rapace) que busca a su hermano, y sospecha que quien esté detrás de las bombas está bastante interesado en que los países europeos entren en un conflicto armado. Obviamente, por países europeos se entiende “Francia y Alemania”. Se ve que Alfonso XIII no impone mucho…
El estilo va un poco más allá de la primera parte: si en un principio había tenido alguna crítica por su montaje de película de acción, y algunas escenas tipo matrix, ahora van un poco más lejos, y no dudan en recurrir mucho más a las secuencias “bullet time” para reflejar las capacidades deductivas de Holmes, que en este caso, más que deducir es para saber cómo romperle la crisma al contrincante. La intriga y el misterio se reducen bastante más a favor de las persecuciones y los combates…Con Moriarty apareciendo desde un principio, cuesta muy poco adivinar quien está detrás de todo.
Incluso este Holmes es un poco más extraño de lo que esperaba: me había gustado el de la primera película, que se atrevía a rehacer el personaje, olvidándose del investigador cerebral, y haciendo una historia muy divertida con misterio y una buena cantidad de peleas. Este, es bastante más estrafalario, hasta el extremo de tener un par de salidas que quedan bastante fuera de lugar en el estilo de toda la película, y los disfraces que utiliza en más de una ocasión resultan más mortadelescos que otra cosa. Es una pena que no aprovecharan más la particular relación con Irene Adler, a la que sacan de escena en los primeros quince minutos.
Tras ver Juego de Sombras, he sacado dos conclusiones:
Que aunque sigue siendo una buena película de acción, queda bastante floja en comparación a la primera.
Que no hay nada que hacer en varios años: Steve Moffat y Mark Gatiss le han dado una vuelta al personaje para las próximas dos generacioines.
jueves, 19 de enero de 2012
Lecturas de Enero. Hoy, de nuevo Especial Francia
A los gatos también les gustan los estereotipos.
Esta es la primera entrada sobre libros del año, y por aquello de tener un poco de orden, empiezo por las lecturas que tengan algo en común. Por ejemplo, haber sido escritas al otro lado de los Pirineos. Me temo que después vendrá otra relacionada con zombies y demás material poco presentable, porque ya han caído dos o tres, y aunque tengan la ventaja de leerse muy rápido, preferí empezar por los franceses. Más que nada, por si consigo mantener una apariencia algo más respetable.
Eugène Ionesco. La cantante calva y La Lección. Las primeras piezas de teatro que leo en mucho tiempo, y si es un poco difícil meterse dentro de este tipo de textos, lo es más cuando se trata del máximo exponente en Francia del teatro del Absurdo. Las obras de Ionesco no tienen más hilo conductor que una serie de diálogos con poco sentido, que llevan a un final, si es que lo hay. En La Lección, el asesinato de los alumnos de un profesor particular. En La cantante calva, todavía lo estoy buscando. Si no fuera porque la intención de este teatro sería reflejar el sinsentido de la vida, a través de escenas cómicas, sus piezas podrían pasar perfectamente por un sketch de Joaquin Reyes y compañía. A todo esto, Ionesco tiene de francés lo mismo que Irène Némirovsky: residir en el país y utilizar el idioma para publicar.
Fred Vargas. El hombre del revés. Mi primera sorpresa cuando fui a buscar una foto de la portada para el blog, fue descubrir que Fred Vargas es una mujer, lo que puede dar una idea de mi completo desconocimiento de esta escritora (o de mi despiste habitual. Pero ese lo demuestro más a menudo). Además, es la creadora del comisario Adamsberg, que como era de esperar, protagoniza una serie de novelas policiacas de las que El hombre al revés es la segunda. En ella, un asesinato en el Mercantour despierta las sospechas de los paisanos, que no estando muy contentos con los lobos, empiezan a hablar de loup-garous (hombres lobo franceses. Me da miedo solo de pensarlo) y de las sospechas que recaen sobre uno de los aldeanos. El comisario empezará a investigar gracias a uno de los personajes de la zona, y como buen policiaco francés, hay mal rollo por todas partes, personajes muy cerrados, y una historia de fondo bastante más oscura de la que podríamos esperarnos en el género policiaco habitual. Aunque, como punto a favor, en la comisaría de Adamsberg hay un gato. Hasta las novelas de misterio mejoran con ellos.
Sébastien Japrisot. Trampa para Cenicienta. Aunque Verano Asesino no me había gustado mucho, Trampa para Cenicienta, además de ser más corto, prometía un argumento más interesante: la protagonista despierta con amnesia y graves quemaduras en un hospital, y la mujer que se hace cargo de ella va recordándole su pasado. Al menos, hasta que esta empieza a dudar de lo que le cuentan, planteándose la posibilidad de ser otra persona a la que intentan dar esa identidad, ya que, como era de esperar, hay una herencia de por medio. Según avanza la novela y la investigación que va llevando a cabo, la protagonista pregunta si está pasando de víctima a testigo y a asesina, además de descubrir que ninguno de los personajes es enteramente inocente, o por lo que pude comprobar, minimamente agradable. Algunos elementos, como esa protagonista de la que apenas se sabe nada, y sobre todo, las quemaduras y el transplante de piel, me recordó a Mygale, de Thierry Jonquet, y empecé a preguntarme si esto de la amnesia, las quemaduras y las caras, no serán algún tipo de tradición en la ficción gabacha…Que ahí tenemos también a Ojos sin Rostro, para demostrar que la cosa viene de antes.
lunes, 16 de enero de 2012
Segunda temporada de Sherlock (2012). Lo bueno si breve...Pero no tanto
Elemental, querido Catson...
Cuando se empieza a seguir una serie británica, más vale tomárselo con calma (o tener una buena pila de libros mientras se espera). Exceptuando exitazos como Doctor Who, que ya fichan todos los años, la mayoría de temporadas van llegando cuando el guionista se acuerda, puede, se la financian, o el actor está libre. Lo que en algunos casos, es raro debido al tirón que han tenido las producciones, como fue el caso del Sherlock de Moffat: nos han tenido dos años esperando, pero es de esas veces en las que se les perdona.
Sherlock, como serie, es muy peculiar. No es una temporada completa porque nos quedamos con tres capítulos por tanda. Además, cada uno tiene la duración de un telefilme…Por otro lado, sirve para compensar la escasa duración de las temporadas (y el que el número de aventuras oficiales sea limitado) y el que sea una serie bastante cara de mantener, porque eso también se nota. Nació, en un principio, con la intención de modernizar al personaje al máximo. Y eso quiere decir no solo retirarle el gorro de cazador y la pipa, sino olvidarse, en muchos casos, de los casos clásicos, que para qué negarlo, hoy se quedarían demasiado cortos. Así, en la primera temporada, vimos a un Sherlock más desquiciado, estrafalario y un poco mal bicho, a un Watson que lo va soportando, e incluso a un Mycroft que, pese al canon de Conan Doyle, decidió perder peso y se encarga de la seguridad nacional (Mark Gatiss, como siempre, genial y un poco rarito). Y hoy, en lo que lo distinto y lo nerd se ha puesto algo más de moda, Benedict Cumberbatch, y su apariencia un poco raruna, se ha conseguido una legión de fangirls. Quizá abrió brecha el personaje antisocial de House, pero no pensé que llegara a calar tanto.
Esto es tener percha y lo demás son tonterías
La primera temporada dejaba un enorme cliffhanger, además de la aparición de Moriarty. Aunque Sherlock necesitaba un archienemigo, tal y como iba la serie, hubiera jurado que en vez de una persona sería el nombre de un grupo terrorista o algo por el estilo. Este tampoco se salvó de los cambios: lejos de ser el profesor de matemáticas y genio del mal (redundancia. Los profesores de matemáticas son El Mal), aparece mucho más joven, delincuente, y desquiciado hasta extremos imposibles, un poco como la versión malvada de Sherlock que no ha llegado a gustarme de todo: para ser un villano a la altura del personaje que ha desarrollado Moffat, hay que esforzarse mucho, y estar muy loco y chillar más no es suficiente.
Nótese la expresión de Sherlock de "¡¡Dios!! ¡Sáquenme de aquí!"
En la segunda entrega, tras salvarse por los pelos del primer enfrentamiento entre los dos personajes, los protagonistas vuelven a Baker Street, enfrentándose a la versión moderna de uno de los casos más populares, Escándalo en Bohemia. Y es que a día de hoy, un Sherlock sin Irene Adler de por medio, no es Sherlock, ni es ná. Aunque en 2012, y por eso de que el cambio de siglo se nota, es un personaje mucho menos inocentón que una actriz con un affair, e incluso consigue dejar a Sherlock sin nada que deducir. La trama se vuelve mucho más complicada, tratándose no solo de un escándalo relacionado con la familia real, sino también con temas de espionaje y terrorismo. Lo más llamativo de esta temporada ha sido cómo las tramas se vuelven algo más retorcidas, y no se quedan solo en crímenes o misterios individuales sino que van descubriendo tramas más grandes, relacionadas en muchos casos con cuestiones de estado o científicas.
El final de temporada corresponde a las famosas Cataratas de Reichenbach, donde Holmes muere y…bueno, no es ningún spoiler porque a día de hoy, todos sabemos que ni se murió (a Conan Doyle no le importarían mucho los fans, pero cuando tu madre te amenaza con dejarte sin herencia, es otra cosa), y que se ha anunciado una tercera temporada. La fecha no estará clara, pero contamos con él.
En este momento, es muy difícil no hacer un chiste sobre orejas
Además, como buena serie inglesa, no podía pasar sin que saliera un actor que conociera de otro sitio. En este caso, Russell Tovey, el hombre lobo de Being Human, tiene su aparición en el capítulo de los Baskerville, y Katherine Parkinson, Jen en IT Crowd, hace lo propio en el último, con una aparición más o menos cortita.
viernes, 13 de enero de 2012
Estos no son los términos que estáis buscando. Otra entrada de búsquedas
Esquema del contenido de mi ordenador
Como había comprobado desde hacía algunos meses, las estadísticas del blog han empezado a dar resultados bastante particulares. Lejos quedan los tiempos en los que la gente quería saber sobre la quinta temporada del doctor Who...Pero, ojo, el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra: estoy segura que en algún blog angloparlante sale alguna de mis búsquedas ¡las fotos de gaticos que vienen en cada entrada no salen del aire!
trajes de vampiros. Una capa y una levita negra siempre arreglan mucho, pero para estos casos, es mejor preguntar al director del FMI, que sabe más del tema.
LOS PADRES DE HELLBOY. Hasta donde sé por los cómics, una bruja y un príncipe demonio. No quiero imaginar cómo se repartían las asistencias a las reuniones de la APA.
juego de tronos ros. A lo tonto, a lo tonto, y la chica está consiguiendo una base de fans.
sucker punch cat. Y con ello se juntan dos de los mayores éxitos de Barrilete.
las mil imagenes de mal pensar. El resultado de la búsqueda es un fotograma de Adventure Time. Google es un malpensado.
Películas para mayores 18. No, esto es un blog para todos los públicos. Igual en Perpignan hay más suerte.
peliculas de terror dos hermanos nasi. Lo raro no es la búsqueda, sino que sepa que la película es Blood Creek.
el marciano bobo. Si han conseguido esconderse hasta ahora, no debe ser tan bobo.
la ciencia en mis manos. Maldición, me han descubierto.
colonia halloween ¿Con aroma de calabaza, o a cadáver deambulante?
Y en la recién inaugurada sección gatuna, tenemos:
gatos haciendo cosas: dormir, tumbarse, estirarse, perseguir cosas que brillan, seguir durmiendo...
gatos al trabajo. Imposible, son alérgicos a las actividades productivas.
gatita en sofá. Su hábitat natural, después de las estufas y las mantas.
gatos gordos y peludos. Obviamente, el ideal platónico de gato.
imagenes de gaticos. Creo que han llegado al sitio correcto.
jueves, 12 de enero de 2012
Melancolía (2011). Lars Von Trier nos odia y quiere acabar con el mundo
Después hace doblete con una de Aki Kaurismaki
Lars Von Trier es uno de esos sesudos cineastas nórdicos que, cuando no están inventándose nuevas tendencias de cine, está ganando premios en festivales. Al menos, hasta que un día tuvo la genial idea de poner en una de sus películas a un zorro que dice “Reina el caos”, e Internet, que con cualquier cosica tiene mofa para rato, le perdió el respeto.
Se ve que al hombre le va la marcha, porque después de Anticristo, decide volver a temas poco realistas, como en este caso, un planeta que va a chocar con la tierra, o más bien, cómo esto afecta a los personajes de la película. La idea no está mal: muchas películas y libros (que se lo digan a Saramago) han aprovechado una situación extrema para centrarse más en las pequeñas historias y en los dramas personales, que en las explosiones. Viniendo de Lars Von Trier, me daba bastante miedito: a estas alturas se tiene un poco creído el ser un gran director, y sobre todo, poner de excusa sus continuas depresiones para filmar cualquier cosa que se le ocurra: ¿Qué tiene el día tonto? Pues escribe un guión sobre el fin del mundo, y de paso, dar un discurso sobre la naturaleza malvada de la tierra, la vida, y los seres vivos. Éxito asegurado.
Eric Northman se casa ¿Qué dirá Sookie Stackhouse?
A grandes rasgos, es en lo que consiste Melancolía, que además, es el nombre del planeta que ha tenido el mal gusto de estrellarse contra la Tierra. Eso va quedando claro en el principio de la película, con una sucesión de imágenes un tanto surrealistas que van detallando el efecto de la llegada del planetazo (es que es muy grande) a la órbita terrestre. Después da un giro completo, pasando a mostrar la boda de la protagonista y la reunión con su familia, que como suele pasar, es bastante disfuncional: su madre, nada contenta con la celebración del matrimonio, es, como diría Hewl, una perra del infierno, y no se corta en demostrarlo. El cuñado se conoce el percal, está haciendo cuentas de lo que cuesta la boda. Y poco a poco, las escenas alegres van deshaciéndose para ver cómo la protagonista empieza a caer en una depresión de la que supuestamente, no había salido, la boda se termina, y con ella la cordialidad entre los distintos personajes e invitados. Lo más desconcertante es haber encontrado a un montón de caras conocidas, como John Hurt, Alexander Skarsgard, e incluso Kiefer Sutherland, y este último ya tiene delito, por contar con el mismísimo Jack Bauer, y no ser capaz de evitar el fin del mundo…En fin, se ve que trabajar con el danés tiene bastante tirón.
La segunda parte comienza con la hermana de la protagonista, el anuncio del paso del planeta Melancolía, cosa que a ella le da bastante miedo, y con la vuelta del personaje principal, sumido en una completa depresión, incapaz de moverse y hacer nada por si misma. Según se acerca el planeta, esta irá encontrándose mejor, al contrario que su hermana, consumida por el miedo, hasta el desenlace. La diferencia con la primera parte es evidente, sobre todo por la impresión que me dejó de que la película habría funcionado igual si la esa hora a mayores, y no me creo lo de caracterizar a los personajes, porque hubiera sido lo mismo sin toda la trama de la boda. Hay alguna situación un poco ridícula, como sacarse de la manga la clarividencia de la protagonista, que suelta así, tal cual, y una diatriba en la que empieza a decir, sin venir a cuento, que no hay vida en otros planetas y que el mundo es malvado…Definitivamente, alguien estaba teniendo un día muy malo, y quiso dejarlo claro.
Una cosa debo reconocerle a Lars Von Trier: es un buen director de cine. Las dos horas y cuarto de película no se hacen largas ni tediosas, es muy capaz de manejar una escenografía preciosa y sé perfectamente lo que ha querido contar: la relación entre la melancolía de la protagonista y la llegada del fin de todo, la actitud de las dos hermanas...incluso cada pequeño detalle está pensado para dar información acerca de los personajes, sin que sean necesarios muchos diálogos. Pero a mí no me basta: también está obsesionado con relacionar cada película que hace con su depresión, sus ideas, y sobre todo, que el público lo sepa. Si algo he aprendido hoy es que, cuando cualquier persona normal está de malas, más le vale quedarse en casa, que los demás no tienen por qué aguantarlo. Si se trata de Lars Von Trier, hace una película, y en Cannes le lloverán premios. Pero esto es algo que los chicos de Muchachada Nui habían visto venir antes:
Las gafas de Lars von Trier representan todo lo que el odia
lunes, 9 de enero de 2012
Cumplimos tres años. Y usté que lo vea...
Todavía no me lo creo, pero ha llegado otro 9 de enero, y con esto el blog cumple tres años. En estos 365 días no ha habido muchos cambios respecto a los otros años: la máxima "Ninguna entrada sin gatico" se ha convertido en una realidad y ya no hay entrada, por rara que sea, en la que no haya uno. Aunque más de una vez he tenido que echarle imaginación al asunto y pegarle el gato por la tangente, a falta de uno directamente relacionado con el tema. Y como encargada principal, he podido dedicarme a reseñar lo que me de la gana, por lo que de rarezas fuimos servidos.
Como siempre intento hacer alguna pijadita distinta para cada aniversario, esta vez toca un repaso de lo más importante que ha pasado por el blog:
...Y como es el cumpleaños del blog, Jon Nieve cierra por fin la boca.
Se estrena Juego de Tronos. Esta serie ha sido como el primer trago de cerveza o la magdalena de Proust: hemos visto Juego de Tronos. En pantalla. Y bien filmado ¿Qué más da que las apariciones de Sandor Clegane no se correspondan con el libro, o que Ros tenga más minutos en pantalla de los que merecería? Hm...Bueno, esto último sí. Pero es que es demasiado cantoso.
Nos sumamos a las entradas sobre búsquedas. 2011 fue el primer año en el que se me ocurrió mirar la pestaña de Estadísticas e ir comprobando cómo desaparecían las claves de búsqueda más serias en favor de quienes buscaban el "Campamento zombie barrilete cósmico" o a quien Sarah Palin le daba morbillo . Sorprendentemente, fue más tarde cuando empezaron a llegar las búsquedas relacionadas con gatos. Pero hay cosas que traemos por la mano...
No podría haber encontrado mejores portadas para "Literatura de calidad"
Entramos en los libros digitales. Me gusta leer, y la mayoría de entradas lo confirman. Me gusta leer algunas cosas de bastante mala calidad y por las que no pagaría...y muchas entradas lo confirman, también. Lo único que me impidió conseguir un ebook fueron las circunstancias (y el precio), y al menos este año, sí estaban de mi parte. El que pueda seguir leyendo relatos de Thomas Ligotti e infumables novelas de zombies es solo cuestión de sacar el tiempo necesario. El resto...bueno, si quisiera releer a Conan Doyle, preferiría volver a pedir los libros prestados o sacarlos de la biblioteca. Y mis dos tomos con las aventuras de Fu-Manchú siguen siendo mucho mejor que cualquier archivo.
..Tardaron en hacer el chiste
El Doctor Who se hace famoso. La serie es una habitual en el blog, y probablemente, mi favorita. Este año llegó a estrenarse en la televisión española (canal Boing, para más señas), con bastante éxito, y llegando a sorprenderme el ver a nuevos aficionados cuyos gustos no coincidían ni de lejos con el estilo de esa serie. Si en el 2005, cuando me bajaba los primeros capítulos de Christopher Eccleston, sin subtítulos y más ayuda que mi inglés, no me lo hubiera creído.
Por lo demás, ha sido un año de 79 entradas, lo que significa un promedio de 79 gaticos, 70 libros, una docena de series, y bastantes películas. En el 2012, más, si el fin del mundo no lo evita...Pero, sinceramente, si hemos llegado hasta el 31 de diciembre del 2011, eso va a costarle mucho.
sábado, 7 de enero de 2012
Entrada post-navideña
Este año me he retrasado bastante con la entrada sobre la navidad, y eso que en el blog somos bastante fans suyos. O al menos, lo era Hewl. Yo me limito a aprobar el desfile de paquetes envueltos y postres con alto contenido calórico. Como suele pasar, este año las fiestas han tenido algunas cosas interesantes:
Empiezo a aficionarme al turrón artesano. Aunque mi postre tradicional favorito seguirán siendo los Huesos de Santo, este año encontré una barra de turrón de mazapán con fruta, que no era especialmente seco, y que estaba muy bueno. Además, lo regalaban de muestra en la tienda, y no me costó nada. Poco después me enteré que se llamaba pan de Cádiz, y que para nochevieja, en el local no quedaba ni la bandeja. Otro año será.
Parafraseando al Replicante: He visto cosas que vosotros no creeríais...
El especial de nochevieja zombie. Que los zombies están de moda lo sabíamos desde el año pasado. Pero de ahí a que acabaran dando las campanadas ….La expresión “quedarse a cuadros” sí se quedó corta cuando en la tele empezaron a salir unos zombies en un programa especial sobre la nochevieja. Obviamente, me refiero al programa de la Sexta, no al de Telecinco: con el tipo de personal que pulula por esa cadena, es fácil confundirse. Aunque estoy segura que los muertos vivientes morirían de inanición en el plató de Sálvame.
¡¡Eh, que falta la muñeca-engendro lovecraftiano!!
Las Muñecas Monstruo, el juguete de moda. Desde que abandoné las Barbies (también he sido niña y no nací con el gato y el libro de Lovecraft pegado al brazo), y los Pokemon empezaron a perder tirón, no ando muy enterada de lo que les gusta, más allá de Bob Esponja y Ben 10. Al parecer, este ha sido el año de las Monster High, unas muñecas similares a las Barbies o las Bratz, aunque menos cabezonas, cuya gracia es ser un monstruo cada una: la vampiro, la licántropo, la zombie y hasta la criatura de la Laguna Negra, que debe ser el monstruo menos conocido por estos lares.... Al margen de esta particularidad, la serie de dibujos que las acompaña no pasa de ser una de institutos como pudo ser Crepúsculo, pero el éxito que han tenido en España ha sido sorprendente e incluso han tenido que pedir stock a otros países. Visto esto, estoy planteándome en proponer a alguna juguetera una línea de muñecos inspectores de Hacienda. Dan el mismo miedo, y con que los pongas viviendo aventuras frívolas en un instituto americano, venden.
…Y los regalos…Que tampoco falten. Aunque este año he debido ser algo más mala, porque me han regalado dos paraguas. Claro que, a la velocidad que los rompo, es más un recambio que otra cosa. Y aunque no hubo la cantidad habitual de libros (ahora el ebook se los queda todos), El arte de los Mitos de Cthulhu se escapó a esta sequía gracias a sus ilustraciones de color. Además, me ha servido para confirmar mi teoría: mi gata le puede al Gran Cthulhu. O al menos, muestra más interés por él que por sus juguetes.
martes, 3 de enero de 2012
Lecturas a diciembre 2011
Aunque la mayoría de entradas durante el mes fueron de películas, los libros no podían faltar. En este blog se aprovechan las vacaciones y lo mismo da para pasarse la tarde viendo cine que para terminar novelas.
Robin Jarvis. Deathscent. Este es uno de esos casos en los que la portada engaña...o no tanto: el diseño del hombre-murciélago-cosa podría valer perfectamente para cualquier novelilla de terror o fantasía oscura, cuando en realidad se trata de una novela juvenil...De todas formas, la ilustración, en cuanto a llamativa, funciona para atraer gente, y lo original del argumento, también: el autor ha desarrollado un mundo muy extraño, en el que durante la época isabelina los habitantes de la tierra ascendieron a lo que ellos creen que es el cielo, y viven en islas flotantes unidas entre sí por cadenas gigantes. La reina Isabel ha cumplido más de ciento cincuenta años, y no existen los animales vivos, por lo que los artesanos fabrican todo tipo de criaturas. Sí, esto quiere decir que en ese mundo no hay gatos, lo que supondría el peor escenario posible para ciertas blogueras (ejem). Al margen de mis horrores personales, Deathscent cuenta la historia de uno de esos aprendices de artesano y su encuentro con una criatura de otro planeta, así como las particularidades y sospechas que recaen sobre este. Está un poco limitada por su creación como libro para gente joven, y por desgracia la ambientación es tan original que supone su propio fracaso: la originalidad de ese imperio británico flotante, del mercader de esencias, de los animales mecánicos e incluso la aparición del doctor John Dee, no pareció cuajar entre sus lectores, por lo que el libro, pese a su final abierto y su evidente intención de empezar una serie, se quedó en un único volumen sin indicios de tener una segunda parte: fue escrito en el 2001, mientras que otras series del autor posteriores continuaron, y en la página de este queda una explicación acerca del universo en el que se desarrolla la no-serie.
Darren Shan. Trials of Death. Siguiente parte en la segunda trilogía de La saga de Darren Shan, en la que, como suele pasar debido a la brevedad de los libros, parece más los capítulos separados de un libro completo que una novela en sí. Se lee muy rápido, pero también junta un exceso de acción y alguna que otra absurdez.
Terry Pratchett. Papá Puerco. Se están acabando las fiestas, y como no me daba tiempo de terminarme algo más clásico para antes de fin de año, Terry Pratchett, que le ha dado un repaso a todo, era una opción: Papá Noel y el ajetreo de las compras navideñas no iban a quedarse a salvo de su particular visión, y en Mundo Disco es Papá Puerco el que se encarga de repartir juguetes a los niños buenos. Aunque algunos creen que son los padres. Como es habitual en los libros de mitad de la serie, salen personajes conocidos, como La muerte, Susan (su nieta), y los magos de la Universidad Invisible, que intentan mantener como pueden la creencia en Papá Puerco, una idea que a los Auditores (entidad que prefiere los universos con átomos y piedras que giran en órbitas elípticas) no les gusta y con la que han decidido adoptar. Como es habitual en los libros, detrás de la historia de aventuras y de comicidad, está el tema más trascendental, como la adapción de las creencias a través del tiempo, la influencia de estas, y el desengaño. El principal defecto es en muchos casos la acumulación de situaciones y personajes que buscan más el sketch cómico que el argumento, aunque la mejor de estas situaciones breves es la decisión de Pratchett de dar al lector algo que todos hemos querido en algún momento: que la Pequeña Vendedora de Cerillas no se muera de frío en Navidad, leñe.
Por hoy eso es todo. Ha sido un año con unos setenta libros, algunos de los cuales, por poco interés o por malos de remate, no he llegado a incluir. Este año, si es posible, otro tanto.