jueves, 31 de octubre de 2024

Let England Shake II. Hijos de hombres y el Worst Case Scenario

 


Si la granja de Cold Comfort servía de escenario  para una comedia  llena de ironía en la luminosa campiña inglesa,  el regreso al presente y a Londres, la ciudad por excelencia, sirve para  uno de los escenarios más sombríos que también pueden dar las islas británicas.  Quizá porque este aislamiento  que les supone su insularidad da pie a plantear que podía  suceder  ante una catástrofe global, o en este caso, como afrontarían lo que podría ser  el fin de la humanidad…que no es ese final rápido e indoloro con el que todos los que estamos esperando a un meteorito que  ponga orden teorizamos, sino uno más inquietante y  sin posibilidad de alternativa: ¿y si nos extinguimos definitivamente? O peor, ¿y si tuviéramos que convivir, diaria e inevitablemente, con nuestra inminente extinción?


En 1996 nació el último ser humano.  El miembro más joven de lo que se llamaría la Generación Omega marcaría el comienzo, por motivos desconocidos, de la  esterilidad que acabará con toda la especie humana. Sin  el nacimiento de un solo niño en dos décadas, los miembros más jóvenes de la sociedad se han convertido en seres hedonistas, muchos organizados en bandas de delincuentes, mientras el mundo se dirige paulatinamente a su desaparición. Los controles periódicos en búsqueda de  personas fértiles, son intentos de mantener a la población sana y ocupada, solo son una fachada que oculta una realidad  donde  los hombres  morirán de viejos,  en el mejor de los casos, en las colonias penales establecidas en distintas islas o en los suicidios colectivos y voluntarios,  ofrecidos  a la población más anciana en un intento  de aligerar la presión asistencial en un mundo donde   la mano de obra empezará a escasear. En esta Inglaterra de  jóvenes nihilistas y ciudadanos entrados en la mediana edad,  Theo Fanon lleva una vida solitaria, lejos de las esferas de  poder en las que su primo, proclamado  Custodio del país, dirige el gobierno manteniendo  el orden a toda costa. Todo cambia  cuando un grupo de  jóvenes contacta con este en un intento de hacer valer su influencia y que las políticas dictatoriales sean abolidas. Theo,  al menos al principio, carece de ningún motivo por a prestar su ayuda, en un mundo en el que todo da igual. Salvo que algo puede cambiar: una de los miembros del grupo ha quedado embarazada.

La carrera de James se centra más en el policiaco y el misterio, aunque sea una distopia de 1992 una de sus novelas más conocidas y adaptada al cine. Esta adapta una hipótesis  global a un escenario concreto: como afecta la inminente desaparición de la humanidad a un país del primer mundo “civilizado” como sería  Reino unido, y la reacción de este a nivela político. La planificación de las entrada de inmigrantes para cubrir la necesidad de mano de obra, los programas de eutanasia voluntaria o las políticas de mano dura contra la delincuencia, un desarrollo del trasfondo que  da paso a la historia de los protagonistas, casi de forma involuntaria: el personaje principal, buscado por su relación con esa figura dictatorial  que ahora gobierna, es caracterizado como  alguien a quien la vida dejó de importarle hace mucho, al quedar marcado por el accidente en el que murió su hijo de tres años. Es precisamente un detalle tan anecdótico, pero tan terrible como fortuito, lo que sirve para marcar la importancia de la falta de niños no solo en relación al futuro de la especie humana, sino en como afecta a la sociedad: esta sigue emitiendo reposiciones de programas infantiles, muchos ciudadanos recurren a muñecos de porcelana que tratan como bebés y parte de la población cuida a sus mascotas como si fueran hijos, llegando a bautizarles, mientras que  las eutanasias se llevan a cabo ocultando los gritos de quienes se arrepienten. Si un párrafo donde se describe una de esas ceremonias fallidas es aterrador, todavía lo es más algo tan sencillo y grotesco  como una mujer mostrando orgullosa al protagonista a su gato con un faldón de bautizo.


James, viendo como siempre es posible cagarla más que Tatcher

Otro de los elementos que utiliza  James es al transformación y perversión  de las tradiciones. Ella misma fue miembro de la cámara de los Lores, y aquí, el antagonista se nombra a si mismo  custodio, empleando  como símbolo de su cargo un aniñllo que acabará en manos distintas. Y precisamente su programa de suicidio  busca  acallar lo que es mediante una ceremonia casi teatral  con reminiescencias de los mitos de gran Bretaña

No se trata de una novela de acción con facciones enfrentadas y  desenlaces épicos, sino como una situación afecta a sus protagonistas de forma que esto puede hacer que todo cambie. A lo largo de la huida de estos a través de Inglaterra,  varios  caerán  bien por la traición interna, por uno de esos grupos de jóvenes  salvajes que James, como trasfondo de la narración, desarrolla  con gran sencillez y credibilidad, o por la propia fuerza del orden quienes  pueden sufrir el mismo destino. El final, pese a un último instante de luz, tampoco resulta esperanzador, dado que la autora no solo aprovecha las referencias al uso de objetos como símbolo de poder político sino que a través de ellos sugiere  que pese a ese momento en el que na humanidad no está perdida del todo,  el triunfo de los protagonistas no es un porvenir  brillante ni la caída de un régimen dictatorial: solo será un cambio de gerencia.


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