lunes, 15 de febrero de 2016
The Forest (2015). El bosque de los suicidios. Y de los sustos fáciles
Hay lugares que superan cualquier ficción. Y que sirven de inspiración para muchas. Centralia se convirtió en Silent Hill, las catacumbas de París fueron una entrada al infierno en As Above, so Below, y la ciudad abandonada de Pripyat es un referente en el imaginario popular. Uno de ellos ha sido el más reciente en trasladar su leyenda al cine: un bosque donde todavía es posible perderse y no ser encontrado. Y que ha sido elegido como el lugar predilecto para los suicidas.
El bosque de Aokigahara es donde Sarah acude en busca de su hermana, una profesora de inglés en Japón, quien fue vista por última vez en dicho lugar poco antes de desaparecer. Desesperada por la actitud fatalista de los lugareños, quienes ven como algo inevitable que todo el que acuda al bosque sea para morir, decide buscar a su hermana sin más ayuda que un periodista, quien espera conseguir un reportaje, y uno de los voluntarios que conoce el bosque y lo recorre de forma habitual para recuperar los cuerpos de los suicidas. Frente a las advertencias de este último, ella permanece allí durante la noche. Y aunque ninguno parece creer en fantasmas, el guardabosques le hace una advertencia: allí pueden verse cosas que no existen. Y que pueden hacerle daño si olvida que están solo en su cabeza.
En general, la película tiene muchos aciertos y un fallo muy gordo. El planteamiento es muy directo y recurre quizá a un par de tópicos para no tener que perder el tiempo: no dudan en echar mano de las teorías sobre la conexión entre gemelas para que entre el título y la llegada de la protagonista a Japón no pasen más de cinco minutos, ni para introducir al que será el coprotagonista (directamente, se lo encuentra en un bar). En cambio, consigue dar una idea de las personalidades de ambas hermanas y el transfondo por el cual el personaje principal tiene un carácter más protector y decidido frente al de su gemela.
Además, toda la trama sobrenatural es muy acertada, especialmente la forma en la que esta va introduciéndose en el guión. Detalles chocantes como las colegialas que gritan al confundir a la protagonista con una aparecida dan paso de una manera gradual a la aceptación general de que algo sucede. En los primeros casos no queda claro si los paseantes que encuentra son seres humanos, visiones de la protagonista o fantasmas, algo que posteriormente irá quedando más claro. Y que además, encaja muy bien con la pista que se da al principio: frente a la frase que se proporciona sobre el peligro del bosque, aparece una duda razonable sobre las intenciones de los personajes, que se mantiene casi hasta el final, que es uno de los elementos mejor aprovechados.
Las secuencias del bosque (que por cierto, no es el de verdad, sino que rodaron en Europa) también transmiten la sensación de duda sobre la realidad y la ilusión. De nuevo, algunos personajes podrían ser gente perdida en el bosque, o algo muy distinto. Pero en muchos casos, forman parte de ese escenario. Estos pueden verse, o no, en las escenas nocturnas, siendo en varias ocasiones sombras que se ven solo desde lejos y dan la idea de lugar sobrenatural que en el fondo, es el tema central del guión.
Precisamente por el tono de la película se nota demasiado su mayor error. Si en el guión se pretendía que todo fuese más sutil, y más propio del terror psicológico, ...¿Por qué meten escenas de sustos gratuitas? Pesadillas de la protagonista, o algunas apariciones que surgen de golpe, con aspecto de máscara y que rompen por completo el tono anterior. Esto llega a ser vergonzoso en el desenlace, donde deciden que la mejor forma de cerrar la película es con la parición de un fantasma demacrado en primer plano al que solo le falta gritar "¡Raah! ¡Sustaco!". Tras varios gifs y vídeos de YouTube deberían darse cuenta que esto, directamente, no es terror, ni tensión ni suspense. Son screamers. Y que parecen puestos de forma aleatoria por miedo a que la película no fuera lo bastante terrorífica.
The Forest podría haber sido una producción de terror mejor de lo que resultó. El planteamiento, y su juego entre la realidad y lo ilusorio recuerda un poco a Oculus. Pero donde la historia del espejo maldito optaba por contar únicamente con la paranoia y el suspense, esta se pierde en varios momentos a causa de unas escenas "de susto" muy fuera de lugar.
No sé si será por la promoción que me ha llegado, pero pensé que esta peli era más sutil. En cualquier caso, me acercaré a verla. El juego entre realidad e ilusión siempre me ha gustado. 'Oculus' me gustó mucho, a ver si esta se le parece un poco.
ResponderEliminarEn principio, la peli lo es, o debería serlo. Pero todos esos sustos dan la impresión de ser un añadido que empeoran mucho el resultado final. Salvo esos momentos tan flojos, se disfruta mucho, aunque queda un poco lejos de lo que fue Oculus.
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