Hoy cumplimos catorce años. Una entrada que desde hace un par de temporadas ya, escribo pensando “ay dios, a ver con que nos encontramos esta vez”. Una pandemia, una crisis de suministros, escasez de papel, un conato de guerra nuclear y una recesión económica. La maldición dice “Ojalá vivas tiempos interesantes”. Yo me limito a decir que estos locos años veinte están siendo conflictivos a la par que cutres.
Soy el de delante, pero sin bigote
No han habido demasiados cambios. Lo que , a la vista de lo anterior, es una suerte. La mía es, como decía Brindavoine, la apasionante vida del chupatintas, y lo mas llamativo ha sido que a la afición de Narnia por tirar libros se le une la de su hermana A´Tuin a subirse encima de mis hombros como si fuera un loro pirata.
He leído mucho, visto mucho cine y algo más que el anterior, en pantalla grande, alguna serie y aunque pocos comics, cosa que, gracias a los últimos Reyes Magos, seguramente se solucione dentro de poco.
Los libros de 2022 han sido los de la casa interminable de Piranesi, habitada por el y esa familia de albatros que planea sobre un mar lleno de estatuas destruida. Del Ikea (perdón, Orsk) embrujado descrito por Grady Hendrix, del mundo de entreguerra que, entre lo terrorífico y el humor negro narra Ewers en La araña y otros cuentos (también conocidos como “los años veinte menos malos”). Pero también los de la saga de Le Commandeur y el final de los doce libros de Nightside, que había empezado ya hacía seis años, a ratos muertos. A ver si hago alguna reseña si consigo dejar la vergüenza ajena que provocan esos libritos de lado.
Madurar es pa la fruta
Empecé 2022 con Day of the Dead, otro intento de Syfy de hacer una serie de zombies, actualmente sin noticias de renovación y aunque aunque no llega a al nivel de locura de Z Nation, el punto humorístico y de serie B se le acerca mucho. No le ha ido tan bien a Residen Evil, otra de las cancelaciones de Netflix pero que, en este caso, esta versión del videojuego mitad young adult, mitad futurista, nadie echará de menos. Los fines de semana han sido para ir viendo en algún momento Seinfield, Las chicas de oro ( después de verla de niña hace muchos años junto a la abuela, hoy al menos pillo los chistes) e incluso Gárgolas. Estas han envejecido más que bien, aunque Betty White fuera, junto con Angela Lansbury, uno de los obituarios del año que termina.
No se si se podría considerar comic, o más bien, libro ilustrado, a las reediciones de la Biblioteca de lo desconocido que Diabolo ha sacado, en concreto, los dos primeros números. Pero si puedo decir que fue una sorpresa el reencontrarme con mi época de cazadora de fantasmas preescolar.
Y el cine. Porque ha habido cine a montones y muy variado. Bueno, variado en años, porque si no hay algo dando sustos, es difícil que lo viera salvo que tuviera su punto extraño (el dia que suba una entrada sobre una comedia romántica, llamad a la guardia civil, he sido secuestrada). Ha habido clásicos de los cuarenta, spaguetti western con Franco Nero arrastrando un ataud por el desierto, algún blockbuster, algo de marvel, ya muy poco, los ochenta no han faltado y el grano setentero va abriéndose camino en la tele. También el fantástico español. Desde la torpeza de los profundos gallegos de la Fantastic Factory hasta éxitos exportables como Rec, las ancianas malvadas de La abuela, los trece exorcismos o los venecianos cabreados de Alex de la Iglesia. Porque aunque no lo reconozcamos, todos hemos sido turistas.
Ha sido un año más, por suerte, ni mejor ni peor que los anteriores. Los virus evolucionan más que un pokemon, la inflación sube, nos amenazan con una guerra nuclear que se eterniza y el cambio climático es una realidad. Nos hemos acostumbrado a una permanente sensación de que todo va mal. Pero, una vez más, Billy Joel ya lo dijo: We didn´t start the fire.
¡Felicidades y a por otros catorce años más! Yo me conformo con que estos años veinte sean cutres y no locos si eso significa que los años treinta no serán como los del pasado siglo xD.
ResponderEliminarLo de que la gata se te suba a los hombros mola. El otro día me quedé traspuesto en el sofá y amanecí con tres gatos encima xD. Otra cosa no, pero calentito estuve.
Coincidimos en bastantes lecturas. El de "Piranesi" me atrapó completamente. Ojalá escriba algo pronto y le salga tan bien. Los cuentos de Ewers me gustaron mucho. Ese enfrentamiento entre lugareños y un tronco animado en el relato "El carnaval de Cádiz" me mató. No sé si el libro de Ewers funcionó lo suficientemente bien comercialmente hablando para que Valdemar se plantee editar más relatos suyos. De momento entre "La araña" y "La mandrágora" no vamos mal servidos. "Horrorstör" avanza posiciones en la pila de lectura, a ver si lo leo pronto. En cuanto a sagas literarias leí unos cuantos libros de "The Expanse" pero con la serie tan reciente se me hizo cuesta arriba continuar y la dejé a medias.
Me lo pasé muy bien con "Day of the Dead". Igual es un poco más contenida que "Z Nation" pero creo que mucho más autoconsciente. Que "Z Nation" también, pero le costó pillar el punto. Yo aproveché ratos muertos para ver algunos episodios de "Colombo" y "Se ha escrito un crimen", y revisité por encima la primera temporada de "Doctor en Alaska". A ver si este 2023 me da para algo más. Me apunto "Gárgolas".
Lo de la Biblioteca de lo desconocido me hizo pensar en qué habrá sido de los libros de la biblioteca escolar de mi antiguo colegio, en la que había fantasmas, monstruos y tebeos de Tintín y Asterix entre otros.
En cuanto a cine he picoteado un poco de todo, pero los setenta se han acabado imponiendo. Y este año va por el mismo camino: más grano gordo y más italianadas xD.
Si llega el apocalipsis me pillará leyendo xD. Y si no llega, pues a divertirse.
Reconozco que cuando a finales del 22 oi lo del intento de golpe de estado en Alemania, me dio una pequeña crisis de pánico XD.
ResponderEliminarTambien me pasa alguna vez, que pienso que estoy teniendo una parálisis del sueño y ese peso que no me deja moverme son dos gatas que me han confundido con un colchón cómodo. Es verdad que como proovedoras de calor, no tiene precio..
De momento, este año, entre algunos comics, varios libros de la colección Marabout Fantastique, y que Grady Hendrix haya anunciado su libro Como vender una casa encantada, tengo ya lista de lecturas, además de volver a los señores del fantástico francófono, que desde Jean Ray los tenía un poco olvidados. Y a ver si retomo alguna cosa más de Laird Barron, que encima han tenido practicamente que hacer colecta para cubrirle los gastos de estancia en el hospital recientemente.
El grano setentero me ha picado también este año, y creo que sigue. Además tengo ganas de ver Venus cuando la suban a plataforma, que aunque Veneciafrenia fuera irregular, lo de la Fear Collection está saliendo bastante mejor que la Fantastic Factory...
A estas alturas, cualquier cosa que vaya pasando en el 2023 va a ser recibida con un levantamiento de cejas y cara de "vas a tener que esforzarte más en asustarme", y lo que llegue, que me pille también con un libro.